En medio de un brote creciente del virus del PCCh en el noreste de China, seis funcionarios locales han sido despedidos por no detener los contagios.
El último brote de la segunda ola estalló por primera vez en Shulan, un municipio a nivel de condado dentro de la ciudad de Jilin, provincia de Jilin.
Los lugareños le dijeron a La Gran Época que la situación del brote fue más grave que la forma en que las autoridades lo describieron. También se quejaron del aumento de los precios de los alimentos después del brote.
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, estalló por primera vez en la ciudad central china de Wuhan, a fines de 2019. El virus se propagó rápidamente a todas las partes del país.
En marzo las autoridades locales de China proclamaron que había pocas o ninguna infección nueva. Sin embargo, desde abril las regiones del noreste de China confirmaron un brote de segunda ola.
Brote
El «paciente cero» del brote de Shulan fue diagnosticado el 7 de mayo. Es una empleada de limpieza de 45 años que trabaja en la oficina de policía de la ciudad.
Desde entonces, el virus se propagó rápidamente dentro de Shulan, así como a distritos dentro de la ciudad de Jilin y Shenyang, la capital de la vecina provincia de Liaoning.
Desde el 12 de mayo, todas las nuevas infecciones, anunciadas por la Comisión Nacional de Salud de China, están relacionadas con el brote en Shulan y Jilin.
El fin de semana la comisión de salud provincial de Jilin anunció cinco nuevos contagios, que son de Shulan, así como de los distritos de Fengman y Chuanying, en la ciudad de Jilin.
El 17 de mayo, la comisión también anunció que una persona mayor en la ciudad de Jilin fue diagnosticada con COVID-19, pero no fue contada como un nuevo caso de COVID porque murió antes de que se anunciara el resultado de la prueba.
El resultado de la prueba se anunció el 16 de mayo, pero la persona ya había muerto por problemas cardiovasculares, según las autoridades.
Despidos
En la noche del 16 de mayo, Li Pengfei fue destituido de su cargo como jefe del partido comunista chino de Shulan. Zhang Jinghui, vicealcalde de la ciudad de Jilin, fue nombrado para tomar su lugar.
«Este nuevo nombramiento no está en línea con la convención», dijo Li Linyi, comentarista de asuntos chinos establecido en Estados Unidos.
Li dijo que típicamente, el Partido promovería a un funcionario de menor rango para reemplazar a uno destituido. Pero en el caso de Shulan, el Partido no promovió al segundo en la línea de mando, que sería el alcalde de Shulan, para que se desempeñara como el jefe del Partido.
«[La situación] muestra que los superiores del PCCh no confían en que los líderes del partido en Shulan puedan controlar el brote», dijo Li.
Poco después, el gobierno provincial de Jilin anunció más despidos: Liu Shijun, subdirector de la comisión de salud de la ciudad de Jilin; Yue Xiaoyan, director de la oficina de salud de Shulan; Geng Jianjun, jefe adjunto del partido de la oficina de policía de Shulan; Liu Hanyin, director del centro Shulan para el control y prevención de enfermedades (CDC); y Xu Zibiao, director de los CDC del distrito de Fengman.
Horas antes del anuncio, la ciudad de Jilin ordenó el cierre de todas las clínicas privadas y departamentos ambulatorios de la ciudad. Todos los que necesitan visitar a un médico deben registrarse en los hospitales estatales.
Al lanzar esta regulación, cualquiera que tenga síntomas de COVID-19 solo puede visitar hospitales estatales.
Locales
Los lugareños le dijeron a La Gran Época en idioma chino que había más infecciones en Jilin que las anunciadas oficialmente. Se enteraron de personas que fueron diagnosticadas como portadores asintomáticos, pero que no fueron considerados en los recuentos de las autoridades.
Varias personas dieron más detalles sobre pacientes confirmados que las autoridades de Shulan dieron a conocer, entre ellos se encuentran: cuatro policías; una persona que trabaja para en el gobierno de Shulan; una recepcionista en el Hospital Popular de Shulan; y un profesor de secundaria.
Peng, un residente de la ciudad de Jilin, también dio a conocer el estado actual de pánico: «La gente está comprando locamente alimentos y medicinas… Los precios han aumentado dramáticamente».
Peng dijo que algunas verduras estaban costando el triple, incluso cinco veces más que el precio anterior al brote. Los precios de la harina de trigo aumentaron en más del 10 por ciento en la última semana.
Los residentes de Shulan le dijeron previamente a La Gran Época, el 13 de mayo, que la oficina de policía de Shulan estaba cerrada debido a que varios agentes de policía fueron diagnosticados con COVID-19.
La esposa de un oficial de policía le dijo a La Gran Época: «Todos los pacientes diagnosticados [en la oficina de policía de Shulan] están en condiciones leves, pero estamos en pánico porque el virus se propaga muy rápido».
El Sr. Li vive en el complejo residencial Sihe Tianyuan en el distrito de Fengman, ciudad de Jilin, donde dijo que varios residentes fueron diagnosticados con el virus.
Dijo que uno de esos residentes era el Sr. Hao, un conductor que recientemente regresó de Shulan y cenó con familiares y amigos en el distrito de Fengman.
Hao le transmitió el virus a su tío y a su primo de 23 años, según Li. El primo trabaja en el departamento de mantenimiento de vehículos del tren de alta velocidad en Shenyang, la cercana capital de la provincia de Liaoning. Su primo regresó a Shenyang y le transmitió el virus a más personas.
El residente de Shenyang, el Sr. Li (no relacionado con lo mencionado anteriormente) le dijo a La Gran Época que el Hospital Shenyang 463, un hospital operado por la fuerza aérea, fue cerrado debido a un brote grupal.
“Todo el hospital está cerrado. Tanto las personas como los vehículos tienen prohibido ingresar o salir de allí. [Las autoridades locales] dijeron que uno de ellos estaba infectado y que estaba en ese hospital, pero no se conoce la situación real [adentro]. Ya no sabes cuántas personas murieron por el virus», agregó Li.
Los lugareños también se quejaron de que las autoridades cobraron tarifas muy altas para aquellos que tienen la obligación de ponerse en aislamiento, en los hoteles de Shenyang que se convirtieron en centros de cuarentena. Los precios oscilan entre los 6860 yuanes hasta los 8286 yuanes (entre USD 966 y USD 1167) por 14 días de confinamiento.
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
A continuación
El coronavirus se propaga en el norte de China: Cierran mercados en Liaoning
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
