Funcionarios del estado de Georgia pidieron el jueves a un juez que levante una orden que les impide alterar la información de las máquinas de votación en tres condados, argumentando que las máquinas son necesarias para prepararse para las próximas elecciones del Senado.
Las evidencias demuestran que los condados de Cobb y Gwinnett «necesitan usar» dispositivos de marcado de boletas de Dominion Voting Systems, escribió Carey Miller, fiscal del estado, en una presentación en la corte.
La presentación incluyó una declaración de Kristi Royston, la supervisora electoral de la junta de Registro de Votantes y Elecciones del condado de Gwinnett.
Según Royston, la orden de restricción que impide a su condado y a otros limpiar o reiniciar las máquinas de votación «tiene graves y serias consecuencias».
«Está impidiendo que la Junta de Registro de Votantes y Elecciones del Condado de Gwinnett comience su preparación necesaria para la votación [por correo] para las elecciones de desempate del 5 de enero para dos escaños del Senado de Estados Unidos», añadió.
Los test de los dispositivos de marcado de votos y otros equipos de votación estaban programados para comenzar el 3 de diciembre. Estos ensayos están en suspenso debido a la orden de restricción. Si la orden no se cambia o se anula, «inevitablemente provocará una amplia interrupción» de los votos por correo y del día de las elecciones, según Royston.
El 29 de noviembre un juez ordenó a tres condados de Georgia que no limpien ni reajusten las máquinas de votación. Los demandantes en el caso, alegando fraude, están tratando de que expertos externos examinen las máquinas.
Janine Eveler, directora del Departamento de Elecciones del Condado de Cobb, dijo que la agencia ya está ejecutando su plan para las próximas elecciones. La preparación de las máquinas de votación, incluyendo la limpieza de las tarjetas de memoria, comenzó antes de la orden, dijo.
La orden está retrasando los test de las máquinas que serán necesarias para la votación en persona el día de las elecciones, según Eveler. El primer paso en el proceso del test es limpiar las tarjetas de memoria de los datos de la elección del 3 de noviembre y crear tarjetas con nuevos datos, lo que toma al menos dos días y medio en total.
Para poder empezar a probar los dispositivos de marcado de boletas el 8 de diciembre, los funcionarios del condado deben empezar a limpiar casi 400 tarjetas para el 4 de diciembre, dijo Eveler.
Los abogados de los demandantes no respondieron a las peticiones de comentarios.
Las solicitudes se hicieron después de que un tribunal federal de apelaciones accediera a acelerar la apelación del caso.
Los demandantes presentaron el jueves pasado tres nuevos documentos, incluyendo un informe experto de Matthew Braynard, quien dijo que cree que la base de datos de Georgia para la elección presidencial muestra 138,029 votantes a los que el estado marca como que han solicitado y se les ha enviado una boleta de voto ausente que no han devuelto.
Braynard también dijo que por lo menos 20,312 votantes ausentes o anticipados no eran residentes de Georgia cuando votaron.
Los demandantes también presentaron dos declaraciones.
Una de Eric Quinnell, un ingeniero, y de Stanly Young, un estadístico, quienes dijeron que analizaron los resultados de las elecciones del 3 de noviembre en el condado de Fulton y encontraron «inexplicables anomalías estadísticas».
La otra es de Benjamin Overholt, quien revisa los resultados de las elecciones para la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos y dijo que el porcentaje de votos rechazados en Georgia fue significativamente menor que en elecciones anteriores.
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