Los oficiales de la Fuerza Aérea recibieron una orden el 27 de julio de no disciplinar a los aviadores que pidieron exenciones religiosas bajo la orden de vacunación contra COVID-19 de las fuerzas armadas.
El juez de distrito de Estados Unidos, Matthew McFarland, designado por Trump, firmó una medida cautelar contra la Fuerza Aérea.
McFarland emitió dos semanas antes un recurso de protección temporal. Luego el juez pidió a los militares que expongan sus argumentos sobre por qué no debía introducir una orden cautelar, que es una medida más duradera.
En una presentación de 16 páginas, los abogados del gobierno dijeron que impedir que el ejército castigue a los miembros no vacunados «interfiere con los procedimientos legales en curso y sería además improcedente, particularmente a la luz de nuevos e importantes desarrollos».
Entre los desarrollos, ellos destacaron la autorización por parte de los organismos reguladores de medicamentos de Estados Unidos de una vacuna COVID-19 fabricada por Novavax. A diferencia de las tres vacunas disponibles anteriormente en Estados Unidos, la vacuna de Novavax no utilizó células fetales en su desarrollo, en su fabricación o producción.
«Aquellos miembros de la clase cuyas objeciones religiosas se basaban en la tecnología de ARNm o en el uso de líneas celulares derivadas del feto ya no se ven sustancialmente perjudicados por el requisito de la vacuna contra COVID-19 porque esta opción está ahora disponible», dijeron los abogados.
En la oposición se incluyó una declaración del teniente general Kevin Schneider, director de personal del cuartel general de la Fuerza Aérea, quien afirmó que los miembros no vacunados «corren un mayor riesgo de contraer COVID-19 y tienen una probabilidad sustancialmente mayor de desarrollar síntomas graves que resulten en la hospitalización o la muerte», por lo que eximir a un gran número de aviadores «supondría un riesgo significativo y sin precedentes para la preparación militar y nuestra capacidad de defender la nación».
De los 14 miembros que fallecieron con COVID-19 desde el 14 de marzo, según Schneider, 12 no estaban vacunados.
El juez McFarland no quedó convencido.
«Los demandados no plantean ningún argumento persuasivo», dijo el juez.
Chris West, un abogado que representa a los demandantes, calificó el fallo de una «¡¡¡gran victoria!!!» en Twitter.
Miles de afectados
La Fuerza Aérea tiene aproximadamente 497,000 miembros. De ellos, el 97.1 por ciento recibió una serie primaria de la vacuna COVID-19 a partir del 11 de julio.
Esta rama de las fuerzas armadas concedió unas 1440 exenciones al mandato, incluidas 104 exenciones religiosas. Otras 2847 están pendientes y 6803 fueron rechazadas.
El escaso número de exenciones religiosas concedidas es «absurdo», dijo McFarland a principios de este año. El juez dijo que la Fuerza Aérea «‘en realidad manipuló las cartas’ contra los miembros del servicio que buscaban exenciones religiosas».
En virtud de la nueva orden, la Fuerza Aérea no pueden tomar medidas disciplinarias, ni intentar expulsar, a los miembros que hayan solicitado una exención religiosa a partir del 1 de septiembre de 2021, que hayan sido considerados por un capellán de la Fuerza Aérea como poseedores de una «creencia religiosa sincera». La mayoría de los militares que lo solicitan lo son pero se les ha denegado su solicitud o no se les ha dado curso.
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