El 15 de febrero, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado escuchó las declaraciones de funcionarios policiales sobre el tráfico de fentanilo (una sustancia de tipo opiáceo extremadamente letal) hacia EE.UU. a través de la frontera sur.
En su discurso de apertura, el Dr. Rahul Gupta, director de la Política Nacional de Control de Drogas, señaló que la desbordante cifra de 46 millones de estadounidenses lucha contra el abuso de sustancias. Una de las drogas más peligrosas es el fentanilo.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas informa que 70,601 personas murieron debido a sobredosis de fentanilo en 2021.
“Esta crisis hace más que causar muertes trágicas y prevenibles: Está desgarrando el tejido de nuestra nación”, dijo Gupta.
El problema, agregó, “atraviesa todos los límites geográficos, demográficos [y] económicos”.
La directora de la Administración de Control de Drogas (DEA), Anne Milgram, también subrayó en su testimonio el alcance del problema en el ámbito nacional.
“Ahora estamos incautando fentanilo en los cincuenta estados y es la amenaza de drogas más mortal que nuestro país haya enfrentado”, dijo Milgram al panel.
Un problema internacional
A lo largo de la audiencia, los funcionarios describieron al fentanilo como un problema internacional.
Si bien el problema ha sido un problema importante en el corazón de Estados Unidos, el senador Bob Menendez (D-N.J.) dijo que las soluciones deben mirar más allá del frente interno.
“La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado está celebrando esta audiencia porque este es un tema que no podemos resolver solo dentro de nuestras fronteras”, explicó Menéndez.
En sus comentarios de apertura ante el panel, Milgram explicó que los cárteles mexicanos de la droga son responsables de la mayor parte del fentanilo que ingresa al país.
“Entre agosto de 2021 y agosto de 2022, 107,735 vidas estadounidenses se perdieron por intoxicación por drogas”, comenzó Milgram.
“Quizás lo más importante que puedo decirle al comité hoy es: Sabemos quién es el responsable: El Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco (CJNG), ambos cárteles en México son responsables de la gran mayoría del fentanilo que ingresa a EE.UU.” dijo Milgram. “Es por eso que la DEA ha hecho de derrotar a esos dos cárteles nuestra principal prioridad operativa”.
Estos cárteles “dominan la cadena de suministro global de fentanilo”, continuó Milgram.
Aunque se informa que el gobierno mexicano ha aumentado su represión contra los cárteles y ha reducido la corrupción interna, la actividad de los cárteles sigue siendo un problema apremiante para México. Por extensión, la actividad de los cárteles también es una amenaza para la vida de los estadounidenses.
Milgram también dijo que la mayoría de las drogas ilícitas ingresan a través de aeropuertos o puertos terrestres a lo largo de la frontera sur. La funcionaria pidió una mayor seguridad y medidas de detección en los puntos de entrada vigilados a lo largo de la frontera.
“El fentanilo es tan adictivo que el cártel lo usa para generar adicción”, dijo.
Si bien la mayor parte del fentanilo en Estados Unidos se produce en México, muchos precursores de la droga provienen de China.
“Empiezan en China, donde compran los precursores químicos para fabricar fentanilo”, explicó Milgram. “Luego llevan esos químicos a México, donde están produciendo fentanilo en masa”.
Y lo que es aún más preocupante, se sabe que los cárteles reproducen medicamentos de venta con receta como Xanax, Adderall y otros. Sin embargo, la única droga para la que hacen esas imitaciones es para el fentanilo.
Después de producir polvo de fentanilo, dijo Milgram, los cárteles “están presionando una gran cantidad de ese polvo para convertirlo en píldoras recetadas falsas en México”.
“Esas píldoras se ven idénticas a los medicamentos estadounidenses e internacionales reales, como Oxycontin, Percocet, Adderall o Xanax. Pero no tienen medicina real en ellos; son fentanilo y relleno”.
“Los cárteles luego llevan las píldoras y el polvo a Estados Unidos”, dijo Milgram.
Para que el dinero de las ventas de drogas regrese a México, los cárteles a menudo cuentan con la ayuda de lavadores de dinero chinos, dijo Milgram.
Estados Unidos también ha tenido problemas para lograr que México coopere, señaló Menéndez.
