La Junta Estatal de Educación de Florida votó el martes para investigar y potencialmente castigar a los dos distritos escolares que están desafiando abiertamente la prohibición del uso obligatorio de mascarilla en las escuelas aprobada por el gobernador republicano Ron DeSantis.
La junta, que está formada por personas designadas por DeSantis, votó unánimemente a favor de tomar medidas coercitivas contra los distritos escolares de Alachua y Broward.
Antes de la reunión, el comisionado de Educación de Florida, Richard Corcoran, determinó que existe una causa probable de que los dos distritos escolares hayan violado la ley estatal al imponer el uso obligatorio de mascarilla a los estudiantes de las escuelas públicas.
«Todos los miembros de la junta escolar y todos los superintendentes escolares tienen el deber de cumplir la ley, estén o no de acuerdo con ella», escribió Corcoran en los memorandos enviados a la junta en relación con los dos distritos escolares.
«Aunque el distrito puede no estar de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos por el director de Salud Pública en la norma de emergencia, el director de Salud Pública es la persona que, según la ley, establece los protocolos para controlar la COVID-19 en las escuelas».
La autoridad de control de la junta proviene de la ley estatal. La votación del martes autorizó a la junta a adoptar sanciones contra los dos distritos escolares, que pueden incluir la retención de fondos o la denuncia del asunto ante la legislatura del estado, según Corcoran.
El 30 de julio, DeSantis emitió una orden ejecutiva en la que ordenaba a las agencias estatales que elaboraran normas y acciones para mitigar la propagación de la COVID-19 en las escuelas. Dicha orden ejecutiva ordenó a las agencias que se aseguraran de que los protocolos resultantes estuvieran en consonancia con la Declaración de Derechos de los Padres del estado, específicamente en lo que respecta a la protección del derecho de los padres a decidir si sus hijos deben llevar mascarillas.
Los departamentos de salud y educación de Florida adoptaron una norma de emergencia el 6 de agosto en respuesta a la orden del gobernador. La norma establecía que «los estudiantes pueden llevar mascarillas o protectores faciales como medida de mitigación; sin embargo, la escuela debe permitir que uno de los padres o el tutor legal del estudiante opte por que éste no lleve una cubierta facial o una mascarilla».
El distrito escolar de Alachua ya había impuesto el uso obligatorio de mascarilla a los estudiantes el 4 de agosto. El 6 de agosto, el distrito escolar publicó un aviso en el que se indicaba que el uso obligatorio de mascarilla se mantendría durante las dos primeras semanas de clase y que los padres solo podrían optar por no usarla con una nota firmada por un profesional médico, que debe indicar que el alumno no puede llevar mascarilla o protector facial para poder así cumplir con la orden.
El distrito escolar de Broward, tras varias idas y venidas, votó por desafiar al gobernador y no seguir la parte de la norma de emergencia que permitía a los padres optar por que sus hijos no llevaran mascarillas.
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