El Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) está recibiendo críticas por su análisis de datos actualizado con respecto a las regulaciones propuestas por la agencia sobre estufas de gas. Ahora proyectan ahorros aún más bajos para los consumidores.
Los nuevos datos muestran que «los ahorros son incluso menores que los proyectados originalmente por el DOE y son casi insignificantes», dijo la Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos (AHAM) sobre los cambios en un comunicado de prensa del 3 de agosto. “La propuesta original del DOE era ahorrarles a los consumidores 13 centavos por mes en costos de servicios públicos durante la vida útil de los productos de cocina a gas. Los datos revisados reducen los ahorros de los consumidores a solo 9 centavos por mes”, señaló.
“Los cambios en los ahorros de energía proyectados por el DOE se deben principalmente a que el DOE reconoce que los productos de cocina actualmente disponibles son más eficientes de lo que suponía su análisis anterior”.
A 9 centavos al mes, los ahorros proyectados serán de solo USD 1.08 por año. Durante una década, eso equivale a USD 10.8 en ahorros.
El departamento propuso nuevos estándares de eficiencia energética para estufas de gas en febrero. En un artículo de opinión del 14 de marzo en el Washington Examiner, la representante Debbie Lesko (R-Ariz.) advirtió que los estrictos estándares de rendimiento energético significarían que el 96 por ciento de las estufas de gas convencionales podrían potencialmente eliminarse del mercado.
“De hecho, es esencialmente una prohibición total a las estufas de gas”, dijo.
La Sra. Lesko también destacó los escasos ahorros resultantes de los nuevos estándares, argumentando que las personas no estarán dispuestas a cambiar «una funcionalidad y características tan sustancialmente reducidas por ahorros minúsculos».
En sus comentarios enviados al departamento de energía, la AHAM señaló que muchas características de consumo en las estufas de gas, como los quemadores a fuego lento y los quemadores de alta tasa de entrada, deben protegerse si el departamento quiere implementar su propuesta de eficiencia energética.
Sin embargo, el DOE «todavía no ha realizado ningún cambio» a los estándares propuestos, dijo, según el comunicado.
“Esto significa que los consumidores aún podrían perder el acceso a las funciones y a muchos modelos de aparatos de cocina a gas actualmente disponibles, a cambio de ahorrar solo unos centavos cada mes”.
Respuesta de contención legislativa
Para contrarrestar el impulso de la administración Biden para restringir las estufas de gas, un grupo bipartidista de legisladores presentó en junio la Ley «Salvemos nuestras estufas de gas» en el Senado.
La Ley prohíbe explícitamente que el DOE implemente las normas de eficiencia energética para estufas a gas propuestas en febrero o cualquier regla similar.
“Este proyecto de ley establece límites en los estándares de conservación de energía para cocinas u hornos bajo la Ley de Conservación y Política Energética. El Departamento de Energía (DOE) no puede prescribir ni modificar los estándares de conservación de energía para estufas u hornos de cocina si resultaran en la falta de disponibilidad de un producto debido al tipo de combustible que usa la estufa u horno”, según el resumen del proyecto de ley.
La legislación fue presentada en el Senado por el Senador Joe Manchin (D-W.Va.), presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado de EE.UU. en la Cámara, el representante Lesko presentó la legislación complementaria. Fue aprobada por la Cámara con una votación de 249-181.
“El gobierno federal no tiene por qué decirles a los estadounidenses cómo cocinar su cena”, dijo Manchin, según un comunicado de prensa del 14 de junio.
“Estoy orgulloso de apoyar esta legislación que ayudaría a asegurar que esta Administración no elimine la elección del consumidor y no haga la vida aún más cara para los hombres y mujeres trabajadores de este país»”.
AHAM ha respaldado la Ley para Salvar Nuestras Estufas de Gas. «Los estadounidenses, el 40 por ciento de los cuales viven en hogares que cocinan con gas, no quieren renunciar a múltiples quemadores grandes o pasar un día entero al año sólo esperando a que el agua hierva, ambas cosas serían una realidad sin los aparatos de cocina de gas en caso de que la propuesta del DOE entrara en vigor», dijo en un comunicado de prensa el 14 de junio.
“La propuesta del DOE es un revés importante para la innovación y ofrece solo ahorros de energía insignificantes a cambio”.
The Epoch Times se ha comunicado con el DOE en busca de comentarios.
Transición costosa
Durante una audiencia del 18 de julio del Subcomité de Crecimiento Económico, Política Energética y Asuntos Regulatorios, varios republicanos argumentaron que las reglas propuestas por el DOE sobre los estándares de eficiencia de las estufas de gas serían onerosas y costosas para los ciudadanos estadounidenses, especialmente para los grupos de bajos ingresos.
En un testimonio del 24 de mayo (pdf) ante el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, Matthew J. Agen de la Asociación Estadounidense de Gas (AGA) destacó la rentabilidad de la gasolina para los estadounidenses comunes.
“Los hogares que usan gas natural para calentar, cocinar y secar la ropa ahorran un promedio de USD 1068 por año en comparación con los hogares que usan electricidad para esas aplicaciones. De hecho, el bajo costo del gas natural ha ahorrado a las familias un total de USD 147,000 millones en 10 años”.
Las estufas de gas no son el único aparato que funciona con combustibles fósiles al que apunta la administración Biden. En junio, el DOE propuso regulaciones sobre las calderas domésticas a gas para hacerlas más eficientes desde el punto de vista energético, una decisión que podría limitar potencialmente las opciones de los consumidores.
En julio, la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EE.UU. (CPSC) propuso una política que eliminaría del mercado casi todos los generadores de gas portátiles existentes.
La nueva regla restringe la cantidad de monóxido de carbono que pueden emitir los generadores al obligarlos a apagarse cuando alcanzan un cierto nivel de emisiones.
Los generadores de gas más pequeños tendrían que reducir las emisiones de monóxido de carbono en un 50 por ciento, y los generadores más grandes tendrían que reducir las emisiones hasta en un 95 por ciento. Se espera que casi todos los modelos disponibles actualmente no cumplan con el nuevo estándar.
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