El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha terminado oficialmente la política de «permanecer en México» que se inició bajo la administración del expresidente Donald Trump, la cual permitió a las agencias de inmigración mantener a los inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo en México mientras esperaban su fecha de audiencia.
El presidente Joe Biden suspendió en enero los Protocolos de Protección al Migrante (MPP)–el nombre oficial de la política–pero el DHS instruyó a los empleados en el memorando el martes que ya no harán cumplir el mandato. Desde el 20 de enero, cuando Biden asumió el cargo, ha emitido docenas de órdenes ejecutivas que anulan las políticas de inmigración de la era Trump.
El 2 de febrero, el presidente pidió a las agencias responsables de hacer cumplir las reglas de inmigración que revisen el MMP y consideren terminarlo. Según el nuevo memorando, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo que el programa no «mejoró de manera adecuada o sostenible la gestión fronteriza».
«Habiendo completado ahora la revisión adicional realizada de conformidad con la Orden Ejecutiva 14010 para determinar si terminar o modificar el MPP, y por las razones que se describen a continuación, por este memorando estoy terminando el programa MPP», dijo en el memorando publicado en el sitio web de la agencia. “Ordeno al personal del DHS que tome todas las acciones apropiadas para terminar el MPP, incluyendo tomar todas las medidas necesarias para rescindir la guía de implementación y otras directivas o guías de política emitidas para implementar el programa”.
“Además, al hacer mi evaluación, comparto la creencia de que solo podemos gestionar la inmigración de una manera eficaz, responsable y duradera si abordamos el problema de manera integral, mirando más allá de nuestras propias fronteras”, agregó Mayorkas.
El programa se implementó en 2019, y según lo informado más de 67,000 personas se inscribieron. Los solicitantes de asilo y los inmigrantes ilegales que se presentaron ante los oficiales de la Patrulla Fronteriza o que fueron arrestados a lo largo de la frontera entre EE. UU. y México eran enviados a México, donde probablemente permanecerían durante meses para los procedimientos judiciales de inmigración.
Es probable que los republicanos critiquen la decisión del DHS de poner fin oficialmente al programa como parte de su estrategia para presentar a la administración como una política de inmigración débil e ineficaz. A mediados de mayo, 20 gobernadores republicanos enviaron una carta a la administración, pidiendo a los funcionarios que «tomen medidas» sobre el aumento de inmigrantes ilegales.
«Contrariamente a las declaraciones de su administración, la frontera no está cerrada ni segura», dijeron los gobernadores, y señalaron que el aumento de la inmigración ilegal «ahora se está extendiendo por los estados fronterizos a todos nuestros estados».
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. dijo en abril que hubo 172,000 encuentros entre agentes de la Patrulla Fronteriza e inmigrantes ilegales en marzo, entre ellos casi 19,000 menores no acompañados.
Biden y muchos demócratas han defendido las políticas de la administración y han afirmado que las políticas de la era Trump socavaron el sistema de inmigración de EE. UU. y debían ser revisadas, algo que Trump y exfuncionarios federales de inmigración han negado.
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