La juez de distrito de Estados Unidos, Esther Salas, pidió mayores garantías a la privacidad de los jueces federales, en sus primeros comentarios públicos, tras un ataque mortal que le quitó la vida a su hijo e hirió a su esposo.
En un emotivo vídeo publicado el lunes, Salas habló sobre el dolor que ella y su familia han estado experimentando después del horrible tiroteo del 19 de julio, donde un hombre armado, que se hizo pasar por un repartidor de FedEx, apareció en la puerta principal de la casa de la jueza federal en Nueva Jersey y disparó contra su hijo de 20 años, Daniel, y su esposo, el abogado defensor Mark Anderl.
El FBI identificó al sospechoso como Roy Den Hollander, un conocido abogado que ha presentado casos relacionados con los derechos de los hombres y que tenía un caso pendiente ante Salas. Las autoridades dicen que Hollander luego se quitó la vida en el estado de Nueva York.
«Mi familia ha experimentado un dolor que nadie debería soportar», dijo Salas en la declaración del vídeo. “Y estoy aquí pidiéndoles a todos que me ayuden a garantizar que nadie tenga que experimentar este tipo de dolor. Es posible que no podamos evitar que algo como esto vuelva a suceder, pero podemos dificultar que quienes nos apuntan nos localicen”.
Salas dijo que el hombre armado había compilado un «dossier completo» sobre información personal de ella y su familia, incluyendo detalles sobre dónde vivían y a qué iglesia asistían. Ella dijo que tal información personal es fácilmente obtenible actualmente y la falta de salvaguardas para protegerla es «inaceptable».
«Actualmente, las direcciones de los jueces federales y otra información está fácilmente disponible en Internet. Además, hay empresas que venderán sus datos personales que se pueden aprovechar para fines nefastos», dijo Salas.
«La muerte de mi hijo no puede ser en vano, por eso les ruego a los que están en el poder que hagan algo para ayudar a mis hermanos y hermanas en el banquillo».
Dijo que, al plantear sus preocupaciones, espera iniciar un diálogo nacional para encontrar una solución que ofrezca mayores garantías que protejan la información personal de los jueces federales.
“Déjame ser clara y decirte de primera mano, esto es una cuestión de vida o muerte. Y no podemos simplemente sentarnos y esperar a que ocurra otra tragedia», dijo.
Salas estaba dentro de su sótano en el momento del tiroteo y no resultó herida en el ataque. Ella dijo que su familia estaba limpiando la casa después de un fin de semana, celebrando el cumpleaños número 20 de su hijo cuando escucharon el timbre. Daniel subió a buscar la puerta, y en cuestión de segundos Salas escuchó el sonido de las balas.
Más tarde se enteró de que Daniel había protegido a su padre cuando el pistolero abrió fuego y le disparó contra el pecho, dijo Salas. El pistolero luego dirigió su atención a Anderl y le disparó tres veces: en el pecho, el abdomen y el antebrazo.
«Mientras mi esposo todavía está en el hospital recuperándose de múltiples cirugías, estamos viviendo la peor pesadilla de todos los padres: hacer los preparativos para enterrar a nuestro único hijo, Daniel», dijo Salas.
Salas dijo que creía que fue atacada por su papel como juez federal.
La jueza, con sede en Newark, Nueva Jersey, fue nominada por el presidente Barack Obama y confirmada en 2011. Antes de eso, se desempeñó como magistrada de Estados Unidos en Nueva Jersey, después de trabajar como asistente de defensor público durante varios años.
Su caso de más alto perfil en los últimos años fue el caso de fraude financiero que involucró a las estrellas de reality show de Teresa y Joe Giudice, marido y mujer, “Real Housewives of New Jersey”, a quienes Salas condenó a prisión por delitos que incluyen fraude de bancarrota y evasión fiscal. Salas escalonó sus sentencias con el fin de que uno de ellos pudiera estar disponible en el cuidado de sus cuatro hijos.
En 2017, prohibió a los fiscales federales que buscaran la pena de muerte contra un presunto líder de una pandilla acusado en varios asesinatos de Newark, dictaminando que la discapacidad intelectual del hombre lo hizo inelegible para la pena capital. Salas luego sentenció al hombre a 45 años de prisión.
Associated Press contribuyó a este informe.
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