Janus, la tortuga de dos cabezas, se prepara para celebrar su 23º cumpleaños en septiembre

Por Robert Jay Watson
11 de agosto de 2020 6:25 PM Actualizado: 11 de agosto de 2020 6:25 PM

El dios romano con dos cabezas Janus ha encontrado su homónimo en una tortuga griega con dos cabezas en el Museo de Historia Natural de Ginebra, Suiza.

El reptil llamado Janus salió del cascarón el 3 de septiembre de 1997 y sus posibilidades de sobrevivir en la naturaleza serían escasas o nulas, ya que sus dos cabezas lo hacen más vulnerable y menos móvil que las tortugas de una sola cabeza. Pero en el museo, con cuidado constante y caricias, esta extraordinaria tortuga ha vivido 22 increíbles años, un récord para las criaturas de dos cabezas.

Ahora, el museo se está preparando para celebrar su cumpleaños número 23 y Janus se ve en buena forma.

Janus, la tortuga griega de dos cabezas del Museo de Historia Natural de Ginebra, es fotografiada el día de su 20º cumpleaños, el 3 de septiembre de 2017, en Ginebra. (FABRICE COFFRINI/AFP vía Getty Images)

Janus salió de un huevo de tortuga que fue donado al museo y eclosionó ahí. Al nacer con dos cabezas, los empleados no era optimistas sobre sus posibilidades de sobrevivir.

Andréas Schmitz, un herpetólogo del museo, dijo al canal suizo RTS: «Janus no puede retraer completamente su cabeza hacia adentro. Si yo fuera un depredador, podría atacar a las dos cabezas que son fácilmente visibles. Eso significa que en la naturaleza, no hay posibilidades de sobrevivir o casi ninguna posibilidad, de que estas criaturas sobrevivan los primeros días o las primeras horas de su vida».

Una fotografía de cerca de Janus, la tortuga griega de dos cabezas del Museo de Historia Natural de Ginebra (FABRICE COFFRINI/AFP vía Getty Images)

Otro problema que plantean las dos cabezas es que cada una tiene su propio cerebro. Lo que significa que decidir qué hacer y a dónde ir puede ser problemático. Schmitz dijo que Janus tiene una cabeza «que es ligeramente más dominante» y cuando se trata de moverse, la dificultad es si «hay una cabeza que quiere caminar hacia la derecha y la otra quiere caminar hacia la izquierda, hay información contradictoria, y eso significa que no se mueve en absoluto».

El museo ya no mantiene animales vivos pero hace una excepción por Janus, la tortuga bicéfala. «Cuidar animales vivos involucra muchas obligaciones», dijo Pierre-Henri Heizmann, el administrador del museo, a Cult. “Ponemos todo lo necesario para mantenerla, sobre todo para mantenerla sana y darle toda la atención necesaria”.

Los niños interactúan con Janus, la tortuga griega de dos cabezas del Museo de Historia Natural de Ginebra, el 5 de septiembre de 2007. (FABRICE COFFRINI/AFP vía Getty Images)

Afortunadamente, en el museo, Janus ha recibido un trato de 5 estrellas que le ha permitido vivir una vida mucho más larga de lo que cualquiera hubiera esperado para una criatura bicéfala. Además de una luz UV en su recinto interior, recibe diferentes tipos de lechuga y bayas para masticar. Después de que la pandemia obligara al museo a cerrar sus puertas a los visitantes, fue un momento perfecto para mejorar el terrario de Janus.

En el verano de 2020, Janus tuvo acceso al exterior a través de un hábitat especial al aire libre en el techo del edificio de investigación del museo. Nicolas Dumoulin, responsable de la seguridad y el mantenimiento, explicó a Cult que cuando las temperaturas están por encima de los 20 a 23 grados Celsius (68 a 73 grados Fahrenheit), Janus puede disfrutar de su espacio exterior y obtener los rayos UV y la vitamina D que necesita.

Janus, la tortuga griega de dos cabezas del Museo de Historia Natural de Ginebra, come lechuga el día de su 20º cumpleaños, el 3 de septiembre de 2017, en Ginebra. (FABRICE COFFRINI/AFP vía Getty Images)

Todos los días, Janus se baña para mantener su caparazón limpio y libre de peligrosos hongos. El agua debe estar caliente, entre 26 y 30 grados centígrados. Una de las tres cuidadoras de Janus, Angélica Bourdoin, dijo que Janus está tan relajada durante el baño que «se estira [las piernas] y no solo se estira, sino que se duerme».

A pesar de todos sus cuidados, el museo tiene que pensar cuidadosamente en el diseño del hábitat de Janus, ya que la mutación genética responsable de sus dos cabezas también parece haber tenido algunos efectos en su caparazón. «El caparazón está definitivamente deformado», dijo Andreas Schmitz a la RTS. «No es perfectamente redonda como otras tortugas griegas». Esto significa que si Janus alguna vez se cayera de espaldas, no sería capaz de darse la vuelta por sí misma.

Lo que es seguro es que sea cual sea el nuevo recinto de Janus, seguirá siendo una de las atracciones estrella del museo, ya que los visitantes acuden en masa a ver esta maravilla de dos cabezas.

Janus, la tortuga griega de dos cabezas del Museo de Historia Natural de Ginebra, come ensalada cuando se presenta a la prensa y al público durante la celebración oficial de su 10º cumpleaños el 5 de septiembre de 2007. (FABRICE COFFRINI/AFP vía Getty Images)

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