La orden de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos de utilizar mascarillas en los aviones y otras formas de transporte público fue anulada el lunes por una jueza federal.
La jueza de distrito, Kathryn Kimball Mizelle, escribió que la norma de los CDC excede la autoridad estatutaria de la agencia porque su aplicación viola el derecho administrativo. Mizelle, con sede en Florida y designada por el presidente Donald Trump, ordenó a la agencia que revierta la orden en todo el país en respuesta a una demanda presentada por el Fondo de Defensa de la Libertad de Salud.
No está claro si el Departamento de Justicia intentará presentar una apelación o con cuánta rapidez se aplicará el fallo en todo Estados Unidos, concretamente en los aeropuertos. Hace varias semanas, los CDC anunciaron que prorrogarían el mandato de las mascarillas al menos hasta el 3 de mayo, en medio de los llamados de las compañías aéreas y los grupos para poner fin a esta norma
Mizelle estipuló que los CDC violaron la Ley de Procedimiento Administrativo porque no «permitieron la participación del público a través de la notificación y los comentarios antes de emitir la orden de uso de mascarillas».
«En el momento en que los CDC emitieron el mandato, la pandemia de COVID-19 llevaba casi un año en marcha y los casos de COVID-19 estaban disminuyendo», escribió Mizelle. «Este momento echa por tierra la sugerencia de los CDC de que su acción era tan urgente que un período de comentarios de treinta días era contrario al interés público. Así también, el retraso de los CDC en la emisión del mandato socava aún más su posición».
El comentario público en este caso es necesario, escribió la jueza, porque la orden «limitaría sus opciones y acciones mediante amenazas y sanciones civiles y penales».
La decisión de la jueza es un nuevo revés de los mandatos contra COVID-19 de la administración Biden. A principios de este año, la Corte Suprema anuló una norma de la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo que obligaba a decenas de millones de trabajadores de grandes empresas privadas a vacunarse, pero dejó intacta una norma de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid que obligaba a los trabajadores sanitarios a recibir las vacunas.
Tras la decisión del lunes, Steve Vladeck, profesor de derecho de la Universidad de Texas, escribió en Twitter que los aeropuertos y los centros de viajes deberían ser el objetivo de la autoridad legal de los CDC para tratar de reducir la propagación del virus.
«Esto es tanto un gran problema como una orden judicial (a nivel nacional) verdaderamente absurda», escribió Vladeck. «La autoridad estatutaria de los CDC está dirigida específicamente a prevenir la propagación de enfermedades transmisibles a través de las fronteras estatales. ¿Dónde es más probable que se produzca esa propagación que en los centros de transporte como los aeropuertos?»
A principios de este año, varios municipios y estados liderados por los demócratas se unieron a muchos de sus homólogos republicanos para rescindir los requisitos de mascarillas y pasaportes de vacunas, ya que los casos de COVID-19 disminuyeron significativamente en todo Estados Unidos. Sin embargo, Filadelfia restableció en los últimos días una orden general de mascarilla, lo que provocó una demanda de los empresarios locales.
Este mes, varios directores generales de grandes aerolíneas pidieron al gobierno de Biden que retire la orden de mascarilla de los CDC.
«Nos sentimos alentados por los datos actuales y el levantamiento de las restricciones de COVID-19 de costa a costa, que indican que ya es hora de eliminar las políticas de transporte de la era COVID», escribió un grupo de directores ejecutivos en una carta a la Casa Blanca. American Airlines, United Airlines Holdings, Delta Air Lines y Southwest Airlines fueron algunas de las empresas que firmaron el documento.
Los directores añadieron que «cambió mucho desde que se impusieron estas medidas y estas ya no tienen sentido en el contexto actual de la salud pública», antes de hacer notar un «descenso persistente y constante de las tasas de hospitalización y mortalidad».
Ni la Casa Blanca ni los CDC han emitido comentarios públicos tras la sentencia de Mizelle. The Epoch Times se ha puesto en contacto con los CDC, la Casa Blanca y los abogados de los demandantes para pedirles comentarios.
Con la colaboración de Zachary Stieber
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