Las ocho víctimas de la masacre ocurrida el 15 de abril en unas instalaciones de FedEx en Indiana, Estados Unidos, fueron identificadas por las autoridades. Horas antes, las fuerzas de seguridad revelaron que el FBI recibió una advertencia del sospechoso del crimen cerca de un año antes del tiroteo masivo.
Los nombres de las víctimas son Matthew Alexander, de 32 años; Samaria Blackwell, de 19 años; Amarjeet Johal, de 66 años; Jaswinder Kaur, de 64 años; Jaswinder Singh, de 68 años; Amarjit Sekhon, de 48 años; Karli Smith, de 19 años; y John Weisert, de 74 años; de acuerdo a la Oficina del Forense del Condado de Marion y FedEx.
Todos los fallecidos trabajaban en las instalaciones de FedEx Ground donde se produjo el tiroteo, cerca del aeropuerto de Indianápolis. Otras cinco personas resultaron heridas de bala y fueron trasladadas a diferentes hospitales.
Nada parece relacionar a las víctimas, salvo ese hecho, dijo este viernes a la prensa Craig McCartt, subjefe de la policía de Indianápolis.
Al menos cuatro de las víctimas eran sikhs, según la Coalición Sikh. El grupo instó a las autoridades a examinar la posibilidad de sesgo como factor en el tiroteo.
«Aunque todavía no sabemos el motivo del tirador, su objetivo fue una instalación conocida por estar muy poblada por empleados sikhs y el ataque fue traumático para nuestra comunidad, ya que seguimos enfrentándonos a una violencia sin sentido», dijo Satjeet Kaur, director ejecutivo de la coalición, en una declaración.
Las fuerzas del orden creen que el tirador era Brandon Scott Hole, de 19 años, que había estado empleado en el lugar de trabajo al que presuntamente disparó.
Hole salió de su vehículo y comenzó a disparar sin que ningún enfrentamiento o disturbio desencadenara los disparos, según las autoridades. Tras varios minutos de disparar a los empleados en el aparcamiento y, una vez dentro, en una zona de control, Hole se suicidó. Los oficiales de policía aún no habían entrado en el edificio.
En ese momento había al menos 100 personas en las instalaciones, algunas cambiando de turno y otras en su descanso para cenar.
Levi Miller, un empleado del lugar, dijo en el programa «Today» de NBC que vio a un hombre disparando el jueves por la noche. El hombre «empezó a gritar, y luego comenzó a disparar en direcciones aleatorias», dijo Miller, añadiendo que no pudo oír lo que el hombre estaba hablando y que pronto se puso en un lugar cubierto.
Los agentes del FBI fueron alertados sobre Hole el año pasado por su madre. La mujer dijo a la policía que él podría intentar suicidarse con un policía o forzar a los agentes de policía a dispararle, dijo el agente especial del FBI en Indianápolis, Paul Keenan, en una declaración.
Ante la sospecha de problemas mentales, el Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis puso al sospechoso en situación de detención inmediata por motivos de salud mental. Los agentes incautaron una escopeta en el domicilio de Hole, pero no encontraron ninguna infracción penal ni pruebas de extremismo violento por motivos raciales, dijo Keenan.
La policía de Indianápolis tiene varios informes sobre Hole, incluyendo uno de 2013 y otro de 2020, dijo McCartt a los periodistas.
En el informe del año pasado Hole figura como detenido. La Unidad de Salud del Comportamiento del departamento inició una detención inmediata porque «había expresado ideas suicidas», informó el Indianapolis Star.
Su arma la compró a 24 horas de ser detenido.
El joven fue trasladado a un hospital cercano y posteriormente le dieron el alta. No está claro cuánto tiempo estuvo detenido.
«Sinceramente, no tengo mucha información sobre ese informe. Sé que se incautó un arma el año pasado. Pero esa es toda la información que tengo sobre ello ahora mismo», dijo McCartt.
Hole utilizó un rifle en el tiroteo, pero la marca y el modelo no se hicieron públicos. Las autoridades no sabían si fue obtenido legal o ilegalmente. El presidente Joe Biden y otros demócratas pidieron que se aprueben proyectos de ley de control de armas tras el tiroteo.
Hole trabajó para FedEx desde agosto hasta octubre de 2020, según la empresa. Las autoridades policiales no saben por qué dejó el trabajo, dijo McCartt.
«Este es un día devastador, y las palabras como para describir las emociones que todos sentimos se hacen difíciles», dijo el director general de FedEx, Frederick Smith, en una declaración. «Quiero expresar mis más profundas condolencias a las familias, amigos y compañeros de trabajo de esos miembros del equipo».
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