La amenaza de TikTok es real: el Congreso debe despertar

Por John Mac Ghlionn
08 de noviembre de 2021 12:51 PM Actualizado: 08 de noviembre de 2021 12:51 PM

Comentario

El 26 de octubre, miembros del Congreso de Estados Unidos preguntaron a Michael Beckerman, ejecutivo de TikTok, si la app comparte datos con el Partido Comunista Chino (PCCh). Aunque Beckerman dijo que no, hay razones para pensar lo contrario.

Con toda esta charla sobre Instagram, es fácil olvidar que existen otras aplicaciones problemáticas. De hecho, según una encuesta exhaustiva realizada por los analistas de Piper Sandler, Instagram ni siquiera es tan popular entre los adolescentes estadounidenses.

Acertadamente titulado «Taking Stock With Teens» (Evaluación de los adolescentes), el informe de 91 páginas resume las respuestas de 10,000 adolescentes estadounidenses. Solo el 22% de los encuestados mencionó Instagram como su app preferida; curiosamente, el 30% nombró TikTok como su app favorita.

La popularidad de TikTok es especialmente reveladora y, sobre todo, preocupante. Lanzada en su forma actual hace tres años, la app de redes sociales cuenta ahora con mil millones de usuarios mensuales activos en todo el mundo; increíblemente, se ha descargado en Estados Unidos más de 200 millones de veces. ¿Por qué deberíamos preocuparnos? Después de todo, es una app inofensiva, ¿no?

No es así.

A medida que las tensiones entre Estados Unidos y China siguen aumentando, el PCCh ha aumentado su juego de ciberespionaje. Contrariamente a la creencia popular, TikTok no es una app nada seria y diseñada para difundir la alegría en todo el mundo. Creada por ByteDance, una empresa con estrechos vínculos con el PCCh, TikTok debe ser vista con un gran grado de sospecha. Como reportó el Wall Street Journal en junio, el PCCh espera ahora que las empresas tecnológicas, incluida ByteDance, compartan todos sus datos con los miembros del partido.

Al mismo tiempo que el PCCh exigía el acceso a los datos, TikTok introdujo una nueva política biométrica dirigida exclusivamente a sus usuarios de Estados Unidos. La app toma ahora dos datos biométricos clave —»huella facial» y «huella de voz»— de cada uno de los usuarios con sede en Estados Unidos. El primero consiste en la recopilación de una representación digital de la cara de una persona; el segundo consiste en la grabación de diferentes aspectos de la voz de un usuario, como la resonancia, el eco, la entonación y el ritmo.

Con al menos 100 millones de usuarios en Estados Unidos, eso es mucha información personal. Además, ¿por qué TikTok, una empresa con sede en Beijing, iba a exigir este tipo de información a los usuarios con sede en Estados Unidos? Y lo que es más importante, ¿por qué esta política está dirigida únicamente a los usuarios con sede en Estados Unidos? Esta es una pregunta que el Congreso debía hacer a Beckerman. No lo hizo.

TikTok
El logotipo de la app de video china TikTok se ve en el lateral del nuevo espacio de oficinas de la compañía en el campus C3 en Culver City, Los Ángeles, California, el 11 de agosto de 2020. (Chris Delmas/AFP vía Getty Images)

¿Podría el PCCh estar convirtiendo a TikTok en un arma?

Según exempleados, la respuesta parece ser afirmativa. Al proporcionar a los usuarios videos adaptados por algoritmos, TikTok puede utilizarse fácilmente para difundir desinformación.

Según Kara Frederick, miembro de Center for a New American Security, esto hace que la app sea el vehículo perfecto para difundir propaganda a favor del PCCh. Los jóvenes estadounidenses pasan un tiempo exorbitante en TikTok. De hecho, los usuarios estadounidenses de la app pasan ahora más tiempo en TikTok que en YouTube.

A medida que la naturaleza de la guerra cambia, con la sustitución de los soldados sobre el terreno por los ciberataques y los malware que causan daños físicos graves, o incluso la muerte, las amenazas a las que nos enfrentamos también cambian.

TikTok es ahora la app de más rápido crecimiento en el mundo; proporciona una ventana a la vida de millones de estadounidenses. El PCCh ya utiliza apps similares para espiar a sus propios ciudadanos, según un reciente informe de Cure53, una empresa alemana de ciberseguridad. Debemos despertar a la realidad a la que nos enfrentamos: Si algo puede convertirse en un arma, se convertirá en un arma. Estados Unidos y China están inmersos en una nueva guerra fría, con la segunda ocupada en difundir desinformación sobre la primera. El gobierno de Estados Unidos debería estar en alerta total.

Lo que nos lleva de nuevo a la amenaza potencial que supone TikTok. El Congreso es responsable de elaborar leyes que influyen en la vida diaria de 330 millones de estadounidenses; de forma bastante alarmante, no parece entender la amenaza que suponen las apps de redes sociales. Además, a la Administración de Biden no parece importarle. En junio, al mismo tiempo que se publicaba el mencionado artículo del WSJ, el presidente Joe Biden optó por revocar y sustituir las órdenes ejecutivas que prohibían TikTok.

Ahora, China, un país conocido por sus amplias operaciones de ciberespionaje, es libre de utilizar la app para dividir aún más a un país que nunca ha estado más dividido. Charles de Gaulle, expresidente de Francia, llamó una vez al silencio «el arma definitiva del poder». Hoy, sin embargo, las redes sociales son el arma definitiva. El Partido Comunista Chino lo sabe. Lamentablemente, el gobierno de Estados Unidos no lo sabe. Esta ignorancia podría resultar muy costosa.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.