A medida que la delincuencia sigue afectando a las comunidades de toda California, un número cada vez mayor de críticos, entre ellos el fiscal de distrito del condado de El Dorado, Vern Pierson, cuestionan la estrategia del estado para abordar el problema.
«[El repunte de la delincuencia] está todo relacionado con políticas públicas muy deficientes que han estado en vigor o durante, realmente, los últimos 8 a 10 años. Y ha llevado tiempo llegar a eso. Pero ahí es donde estamos ahora», dijo Pierson en una entrevista reciente en el programa «California Insider» de EpochTV.
Según el informe de 2022 del Departamento de Justicia de California, el estado ha experimentado un aumento del 6.1 por ciento en los delitos violentos desde 2021, junto con un aumento del 6.2 por ciento en los delitos contra la propiedad. Los datos indican además un aumento de casi el 10 por ciento en los crímenes violentos en un período de cinco años.
«Todo esto está muy interrelacionado, es muy prevenible, y fue causado directamente por malas decisiones de política pública que fueron adoptadas por el estado de California», dijo Pierson.
Ejemplos de estas políticas, dijo, son las leyes AB 109 y AB 117 firmadas por el entonces gobernador Jerry Brown, que trasladaron un gran porcentaje de presos estatales que eran delincuentes de poca monta a cárceles de condado.
Conocida como la Realineación, las leyes fueron en respuesta a la Corte Suprema de EE.UU., en 2011, confirmando la orden de un tribunal inferior que California tenía que reducir su población carcelaria en una cierta cantidad dentro de dos años.
Ese fallo tuvo consecuencias, dijo Pierson.
«Hicimos que las cárceles estuvieran más llenas, lo que al hacer que las cárceles estuvieran más llenas, significaba que la gente salía antes», dijo.
El esfuerzo de una década para vaciar las cárceles se impulsó tras el pico de población reclusa en 2006, cuando más de 173,000 personas fueron encarceladas debido a las leyes de mano dura contra la delincuencia aprobadas en la década de 1990, según el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California.
Entre 2006 y 2018, la población carcelaria se redujo en un 26 por ciento a alrededor de 128,000 personas. Un aumento de las liberaciones llevó el total a un poco más de 95,000 desde el inicio de la pandemia de COVID-19, según el departamento de correcciones. A principios de este año, el gobernador Gavin Newsom anunció su plan de cerrar otras cinco prisiones antes de 2027.
Además, un número significativo de los reclusos liberados acaban siendo personas sin hogar, dijo Pierson, lo que contribuye al ya considerable problema de la falta de vivienda en el estado.
«Estamos liberando a decenas de miles de ellos en los últimos tres o cuatro años», dijo. «No van a una residencia, se convierten en personas sin hogar».
Citó un estudio de Stanford de 2022 que indicó un aumento del 42 por ciento en la población sin hogar del estado entre 2014 y 2020, mientras que la cifra a nivel nacional vio una disminución del 9 por ciento.
Hablando desde su experiencia como fiscal, dicho fenómeno también ha contribuido a que el crimen aumente en todo el estado, dijo.
«Sabemos que desproporcionadamente las personas sin hogar son víctimas de delitos. Y sabemos que es muy probable que esas personas sin hogar que acaban de salir de la cárcel cometan nuevos delitos», dijo. «Es un ciclo que se repite».
Además de tener delincuentes en la calle, Pierson afirmó que las políticas blandas contra la delincuencia adoptadas en los últimos años también han desempeñado un papel importante en el aumento de la delincuencia.
Como ejemplo, señaló la Proposición 47, aprobada por los votantes en 2014, que elevó el umbral de delito grave para el robo de propiedad de $ 400 a $ 950. La ley también eliminó la disposición de hurto menor con un delito anterior, que anteriormente había permitido a los fiscales elevar los cargos a delitos graves para los reincidentes.
«Cualquiera de estas medidas por sí sola no habría tenido un efecto de esta magnitud. … [Pero] combinando todas estas cosas diferentes, se ha creado una cultura aquí en el estado de California, esencialmente aumentando la anarquía», dijo. «En otras palabras, no hay responsabilidad por los delitos contra la propiedad. … Si consumes drogas duras, hay poca o ninguna consecuencia por ello».
Además, dijo que los legisladores están atrapados en la idea de que «la pobreza causa delincuencia», de lo que discrepa.
«No hay una relación directa entre pobreza y delincuencia. La razón por la que se produce la delincuencia es cuando se le ha dicho a la gente en su cultura, en su comunidad, que no se les hará responsables de sus actos», dijo. «Va a haber más personas sin hogar, más delincuencia».
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