CIUDAD DE NUEVA YORK— La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, derrotó a su contrincante republicano, el congresista Lee Zeldin (R-N.Y.), en una contienda más estrecha de la esperada para el bastión demócrata.
Según una proyección de Decision Desk HQ a las 11:31 p.m. hora ET, Hochul ganó la elección con un 54.2 %, frente al 45.8 % de Zeldin, tras el 79 % informado hasta la medianoche, hora ET.
«Yo no estoy aquí para hacer historia. Estoy aquí para marcar la diferencia», dijo Hochul poco después de que Fox la declarara ganadora. Ella recordó cómo sus padres «empezaron la vida de casados en un parque de caravanas» pero «se levantaron a base de trabajo».
«Yo he recibido el honor de mi vida al convertirme en la primera mujer en dirigir este estado», añadió la gobernadora.
«He sentido un peso sobre mis hombros para asegurarme de que todas las niñas y todas las mujeres del estado que han tenido que chocar contra las barreras profesionales donde quiera que van, sepan que una mujer puede ser elegida por derecho propio y gobernar con éxito un estado tan duro y difícil como Nueva York», dijo Hochul durante su discurso de victoria.
La contienda demostró ser la más competitiva que Nueva York haya visto en casi tres décadas, desde que el republicano George Pataki obtuvo una sorprendente victoria en 1994.
Justo antes de la medianoche, Zeldin no dio por perdida las elecciones. Él le deseó un feliz cumpleaños a su madre y recordó a sus partidarios que aún quedaban 1.4 millones de votos por contar, lo que provocó cánticos y aplausos entre la multitud de sus seguidores.
«Hemos estado aplastando la jornada electoral en general en todo el estado», indicó el candidato a sus partidarios en un encuentro con sus seguidores en el centro de Manhattan, señalando que sus márgenes habían estado subiendo a medida que pasaban las horas.
«Los neoyorquinos están llegando a su punto de ruptura», dijo Zeldin, añadiendo que él estaba dando este mensaje «sin disculparse ni arrepentirse». «Llegamos a esto con la pasión de tener un debate de ideas para una mejor dirección de Nueva York».
Hochul se aseguró la victoria a pesar de que su oponente arremetió contra ella duramente durante las últimas semanas de campaña por ser supuestamente blanda con el crimen, un tema que preocupa a muchos votantes de la ciudad.
Oriunda de Buffalo, Hochul asumió el cargo de gobernadora el pasado mes de agosto tras la dimisión de Cuomo en medio de acusaciones de agresión sexual. Ella se centró en el acceso al aborto y atacó a los vínculos de Zeldin con Trump, pero el aumento de Zeldin en las encuestas hizo que cambiara su mensaje.
En las últimas semanas, prometió contratar a 1200 agentes de tránsito para prevenir los delitos de tránsito, instalar cámaras en los vagones y mantener las armas ilegales fuera de las calles.
Según Janice Lynch, una abogada de 63 años de edad que vive en el Upper East Side y que apoya a Zeldin, ella no está convencida de que Hochul pueda cumplir sus promesas.
«Sacar las armas de la calle no es la respuesta», dijo Lynch. «Los delincuentes siempre van a poder conseguir armas, pase lo que pase, así que eso no va a cambiar para nada. Ella no puede hacer nada. Puede aprobar todas las leyes contra las armas que quiera».
La abogada indicó que se ha estado movilizando en Uber porque tiene «mucho miedo de subir al metro».
«Esto realmente no está bien. Esta no es la forma en que la ciudad se supone que funciona», dijo Lynch a The Epoch Times en el centro de Manhattan.
Zeldin, de 42 años, quien creció en el condado de Suffolk y sirvió en la Reserva del Ejército de Estados Unidos, lanzó su campaña electoral hace un año y medio.
Su candidatura parecía ser una apuesta arriesgada. Pero con un discurso centrado en la delincuencia, la seguridad pública y el aumento de los precios, temas que para los votantes están cerca de la cima de los problemas, Zeldin se fue acercando constantemente a Hochul, reduciendo su ventaja del 24 % en junio a un solo dígito en las últimas semanas.
En el liberal estado de Nueva York, donde el número de inscritos demócratas supera en dos a uno a los republicanos, y donde el predecesor de Hochul, Andrew Cuomo, ganó el cargo por 24 puntos, a favor, el impulso de Zeldin mantuvo en vilo a los demócratas. El 4 de noviembre, la Asociación de Gobernadores Demócratas creó un nuevo super PAC para impulsar la posición de Hochul.
A medida que los candidatos a gobernador se dirigían al último sprint, un elenco rotativo de pesos pesados de la política acudió en ayuda de Hochul. El expresidente Barack Obama hizo un anuncio de radio para ella y la vicepresidenta Kamala Harris junto con la exsecretaria de Estado, Hilary Clinton, subieron al escenario con Hochul en el centro de Manhattan, días antes de que el expresidente Bill Clinton y el presidente Joe Biden le dieran su apoyo de última hora durante el fin de semana.
Por su parte, Zeldin compartió escenario con Tulsi Gabbard, excongresista demócrata de Hawai que abandonó el partido el mes pasado; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la representante Elise Stefanik (R-N.Y.); el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin; y el propio Pataki, cuya victoria Zeldin esperaba emular.
Aunque su rival recaudó mucho más que él, Zeldin ha conseguido el apoyo de grupos externos que, en conjunto, han aportado unos 20 millones de dólares a los dos super PAC que lo respaldan. Los datos de AdImpact muestran que Zeldin y sus aliados invirtieron USD 8.3 millones en anuncios durante la semana pasada, frente a los USD 5.2 millones del lado de Hochul.
El problema de la delincuencia en Nueva York golpeó dos veces a Zeldin durante la contienda electoral. En octubre, sus hijas gemelas de 16 años, estando en su hogar tuvieron que esconderse en el baño de un piso más arriba y llamar a la policía después de un tiroteo cerca del porche. En julio, Zeldin fue atacado en el oeste de Nueva York por un hombre que llevaba un llavero con dos puntas afiladas. El atacante acusado, David Jakubonis, fue detenido inicialmente durante horas antes de ser liberado bajo su propia responsabilidad en virtud de la reforma de la ley estatal de 2019, que renuncia a la fianza para la mayoría de los delitos menores y delitos no violentos.
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