Estrellas, estrellas y más estrellas.
La tecnología digital marcó la diferencia: cambió las reglas del juego para los aspirantes a astrofotógrafos de todo el mundo, que dirigen sus objetivos hacia el cielo por la noche para capturar el esplendor de la Vía Láctea.
En la anterior era cinematográfica, la falta de sensibilidad a la luz de las cámaras en condiciones de oscuridad confundía a los fotógrafos que intentaban retratar este espectáculo escasamente iluminado. Desde entonces, la tecnología digital rompió esa barrera e hizo posible ver la Vía Láctea con una sensibilidad cromática que antes solo estaba reservada a los telescopios de alta gama y a las producciones de la NASA.
Las nuevas técnicas e innovaciones de software también permitieron a los fotógrafos mezclar fondos y primeros planos separados para crear composiciones artísticas hasta entonces desconocidas fuera de los estudios de efectos especiales de Hollywood. La magia era posible desde la comodidad del ordenador de casa.
A medida que las cámaras profesionales proliferaban y caían en manos de un mayor número de personas, el número de astrofotógrafos crecía exponencialmente en todo el mundo. La grandeza de la Vía Láctea nunca había estado tan al alcance de la mano. Literalmente, basta con hacer clic con el ratón.
Internet reunió todo esto; los concursos de fotografía en línea centrados en revelar la belleza de nuestra galaxia conectaron a artistas estelares con centros públicos y les permitieron presentar y exponer la crème de la crème de su nicho.
Capture the Atlas es uno de estos concursos de astrofotografía. Este año se presentaron más de 3000 fotografías de la Vía Láctea a su concurso anual, de las que 25, procedentes de 16 países, fueron seleccionadas como ganadoras. Los fotógrafos procedían de todas partes: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Madagascar, Chile, Argentina, Namibia, Suiza, Bulgaria, España, Eslovenia, Japón, Irán, Perú, Yemen e Indonesia.
Las palabras no pueden hacer justicia a su trabajo; debe verlo usted mismo. Puede esperar ver sublimes arcos estelares que lo harán contemplar su propia minúscula existencia en este vasto universo.
El arco celeste que desfila sobre el Castillo de Aunqueospese en España hace que el castillo del siglo XII parezca casi nuevo en comparación.
El cielo nocturno tachonado de diamantes sobre la mística isla de Socotra, en Yemen, evoca un paisaje alienígena con sus extraños árboles de sangre de dragón que se extienden hacia el cielo como las antenas de alguna extraña forma de vida.
Lo mismo puede decirse de las estrellas parpadeantes sobre las rojizas formaciones rocosas de Cafayate Salta, en el noroeste de Argentina, cuyas surrealistas torres y portales recibieron el acertado apelativo de «fábrica de estrellas» por parte del fotógrafo.
Estos son solo algunos de los panoramas que podrá contemplar en el certamen de este año. Hay mucho más. Dejaremos que sus ojos se deleiten y aprecien su esplendor.
Al reunir todo este talento artístico e imágenes, Capture the Atlas logra su objetivo: ofrecer a los nuevos astrofotógrafos un par de hombros experimentados en los que apoyarse e impulsarlos en su propio viaje fotográfico a través de la inspiración; y acercar «nuestra galaxia para que todo el mundo pueda aprender y descubrir más sobre nuestra Vía Láctea».
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