El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo que el país suspenderá temporalmente la llegada de todos los visitantes extranjeros a partir del 30 de noviembre para evitar la propagación de la variante ómicron del virus del PCCh, una nueva variante identificada por primera vez en Sudáfrica.
En declaraciones a la prensa en su oficina el 29 de noviembre, Kishida dijo que las medidas de emergencia se impusieron para prevenir «el peor escenario» en Japón.
«Se trata de medidas temporales y excepcionales que estamos adoptando en aras de la seguridad hasta que haya información más clara sobre la variante ómicron», dijo.
Japón se convirtió en el segundo país en imponer la prohibición de viajar a todos los turistas extranjeros en respuesta a la variante ómicron, después de Israel. Kishida dijo que los ciudadanos japoneses y los residentes extranjeros que vuelvan a entrar en Japón procedentes de 14 países en los que se han detectado casos de la variante ómicron deberán permanecer en cuarentena en instalaciones designadas.
El primer ministro instó a la población a llevar mascarillas y a mantener el distanciamiento social hasta que se conozcan más detalles de la nueva variante.
La medida se tomó después de que el gobierno anunciara el 26 de noviembre que reforzará los controles fronterizos para las personas que lleguen de seis naciones africanas, entre ellas Sudáfrica, Eswatini, Zimbabue, Namibia, Botsuana y Lesoto.
Un viajero procedente de Namibia dio positivo por virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, pero aún no se ha determinado si la persona estaba infectada con la variante ómicron, según declaró el 29 de noviembre el ministro de Sanidad, Shigeyuki Goto.
Goto dijo que la muestra había sido enviada para que las autoridades analizaran el genoma.
El 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la variante ómicron como una «variante preocupante» después de que surgieran temores de que la variante pudiera ser más contagiosa y pudiera evadir la protección de las vacunas. La OMS declaró que la nueva variante «se ha detectado a un ritmo más rápido que los anteriores aumentos de la infección, lo que sugiere que esta variante puede tener una ventaja de crecimiento».
La detección de la variante ómicron desató la alarma mundial, ya que varios gobiernos de todo el mundo se apresuraron a imponer nuevas restricciones a los viajes y los mercados financieros se desplomaron, temiendo que la variante pudiera resistir las vacunas y pudiera poner en peligro la incipiente reapertura económica tras dos años de pandemia mundial.
Más países impusieron restricciones a los viajes desde algunas naciones del sur de África, pero Sudáfrica denunció las medidas como injustas y como potencialmente perjudiciales para su economía, diciendo que está siendo castigada por su capacidad científica para identificar tempranamente las variantes del virus del PCCh.
Mientras tanto, Singapur y Malasia reabrieron sus fronteras mutuas para los viajeros vacunados el 29 de noviembre, tras casi dos años de cierre que provocaron que decenas de miles de personas quedaran varadas en ambos lados, aunque se teme que la frontera pueda volver a cerrarse debido a la nueva variante.
Con información de Reuters.
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