Cuando una mujer de Nueva Escocia, Canadá, se dirigía al trabajo y vio un conejo herido en medio de la carretera, no pudo soportar la idea de dejarlo morir, por lo que dio media vuelta. Lo que siguió fue un complicado rescate y una vida salvada.
Jessica Dawn Fekeshazy, de 30 años, conducía por Prospect Road, en Halifax, a las 7:25 de la mañana del 10 de junio, cuando vio al conejo.
«Siempre veo animales atropellados a los lados y en medio de la carretera, pero esta vez era diferente porque el conejo seguía vivo». dijo Jessica a The Epoch Times. «El tráfico iba y venía… Ni siquiera me lo pensé dos veces, así que pasé junto a él, luego giré en el siguiente camino de entrada y volví a una carretera de grava cerrada».
Al ver al indefenso conejo en medio de la carretera, a Jessica se le «rompió el corazón».
«Tenía miedo de que posiblemente no sobreviviera; en ese momento desconocía el alcance de sus heridas», dijo Jessica.
Jessica, madre y trabajadora del almacén de Sherlock Clothing Ltd., se acercó lentamente al conejo y vio que estaba aturdido y confundido. Sus patas traseras estaban tumbadas y parecían rotas, y estaba «volteando» de un lado a otro, sin apenas movilidad.
Jessica corrió a su coche y tomó un calcetín y una manopla para que le sirvieran de guantes improvisados. A un camión y un remolque que pasaban, les gritó: «¡Voy a salvar a este animal!» y el conductor esquivó rápidamente al conejo en la carretera.
«Me acerqué lentamente a este conejo, mientras le hablaba diciéndole: ‘Estoy aquí para ayudar, vas a estar bien'», dijo Jessica.
Luego tomó al conejo y lo llevó rápidamente al lugar donde había estacionado su coche.
«No tenía nada para ponerlo a salvo», dijo Jessica. «Estaba cubierto de garrapatas y no conocía su estado, así que no quise ponerlo en algún lugar de mi coche; lo puse cerca de mi coche».
Jessica llamó a Hope for Wildlife (HFW), una organización benéfica de rehabilitación y divulgación de la fauna salvaje con sede en Seaforth, para pedir ayuda. Le aconsejaron que se quedara con el conejo el mayor tiempo posible, mientras un voluntario se ponía en contacto con ella y recogía al animal herido.
Cuando Jessica colgó la llamada de HFW, llamó a un colega.
«Le conté dónde estaba y lo que ocurría, y le pregunté si tenía algo en lo que pudiera meter al conejito», dijo Jessica. «Me dice que está en camino, y que tiene una caja organizadora de baúles en la que puedo meter el conejito por el momento».
Sin embargo, justo cuando Jessica se disponía a colgar la llamada, notó que el conejo empezaba a moverse.
El conejo, asustado, echó a correr hacia la carretera y Jessica corrió para ponerse delante de la carretera. Sin embargo, el conejo se desvió, en cambio, hacia una zanja, saltando a una alcantarilla cubierta que se encontraba bajo la carretera y fuera del alcance de Jessica.
«Sabiendo que la alcantarilla va al otro lado de este camino de grava, corrí al otro lado esperando que estuviera allí», dijo Jessica. «Y resulta que ahí está el conejito, abajo, en la hierba, en el agua».
Para intentar salvarlo, Jessica bajó la pierna por detrás del conejo y le tocó ligeramente la espalda con la punta de la bota, para poder sacarlo del agua. Pero justo cuando estaba a punto de agarrarlo, el conejo dio dos saltos entre esas enormes rocas.
«Me invadió una sensación de temor y pensé que ya estaba», dijo Jessica. «Sabía que sin la ayuda y el equipo adecuado no habría podido salvarlo».
Entonces llamó a HFW y les informó de la situación. Le pidieron a Jessica que se quedara y esperara con él hasta que un voluntario se pusiera en contacto con ella. Sin embargo, tras una hora de espera sin recibir respuesta, decidió dirigirse a su lugar de trabajo, que estaba a 10 minutos de distancia.
Al recibir la llamada del voluntario de HFW, volvió a la alcantarilla y se quedó extasiada al ver que el conejo seguía allí.
«Esta maravillosa voluntaria hizo un trabajo extraordinario al capturar al conejo sano y salvo tras 20 minutos de lucha en la zanja, en el agua, alcanzando desesperadamente el agujero», publicó Jessica en Facebook, compartiendo el rescate con sus amigos y seguidores.
La conmovedora historia llegó lejos.
«Etiqueté a HFW en la publicación», explicó Jessica a The Epoch Times. «Un señor que se ocupa de la educación de HFW y de las redes sociales se puso en contacto conmigo y me preguntó si podía compartirlo».
Más tarde, Jessica volvió a Facebook y se dio cuenta de que había un montón de notificaciones.
«Todas las personas que aparecían en la publicación me elogiaban y me daban las gracias por haber ayudado a salvar al conejo», dijo Jessica. «Sinceramente, ¡estaba asombrada!».
El 15 de julio, Jessica se puso en contacto con su interlocutor en HFW para preguntarle por los progresos del conejo rescatado.
«Me dijo que se había recuperado por completo y que lo habían liberado cerca de la zona donde fue rescatado», informó Jessica. «Estoy muy agradecida de que su historia tenga un final feliz».
Echando la vista atrás, Jessica dijo que se sintió muy bien formando parte del rescate.
«Fue una gran experiencia y ahora estoy preparada con una caja y otras herramientas en mi coche por si me encuentro con otro animal salvaje herido», añadió.
Hope for Wildlife, fundada en 1997, ha rescatado, rehabilitado y liberado a más de 50,000 animales salvajes huérfanos y heridos de más de 250 especies. A través de su labor educativa, esperan conectar a la gente con los animales de forma positiva mediante la comprensión y el conocimiento.
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