El gobernador de California, Gavin Newsom, apuntó a sus críticos el martes durante un discurso sobre la situación del estado, mientras una campaña para destituirlo de su cargo ya acumuló suficientes firmas para desencadenar una elección especial a fines de este año.
«La situación de nuestro estado sigue siendo de determinación. Yo sigo decidido. Nosotros no cambiaremos el rumbo solo por unos cuantos detractores y fatalistas», dijo el gobernador demócrata durante el discurso.
«Así que a los críticos californianos que promueven la toma de poder partidista y los prejuicios anticuados y rechazan todo lo que hace grande a California, les decimos lo siguiente: nosotros no nos distraeremos de conseguir una inyección de ánimo y que nuestra economía vuelva a estar en auge», añadió Newsom.
Los organizadores de la campaña para retirar de su cargo a Newsom dijeron el domingo que reunieron 1.95 millones de firmas para activar en el estado el procedimiento. El procedimiento permite a los ciudadanos destituir y reemplazar a los funcionarios públicos antes de que finalicen su mandato mediante la recogida de firmas de una petición. La petición requiere un número específico de firmas para determinados periodos de tiempo. Si se recoge un número válido de firmas, se puede celebrar una elección por destitución. Los distintos estados tienen normas diferentes para este procedimiento.
En California, los peticionarios deben presentar 1,495,709 firmas verificadas a los funcionarios estatales antes del 17 de marzo, según los organizadores. Si lo hacen, se preguntará a los votantes a fines de este año si Newsom debe ser retirado de su cargo. También se les preguntará quién debería reemplazar al gobernador en caso de que la mayoría de los encuestados diga que debe ser destituido.
Los defensores del movimiento de base popular dijeron que estaban motivados para hacer campaña contra Newsom por una serie de razones, incluyendo el manejo del gobernador de la actual pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), los cierres estatales y sus políticas económicas.
«El gobernador hizo un trabajo tan pobre en tantos frentes diferentes que necesitamos que el pueblo de California tenga la oportunidad de presentar algo mejor», dijo previamente el supervisor del condado de Orange, Don Wagner, a The Epoch Times.
«No es solo la respuesta del COVID, que fue errática y absolutamente devastadora para la salud mental, física y emocional de muchas personas en California. Tenemos la tasa de pobreza más alta del país. Tenemos casi, si no la tasa de desempleo más alta de la nación. Estamos viendo cómo la gente abandona este estado en masa. Este es el resultado de las malas políticas que salen de Sacramento, que tienen la huella de Gavin Newsom», añadió.
La última vez que California retiró de su cargo a un gobernador a través de un proceso de destitución fue en 2003, cuando destituyeron al gobernador demócrata Gray Davis y eligieron al republicano Arnold Schwarzenegger para reemplazarlo.
En el discurso, Newsom reconoció los errores cometidos durante la pandemia.
«Miren, hemos cometido errores. Yo cometí errores. Pero los asumimos, aprendemos de ellos y nunca dejamos de intentarlo», dijo.
«Al fin y al cabo, ése es el espíritu de California. Nos hemos caído pero no estamos quebrados. Estamos ensangrentados pero erguidos. Resueltos a llegar a días más brillantes, a no dejar que el dolor del año pasado impida la esperanza del mañana».
Según el artículo II de la Constitución de California, los votantes californianos pueden destituir y remover a los funcionarios y jueces de la Corte Suprema del Estado. Cuando los peticionarios presentan el número requerido de firmas, los funcionarios estatales determinan si las firmas son válidas y si se cumple el número requerido de firmas válidas. A continuación, el secretario de Estado notifica los resultados al Departamento de Finanzas, para que éste pueda estimar el coste de una elección de destitución.
Una vez recibida la certificación de la petición de destitución, el gobernador debe hacer pública la convocatoria de elecciones por destitución. Las elecciones deben celebrarse en un plazo de entre 60 y 80 días a partir de la fecha de certificación de las firmas. O bien, los funcionarios pueden programarlas para que coincidan con unas elecciones regulares, siempre que se celebren en un plazo de 180 días.
Con información de Drew Van Voohris y Zachary Stieber.
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