El nominado del presidente Joe Biden para fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo durante su audiencia de confirmación en el Senado el lunes que no ha hablado con el presidente sobre la investigación sobre su hijo, Hunter Biden, pero insistió en que cualquier investigación del Departamento de Justicia estará libre de interferencia política.
El senador Chuck Grassley (R-Iowa) preguntó a Garland si había hablado con el presidente sobre alguna investigación de Hunter Biden.
«No lo he hecho», respondió Garland, y agregó que «el presidente dejó muy claro en cada declaración pública antes y después de mi nominación que las decisiones sobre las investigaciones y los enjuiciamientos se dejarán al Departamento de Justicia».
“Esa fue la razón por la que estaba dispuesto a aceptar este trabajo”, dijo Garland. «Entonces la respuesta a tu pregunta es no».
Los asuntos fiscales de Hunter Biden son actualmente objeto de una investigación federal.
«Ayer supe por primera vez que la Oficina del Fiscal de EE. UU. en Delaware informó a mi asesor legal, también ayer, que están investigando mis asuntos fiscales», dijo Hunter Biden en un comunicado a inicios de diciembre, y agregó: «Me tomo este asunto muy en serio, pero estoy seguro de que una revisión profesional y objetiva de estos asuntos demostrará que manejé mis asuntos de manera legal y adecuada, incluso con la ayuda de asesores fiscales profesionales».
Biden dijo a CNN en una entrevista a inicios de diciembre que, como presidente, no interferiría en ninguna investigación del Departamento de Justicia.
“No les voy a decir lo que tienen que hacer y lo que no tienen que hacer. No voy a decir que vayan a procesar a A, B o C—no les voy a decir. Ese no es el papel, no es mi Departamento de Justicia, es el Departamento de Justicia del pueblo”, dijo Biden en ese momento.
Durante la audiencia de confirmación de Garland, el senador Dick Durbin (D-Illinois) argumentó que el Departamento de Justicia se había politizado durante el mandato del presidente Donald Trump.
«Bajo el fiscal general Sessions y Bill Barr, el Departamento de Justicia se convirtió en un brazo de la Casa Blanca, comprometido con los intereses del presidente Trump», dijo Durbin, quien preside el Comité Judicial del Senado.
Durbin dijo que tiene «toda la confianza» en la capacidad de Garland para supervisar el Departamento de Justicia, y calificó su nominación como «una de las más críticas en la historia del Departamento», y lo calificó como un «momento existencial después de cuatro tumultuosos años de intriga, controversia y fuerza bruta política».
«No habría aceptado este trabajo si hubiera pensado que la política tendría alguna influencia sobre los enjuiciamientos o las investigaciones», dijo Garland a los legisladores, afirmando su compromiso con un Departamento de Justicia libre de interferencias políticas.
“El presidente ha prometido que esas decisiones solo las tomará el fiscal general, y eso es lo que planeo hacer. No planeo ser interferido por nadie. Espero que el Departamento de Justicia tome sus propias decisiones a este respecto”, dijo Garland.
Se espera que Garland, juez federal de apelaciones y exfiscal, obtenga la confirmación del Senado. Y dijo que planea priorizar los derechos civiles y combatir el terrorismo interno si es confirmado.
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