Un grupo de defensa del control de armas liderado por estudiantes está planeando protestas en todo el país a raíz del tiroteo en la escuela primaria de Texas que se cobró la vida de 19 niños esta semana.
Según su sitio web, March for Our Lives planea tomar las calles de Washington, DC el 11 de junio. El grupo también tiene planeadas otras marchas en diversas partes del país, desde San Francisco y Michigan hasta Carolina del Sur, en varias fechas.
También habrá una protesta en el centro de convenciones donde la Asociación Nacional del Rifle (NRA) está organizando una conferencia en Houston, Texas, el 27 de mayo. El centro de convenciones está a unas a 300 millas del lugar donde ocurrió el mortal tiroteo en una escuela primaria en Uvalde, Texas, el 24 de mayo.
Los organizadores también hacen un llamado a los activistas para que se unan a ellos en el Capitolio del 7 al 10 de junio, donde discutirán con los legisladores la exigencia de un registro de antecedentes universal para los compradores de armas.
Un proyecto de ley que los exige, titulado Ley Bipartidista de Verificación de Antecedentes de 2021, o H.R. 8, fue aprobado por la Cámara de Representantes en marzo de 2021, pero el Senado, controlado por los republicanos, no lo ha retomado.
«Nuestro mensaje y petición es simple: ya no seremos rehenes de nuestros legisladores y ya no toleraremos sentirnos inseguros en nuestras comunidades», escribió el grupo en el sitio web.
«Independientemente del partido al que pertenezcan, si no apoyan medidas que salvan vidas como la comprobación universal de antecedentes, nos comprometeremos a votar en su contra este otoño y en futuras elecciones».
March for Our Lives se fundó en 2018 luego del tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, durante el cual un hombre armado mató a 17 personas.
El grupo organizó una de las mayores protestas contra la violencia armada en la historia de Estados Unidos.
March for Our Lives dice que cree que la violencia con armas de fuego en todo el país es el resultado de la glorificación de las armas, la apatía política, la pobreza, la supremacía armada y una crisis nacional de salud mental.
El grupo propone abordar estos problemas de manera proactiva mientras se prohíben las armas de asalto, los cargadores de alta capacidad y otras armas; y hace que la industria de las armas y los grupos de presión sean más responsables. También aboga por políticas para desarmar a los propietarios de armas que supongan un riesgo para la salud, y por un programa nacional de recompra de armas para reducir en al menos un 30% los 265-393 millones de armas de fuego que se calcula que están en circulación.
“El presidente [Joe] Biden y todos nuestros funcionarios electos deben actuar con feroz urgencia para llamar a esta crisis lo que es: una emergencia nacional de salud pública”, afirma el grupo en su sitio web.
Biden condenó las leyes de armas en Estados Unidos en un discurso de la Casa Blanca el miércoles luego del tiroteo en la escuela de Texas, al tiempo que abogó por limitaciones en los derechos de armas protegidos por la Constitución y para que los legisladores “hagan frente a un lobby de armas muy poderoso”.
«¿Cuándo, en nombre de Dios, haremos lo que hay que hacer para, si no detener completamente, cambiar fundamentalmente la cantidad de carnicerías que se producen en este país?» dijo Biden.
“Si bien claramente no evitarán todas las tragedias, sabemos que algunas tendrán un impacto significativo y no tendrán un impacto negativo en la Segunda Enmienda. La Segunda Enmienda no es absoluta”, agregó. «Cuando se aprobó, no se podía poseer… un cañón, no se podía poseer cierto tipo de armas».
Salvador Ramos de 18 años, le habría disparado a su abuela el 24 de mayo antes de conducir hacia la Escuela Primaria Robb en Uvalde y abrir fuego en el campus, matando a 19 niños y dos adultos.
El atacante fue abatido a tiros por agentes de la ley.
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