Seis ponentes en la primera noche de la Convención Nacional Republicana plantearon la cuestión de la elección de escuela, sugiriendo que puede convertirse en una política clave de la campaña de reelección del presidente Donald Trump.
Aunque el tema de la elección de escuela es complejo y depende de la financiación de los gobiernos locales, estatales y federales, la idea es permitir que los padres decidan si gastan los dólares de los impuestos en una escuela pública, una escuela privada, una escuela charter, una escuela religiosa o una escuela en casa.
«Me di cuenta de que una educación de calidad es lo más cercano a la magia que tenemos en Estados Unidos. Por eso lucho hasta el día de hoy por la elección de escuela; para asegurarme de que cada niño en cada vecindario tenga una educación de calidad», dijo el senador Tim Scott (R-S.C.).
«No me importa si es una escuela pública, privada, charter, virtual o en casa. Cuando un padre tiene la posibilidad de elegir, su hijo tiene más oportunidades. Y el presidente ha luchado a mi lado por eso».
En la campaña de 2016, Trump propuso una subvención de 20,000 millones de dólares para la elección de escuela. El Departamento de Educación de la administración Trump propuso posteriormente un programa de Becas para la Libertad de Educación de 5000 millones de dólares que proporcionaría 5000 millones de dólares en créditos fiscales anuales a personas y empresas que donen a organizaciones que conceden becas. Las organizaciones entonces proporcionarían becas para las familias que quieren enviar a sus hijos a una escuela de su elección.
«Incluso ha propuesto becas de libertad de educación para devolver el control a los padres, proteger las libertades religiosas y capacitar a los niños para escapar de escuelas peligrosas y de bajo rendimiento», dijo Rebecca Friedrichs, una maestra de escuela pública de California. «La plataforma republicana apoya la libertad de educación. El partido demócrata no lo hace».
Los sindicatos de maestros de las escuelas públicas —una de las fuerzas políticas más poderosas de los Estados Unidos— se oponen vehementemente a la elección de escuela, argumentando que cualquier propuesta de este tipo retiraría fondos de las escuelas públicas que más lo necesitan.
«La única manera de mantener una República libre es con una ciudadanía bien educada y con valores morales que pueda autogobernarse. Los sindicatos están subvirtiendo nuestra República, y es por eso que socavan la excelencia educativa, la moralidad, la ley y el orden», dijo Friedrichs.
«Por eso gastan cientos de millones anualmente para derrotar a las escuelas charter y a la elección de escuela, atrapando a tantos preciosos niños de bajos ingresos en escuelas peligrosas, corruptas y de bajo rendimiento».
La plataforma GOP 2016, que los republicanos volvieron a adoptar para la convención de 2020, no incluye ningún lenguaje relativo a la elección de escuela.
La página del programa electoral sobre la educación K-12 en el sitio web del candidato presidencial demócrata Joe Biden no menciona la elección de escuela.
La exembajadora Nikki Haley y Kim Klacik, candidata republicana al Congreso por Baltimore, mencionaron la elección de escuela. Todos los ponentes hablaron ante un salón vacío en Washington debido a la preocupación por la COVID-19.
Donald Trump Jr., el hijo del presidente, también dedicó un tiempo significativo al tema.
«Tuve la suerte de crecer en una familia que podía permitirse las mejores escuelas y las mejores universidades. Pero una gran educación no puede ser el derecho exclusivo de los ricos y poderosos. Debe ser accesible para todos», dijo Trump Jr.
«Por eso mi padre está a favor de la elección de escuela. Por eso calificó el acceso a la educación como la cuestión de derechos civiles no solo de nuestro tiempo, sino de todos los tiempos».
«Es inaceptable que demasiados niños negros e hispanos estadounidenses estén atrapados en malas escuelas solo por su código postal», añadió. «Si los demócratas realmente quisieran ayudar a las minorías y a las comunidades desatendidas, en lugar de ceder ante los jefes de los sindicatos, dejarían que los padres eligieran la mejor escuela para sus hijos».
Las escuelas públicas se financian en su mayoría con dinero de los gobiernos locales y estatales, aunque los fondos federales siguen siendo cruciales.
Durante el discurso del Estado de la Unión a principios de este año, uno de los invitados del presidente fue una niña cuya madre no pudo meterla en una escuela pública. Trump destacó su historia y dijo que la niña podría ir a la escuela.
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