La bondad es una elección propia. Un esposo y padre que vive en Wilmington, Delaware, elige habitualmente demostrar su bondad a aquellos que lo rodean. Y aunque no lo hace para que se lo reconozcan, su servicio de buen corazón no pasa desapercibido.
Cada vez que neva en su ciudad —lo que puede ser bastante frecuente en invierno— Brian Dignen quita la nieve de su entrada y de su camino. Sin embargo, no se detiene ahí.
A Brian, que trabaja como gerente en la industria de alimentos, se lo ve sin falta llevando su pala de su casa a la siguiente, y luego a la siguiente, limpiando también las calzadas y los caminos de sus vecinos cubiertos de nieve.
«No lo hace por reconocimiento», dijo su esposa, Holly Dignen, a The Epoch Times. «No lo hace por dinero. Solo lo hace porque es un buen ser humano».
Al parecer, la bondad de Brian no termina cuando retira la nieve de la entrada de su casa. Su esposa lo describe como una verdadera «persona de buen corazón» que «se enorgullece de hacer las cosas bien si vale la pena hacerlas». Y ayudar a la gente vale la pena.
Holly dice que su esposo es el primero en ofrecer su tiempo y su ayuda cuando alguien necesita mudarse; es considerado y proactivo ante las necesidades de los familiares, y no duda en brindar un flujo incesante de gestos desinteresados, grandes y pequeños.
Aseguró que su esposo le ayuda a su mamá a quitar los adornos de Navidad el día de Año Nuevo, o ayuda a sus familiares a encontrar los artículos que necesitan. En su blog Mommy Dignen Diaries, la admirada esposa explicó que incluso en una ocasión su esposo protegió a un empleado de Walgreen’s de un ladrón, sosteniéndolo contra la pared hasta que llegó la policía, porque era «lo que había que hacer».
Además, Brian es un esposo cariñoso y un padre ejemplar de dos niños «divertidos, empáticos e inteligentes», de 7 y 2 años.
«Mi esposo y yo no somos perfectos. Hemos pasado por muchas dificultades en nuestra relación», dijo. «Sin embargo, nuestro amor es muy fuerte y siempre trabajamos juntos para asegurar que nuestros hijos nos vean como buenos padres, buenos esposos y buenos seres humanos».
«Me siento orgullosa y honrada de estar casada con una persona tan maravillosa. Es exactamente a quien quiero que nuestros hijos admiren como el hombre de nuestra casa. Él ejemplifica el amor y el respeto».
Y tal como Holly esperaba, los dos hijos pequeños de la pareja ya están emulando la bondad y el servicio sin pretensiones que Brian ejemplifica.
Holly dice que su hijo de 7 años, llamado Brian Jr., es «muy cariñoso y siempre quiere ayudar a los demás». No es raro ver al pequeño sorprendiendo a amigos y familias con regalos hechos por él, o prestando especial atención a los enfermos. El más pequeño, de 2 años, suele ayudar a su padre a llevar la compra a la casa.
«Han aprendido que cuando uno decide hacer algo por otra persona, no es para que se lo reconozca, es porque es lo correcto. Mi hijo mayor lo entiende a esta edad», dijo Dignen.
Ese tipo de compresión se adquiere mediante la enseñanza y el ejemplo, y los chicos Dignen atesoran ambos. Aunque Holly dice que la familia no es adinerada, los padres saben que su tiempo, su enseñanza y sus ejemplos son tesoros valiosos que deben transmitir a sus hijos.
«No hace falta tener mucho dinero para ser una buena persona y ayudar a los demás», escribió Dignen en la historia que envió a Love What Matters. «De hecho, por experiencia, parece que las personas genuinamente buenas ayudan a los demás de alguna manera, incluso cuando están necesitadas».
Y eso es precisamente lo que sucede con los niños Dignen, quienes observan a su padre cada día: un ejemplo que constituye un prometedor aporte de bondad que se manifestará en el futuro.
«Nuestro principal objetivo como padres es criar buenos seres humanos. La única manera de hacerlo eficazmente es ser buenos seres humanos», dijo Holly a The Epoch Times.
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