El FBI trasladará su «deteriorada» sede de Washington D.C. a Greenbelt, Maryland, según anunció el 8 de noviembre la Administración de Servicios Generales (GSA).
El traslado pone fin a años de búsqueda de una nueva sede para la agencia gubernamental, que desde 1975 estuvo ubicada en el ruinoso edificio J. Edgar Hoover, en el centro de Washington.
«La GSA determinó que Greenbelt era el mejor emplazamiento porque suponía el menor coste para los contribuyentes, ofrecía el mejor acceso en transporte a los empleados y visitantes del FBI y daba al Gobierno la mayor certidumbre en cuanto al calendario de entrega del proyecto», declaró un portavoz de la GSA a varios medios de comunicación.
La GSA supervisa la gestión y el desarrollo de las propiedades federales.
«También proporcionó el mayor potencial para avanzar en la sostenibilidad y la equidad», continuó el portavoz de la GSA.
Robin Carnahan, el administrador de la GSA, añadió que la administración «espera con interés la construcción del FBI un campus sede del estado de la técnica en Greenbelt para avanzar en su misión crítica en los próximos años».
«Gracias a todos los que en la GSA, el DOJ, el FBI, el Congreso y otros ayudaron a alcanzar este importante hito tras un esfuerzo exhaustivo de varios años», dijo.
Funcionarios confirmaron a Maryland Matters que la GSA había elegido el emplazamiento de Greenbelt frente a otros de Springfield (Virginia) y Landover (Maryland).
Miembros de los gobiernos federal, estatal y local de Maryland, entre ellos el gobernador Wes Moore y el senador demócrata Ben Cardin, también confirmaron el miércoles en un comunicado la nueva ubicación, calificándola de «momento histórico» para el FBI y Estados Unidos.
«Durante décadas, el ruinoso edificio J. Edgar Hoover no pudo satisfacer las necesidades operativas del FBI, lo que socavó nuestra seguridad nacional», dijeron las autoridades.
La sede del FBI «se derrumbó ante nuestros ojos»
«El antes legendario edificio se desmoronó ante nuestros ojos, con redes rodeando las instalaciones durante años para proteger a los peatones de la caída de escombros. La decisión adoptada hoy por la Administración de Servicios Generales (GSA) garantizará que se satisfaga la urgente y antigua necesidad del FBI de contar con una nueva sede consolidada que satisfaga las exigencias actuales del trabajo de la Oficina para proteger a los estadounidenses y a nuestra nación», añadieron.
Los funcionarios de Maryland añadieron que están de acuerdo con la determinación de la GSA de que el nuevo emplazamiento de Greenbelt es «el más adecuado para servir al FBI presente y futuro y a los dedicados servidores públicos que trabajan incansablemente para proteger a Estados Unidos y defender la ley».
La nueva ubicación también costaría mucho menos a los contribuyentes, dijeron.
«Teniendo en cuenta el coste para el contribuyente, la equidad, el calendario de construcción, el acceso de transporte y los requisitos de la misión del FBI, creímos durante mucho tiempo que Greenbelt es el mejor sitio para esta instalación crucial», dijeron.
Sens. Mark Warner (demócrata de Virginia) y Tim Kaine (demócrata de Virginia) dijeron que estaban «profundamente decepcionados» por la decisión, que según ellos se tomó «a pesar de la clara evidencia de que Virginia es el mejor hogar para el FBI».
Los legisladores también dijeron que la interferencia política había «contaminado» un proceso establecido de la GSA.
«Pasamos años criticando adecuadamente a la última Administración por politizar la nueva sede del FBI, sólo para que una nueva Administración venga y permita que la política contamine el proceso de selección», dijeron. «Sabemos por nuestra experiencia reclutando a Hilton, Capital One, Northrop Grumman, Amazon y muchas otras empresas en Virginia que nuestra Mancomunidad es el mejor estado para los negocios, y seguiremos centrándonos en promover el crecimiento económico y apoyar el cumplimiento de la ley en la Mancomunidad».
La nueva sede del FBI se construirá en una parcela vacía de 61 acres a las afueras de la estación de metro de Greenbelt, informó The Washington Post.
Aún no está claro quién construirá el edificio, cuya construcción se prevé que lleve varios años y requiere financiación del Congreso, según la publicación.
Además, la nueva sede de Maryland podría enfrentarse a diversos obstáculos de zonificación, según The New York Times.
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