Hallazgo de suministros de ayuda ocultos en Puerto Rico indigna a la población local

Por Petr Svab
23 de enero de 2020 9:48 AM Actualizado: 23 de enero de 2020 9:48 AM

La preocupación por el mal uso de la ayuda en caso de desastre resurgió en Puerto Rico con el reciente descubrimiento de un almacén donde el gobierno de la isla guardaba los suministros originalmente destinados a las víctimas del huracán María de 2017.

El almacén fue encontrado en Ponce, en la costa sur de la isla, por Lorenzo Delgado Torres, un activista local que dirige una página de Facebook llamada «El León Fiscalizador» con más de 240,000 seguidores, unos 50,000 de los cuales se han unido en los últimos días. Dijo que actuó en base a una pista. Decenas de personas irrumpieron más tarde en el almacén para recoger los suministros.

Los suministros incluían comida, catres, pañales, fórmula para lactantes, generadores, estufas compactas y radios de emergencia.

El gobierno de la isla respondió diciendo que estaba distribuyendo los suministros desde el almacén y que no había escasez de los artículos almacenados allí.

«A ningún ciudadano se le ha negado ninguno de los artículos almacenados en la bodega», dijo el gobierno en un comunicado.

No obstante, la alcaldesa de Ponce, María Meléndez, dijo que estaba indignada, señalando que ella y otros alcaldes habían estado tratando de encontrar suministros básicos desde que el 7 de enero se produjo un terremoto de magnitud 6.4 en el suroeste de la isla.

«Pasé varios días solicitando catres y agua», dijo. «Me enviaron a Cabo Rojo para las cunas y a San Juan para el agua. Si hubiera sabido que esos suministros estaban allí, habría exigido que se sacaran inmediatamente».

La aparición del almacén fue el último de una serie de incidentes en los cuales los suministros se hallaban aparentemente inactivos en toda la isla.

La gobernadora Wanda Vázquez Garced, en respuesta a la última revelación, despidió a tres funcionarios: el secretario de Vivienda Fernando Gil, el secretario del Departamento de la Familia Glorimar Andújar y Carlos Acevedo, comisionado del Negociado del Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD).

El general de división José Reyes, jefe de la Guardia Nacional de Puerto Rico, fue puesto a cargo del NMEAD.

Dijo que el almacén era uno de los dos alquilados por el estado para guardar los donativos o la ayuda sobrante de los esfuerzos de socorro después de María, la masiva tormenta que causó, según algunas estimaciones, 90 mil millones de dólares en daños en Puerto Rico.

El almacén de Ponce fue dañado por el reciente terremoto, por lo que los suministros tuvieron que ser trasladados, dijo Reyes a David Begnaud, corresponsal de CBS News en Puerto Rico.

«Aparentemente se mantuvieron en secreto, y siempre se le dijo a la Gobernadora que los productos se distribuyeron adecuadamente y de acuerdo con el plan de contingencia», dijo Reyes. «Fue una información que no se le proporcionó a la Gobernadora».

Dijo que el NMEAD alquiló el almacén de 41,000 pies cuadrados en Ponce por tres años a la Compañía de Comercio y Exportación del estado el 21 de junio de 2018. El contrato fue por 622,000 dólares.

Otro almacén más pequeño se alquiló el 4 de abril de 2019 por 2 años a un costo de 268,000 dólares.

El gobierno reconoció que había 80 paletas con botellas de agua en el almacén de Ponce que ya habían expirado y que tendrían que ser desechadas.

Este no es un problema aislado. Miles de otras botellas de agua que fueron enviadas como ayuda para María también expiraron, y terminaron siendo usadas para el riego.

Sonia Torres, de 59 años de edad, cuya casa en Adjuntas (un municipio de Ponce) fue dañada por el terremoto, dijo que las latas de sopa que le dieron después del desastre también habían caducado.

El terremoto mató a una persona y se estima que causó más de 200 millones de dólares en daños.

Torres recientemente logró recoger algunos suministros distribuidos por el gobierno, pero la preocupación más apremiante para ella y muchos otros es la vivienda. Más de 7,000 personas permanecen en refugios desde el terremoto.

Las grietas en las paredes de su casa se están agrandando, dijo, y no sabe si es seguro para ella permanecer allí. Presentó sus papeles al gobierno, pero hasta ahora no ha recibido respuesta. Pasó la primera noche en un refugio instalado en una cancha de baloncesto, pero no había electricidad y hacía mucho frío por la noche, así que ahora duerme en su auto.

También necesita que alguien evalúe los daños en su casa.

La electricidad también sigue siendo un problema. El terremoto derribó una importante central eléctrica, y el resto de la red apenas pudo compensar, dijo Alex Amparo, subadministrador de la Dirección Nacional de Recuperación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), en una entrevista con Begnaud.

Durante la primera semana, no hubo electricidad en el pueblo, dijo Torres, lo que provocó que todos los alimentos de su refrigerador se echaran a perder. Compró más, pero los apagones persistieron, por lo que ahora duda si debe comprar más alimentos perecederos.

Incluso a día de hoy la energía sigue yendo y viniendo, dijo.

La red eléctrica de la isla fue diezmada por el huracán de 2017. Una de las principales razones fue su estado de deterioro incluso antes de que ocurriera el desastre. En 2016, los puertorriqueños sufrieron de media 4.5 cortes de electricidad que tardaron un promedio de 3 horas en arreglarse (pdf). Un estudio de 2016 (pdf) encontró que la «infraestructura de generación y transmisión se está desmoronando literalmente».

La FEMA movilizó a un gran contingente para la reparación de la red que integró en 2018 a más de 2,000 miembros del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para hacer frente a las reparaciones.

Desde el año 2017, Puerto Rico ha recibido más de 15,000 millones de dólares en fondos para desastres, a los que hay que sumar las decenas de miles de millones más en camino.

El presidente Donald Trump, el 16 de enero, catalogó a Puerto Rico como «uno de los lugares más corruptos de la tierra», y denunció a sus líderes como «incompetentes o corruptos».

El 15 de enero, la administración Trump impuso docenas de nuevas condiciones al gobierno de la isla para acceder a 8.3 mil millones de dólares en fondos de recuperación retardada para los huracanes Irma y María de 2017. Un día después, Trump declaró el estado de desastre mayor en la isla, aumentando la ayuda a Puerto Rico.

La declaración de Trump de desastre mayor en Puerto Rico hace que los fondos federales estén disponibles para reparaciones, viviendas temporales y préstamos de bajo costo «para ayudar a los individuos y a los propietarios de negocios a recuperarse de los efectos del desastre», dijo la Casa Blanca.

Las noticias sobre los suministros aparentemente mal manejados molestaron a muchos puertorriqueños, que ya estaban enfadados por la respuesta chapucera del gobierno al huracán María, con incidentes similares de suministros que no se utilizaron y que fueron descubiertos meses después.

Tom Ozimek y The Associated Press contribuyeron a la elaboración de este artículo.

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