Hunter Biden fue declarado culpable de todos los cargos en su juicio por armas el 11 de junio, convirtiéndose en el primer hijo de un presidente en ejercicio en enfrentar un juicio federal y una condena.
El juicio giró en torno a un revólver Colt Cobra que Biden compró en una armería el 12 de octubre de 2023, en una época en la que, según los fiscales, estaba sumido en la adicción al crack.
Las autoridades acusaron a Biden de mentirle a una tienda de armas con licencia federal al afirmar ilegalmente en su solicitud que no consumía drogas al momento de la compra y de poseer ilegalmente el arma durante 11 días. Biden enfrentaba tres delitos graves y se declaró inocente de los cargos.
Los miembros del jurado deliberaron durante una hora por la tarde del 10 de junio antes de continuar a la mañana de este martes. En total estuvieron tres horas deliberando sobre el caso.
El veredicto se dictó después de un juicio de una semana de duración en el que participaron los testimonios de la exesposa de Biden, Kathleen Buhle, su exnovia Zoe Kestan, su cuñada y expareja Hallie Biden, su hija Naomi Biden, testigos expertos y el propietario de la armería y el dependiente que vendió el arma a Biden, y el hombre que encontró el arma en la basura.
Los fiscales argumentaron que el testimonio de las exparejas románticas de Biden, junto con mensajes de texto y extractos de memorias, demostraban que Biden era «a sabiendas» un drogadicto activo en octubre de 2018 cuando compró el arma de fuego.
La defensa, por el contrario, argumentó que dado que Biden no se consideraba un adicto cuando compró el arma, no mintió «a sabiendas» en el formulario de solicitud de armas cuando marcó «no» cuando se le preguntó si era un drogadicto.
En su alegato final del 10 de junio, el fiscal Leo Wise se centró en las autoadmisiones de adicción a las drogas en las memorias de Biden y en los mensajes de texto que envió alrededor de la fecha de la compra del arma, en los que le decía a Hallie Biden que estaba esperando a un proveedor de drogas o fumando crack.
«Él sabía que consumía drogas. Eso es lo que demuestran las pruebas. Y él sabía que era adicto a las drogas. Eso es lo que demuestran las pruebas», dijo el Sr. Wise.
Si bien la defensa reconoció el uso de drogas del Sr. Biden, trataron de pintar una imagen de un hombre luchando pero superando de otra manera un período oscuro que comenzó con la muerte de su hermano Beau de cáncer cerebral en 2015.
La defensa argumentó que el Sr. Biden estaba recibiendo tratamiento de rehabilitación en los meses previos a la compra de armas, señalando cientos de miles de dólares de retiros en efectivo en 2018 como prueba.
Los fiscales, sin embargo, dijeron que hay estados de cuenta bancarios para los pagos de rehabilitación, y que se pagaron con una tarjeta, no en efectivo. Los fiscales alegaron que el señor Biden retiraba el efectivo para pagar drogas, no programas de rehabilitación.
La defensa también argumentó que nadie presenció directamente que el Sr. Biden consumiera drogas al momento de la compra del arma, incluidos los 11 días que tuvo el arma antes de que Hallie Biden la encontrara en su camioneta y la tirara a un contenedor de basura público.
Los fiscales sostuvieron que había pruebas de que el Sr. Biden consumió drogas justo después de comprar el arma. Mostraron mensajes de texto que supuestamente envió a Hallie Biden pocos días después de la compra del arma.
En un mensaje, menciona «esperando a un traficante llamado Mookie», y en un mensaje del día siguiente, el Sr. Biden dice que está fumando crack arriba de un coche.
Aunque muchos miembros de la familia del Sr. Biden, incluida la primera dama Jill Biden y su tío James Biden, estuvieron presentes en la corte durante todo el juicio para mostrar su apoyo, los fiscales dijeron a los miembros del jurado que se centraran en las pruebas directas del caso, no en el apoyo familiar.
«La gente sentada en la tribuna no es una prueba», dijo Wise a los miembros del jurado, señalando a los familiares de Biden.
El Sr. Biden no subió al estrado durante el juicio y el Sr. Lowell pidió al juez que instruyera al jurado para que no reprochara a su cliente el haber optado por no testificar.
El juicio, a cinco meses de las elecciones de 2024, coincide con la revancha entre el padre de Biden y el expresidente Donald Trump, que también recibió un veredicto de culpabilidad en su juicio penal de Manhattan semanas antes.
Tampoco es el último juicio penal para el Sr. Biden este año, que se enfrenta a una fecha de corte de septiembre en California por cargos de evasión de impuestos.
El Sr. Biden se enfrenta a hasta 25 años de prisión con su condena en el caso federal de las armas, aunque los delincuentes primerizos suelen recibir menos de la sentencia máxima.
No está claro si el juez condenará a Biden a una pena de prisión tras recibir un veredicto de culpabilidad.
The Associated Press contribuyó a este artículo.
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