«La Fiscalía Nacional de México, [cada vez más] polítizada, ha mostrado poco apetito por procesar casos relacionados con el fentanilo», dijo Menéndez.
“La colusión entre carteles y funcionarios mexicanos es un desafío recurrente”, continuó Menéndez.
“Las autoridades mexicanas parecen no estar dispuestas a reconocer que la gran cantidad de fentanilo que ingresa a Estados Unidos se fabrica en laboratorios clandestinos en México”, dijo.
Además, Milgram le dijo al panel que 232 delincuentes actualmente esperan la extradición por cargos relacionados con drogas, aunque México ha cooperado un poco en la entrega de estos delincuentes.
China
Los republicanos criticaron la gestión de la administración Biden en relación con China, que desempeña un papel crucial en la cadena de suministro del fentanilo.
Haciendo referencia a la reunión de Biden del 14 de noviembre con el líder chino Xi Jinping, Jim Risch (R-Idaho) dijo: “Lo que llamó la atención es que aquí no se menciona ni una sola vez el problema del fentanilo que tenemos con China”.
Risch le preguntó al subsecretario de Estado, Todd Robinson, si Biden había discutido el tema con Xi.
“No sé si pudieron llegar a eso durante su conversación”, dijo Robinson.
“Sé que… la relación entre China y Estados Unidos es compleja”, continuó. “Hay muchos temas sobre la mesa, pero no hay duda de que esta administración y [el secretario de Estado, Antony Blinken] son muy conscientes de este problema”.
Más tarde, Robinson reconoció que el Departamento de Estado había tenido un “compromiso limitado con China sobre este tema”.
Robinson dijo que era optimista de que China entre en razón. Citó la decisión de China de 2019 de catalogar el fentanilo como una sustancia ilícita, lo que, según dijo, redujo significativamente la entrada de fentanilo de China a Estados Unidos.
Presionado aún más por Risch, Robinson reconoció: “Hay pasos básicos, que podrían ayudar mucho, que [China] podría estar tomando y que no están llevando a cabo en este momento”.
Robinson le pidió a China que sea más transparente sobre las etiquetas de los productos químicos que salen del país y que intercambie más información con Estados Unidos.
“No están haciendo eso ahora, realmente no nos están hablando al respecto”, admitió Robinson, y agregó: “Deberían”.
Big Tech
Uno de los medios de distribución de fentanilo mencionado durante la audiencia fueron las grandes plataformas tecnológicas (Big Tech).
Los traficantes de drogas a menudo usan plataformas como Snapchat para comercializar drogas y planificar reuniones con posibles compradores.
Durante sus comentarios de apertura, Milgram dijo que las redes sociales se habían convertido en un medio principal para distribuir drogas.
En su declaración de apertura, Gupta dijo que las plataformas tecnológicas serían una parte clave del impulso de la administración contra el fentanilo.
“Si sigue siendo fácil obtener drogas ilícitas en Estados Unidos… nunca terminaremos con esta crisis”, dijo Gupta. “Es por eso que, en el Estado de la Unión, el presidente Biden lanzó una búsqueda importante (sic) para detener la producción, el tráfico y la distribución ilícitos de fentanilo en todos los cuellos de botella, incluida la responsabilidad de las Big Tech que permiten la venta de drogas ilegales en sus plataformas”.
Más adelante en la audiencia, la senadora Jeanne Shaheen (D-N.H.) también se refirió al tema de las Big Tech.
“Snapchat, TikTok e Instagram, todas se utilizan para comercializar y vender píldoras mezcladas con fentanilo”, dijo Shaheen. “Creo que tenemos que hacer más para obligar a las empresas de redes sociales a ser responsables”.
Durante la audiencia, Milgram y otros les pidieron a los legisladores que hicieran más para regular la venta de drogas en las plataformas tecnológicas y que aprobaran leyes para abordar la crisis del fentanilo.
El problema del fentanilo es uno que cruza las líneas partidistas. Aun así, cualquier acción del Congreso sobre el asunto requerirá un acuerdo entre los demócratas en el Senado, los republicanos en la Cámara y Biden.
Dado que México y China siguen sin cooperar con Estados Unidos, los legisladores estadounidenses tienen opciones limitadas para abordar la crisis.
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