Los uigures australianos se han concentrado este lunes frente al Parlamento federal en Canberra, pidiendo al gobierno australiano que reconozca como genocidio lo que Beijing está haciendo en la región de Xinjiang.
«Si no escuchan ahora, toda una comunidad, toda la nación uigur, va a desaparecer», declaró a AAP Ramila Chanisheff, presidenta de la Asociación Australiana de Mujeres Uigures Tangritagh.
«Estamos en el siglo XXI. ¿Cómo puede ocurrir un genocidio en el siglo XXI?».
Chanisheff no ha visto a sus primos desde hace 10 años. Dijo que todos los que acudieron a la manifestación tienen familiares o amigos desaparecidos en Xinjiang.
«Hay más de 380 campos de concentración en la región. Más de 500,000 niños han sido separados de sus padres y llevados a orfanatos estatales para ser criados como chinos», dijo.
Chanisheff también dijo que se calcula que un millón de uigures están detenidos ilegalmente en la región de Xinjiang como «propaganda» del PCCh. Señaló que, según las imágenes por satélite y los investigadores independientes, el número de centros de detención indica que la verdadera cifra de uigures muertos es mucho mayor.
La ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, ha calificado de «profundamente preocupantes» la tortura y los abusos sistemáticos contra las mujeres en Xinjiang, y ha afirmado que Australia ha sido coherente al plantear «importantes preocupaciones por los abusos contra los derechos humanos en Xinjiang».
Hasta ahora, el gobierno australiano ha manifestado su preocupación por el asunto de las detenciones arbitrarias, las restricciones a las creencias religiosas, la vigilancia y el trabajo forzado en las conversaciones bilaterales con Beijing y en las Naciones Unidas. Sin embargo, aún no ha declarado lo que ocurre en la región de Xinjiang como un «genocidio».
El senador independiente Rex Patrick, que ha propuesto un proyecto de ley para prohibir los productos fabricados con trabajo forzado uigur, también habló en la manifestación.
«Es la represión masiva de un grupo de personas a escala masiva, una escala sin precedentes», dijo Patrick.
«El Parlamento australiano tiene que levantarse y denunciar exactamente lo que está ocurriendo. Quiero que Australia se una a otros países como Estados Unidos, Canadá, los Países Bajos, Reino Unido, que se mantienen firmes».
Según un nuevo informe (pdf) publicado por el Newlines Institute for Strategy and Policy, un thinktank estadounidense, lo que hace el PCCh en la región de Xinjiang ha violado todas las disposiciones de la Convención sobre el Genocidio de las Naciones Unidas de 1948.
Con información de AAP.
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