A más del 70 por ciento de los votantes estadounidenses les preocupa que Estados Unidos se esté convirtiendo en un estado policial caracterizado por la tiranía gubernamental con «vigilancia masiva, censura, adoctrinamiento ideológico y persecución de los oponentes políticos», según sugiere una encuesta nacional.
Una encuesta nacional telefónica y en línea de Rasmussen Reports reveló que el 72 por ciento de los probables votantes están «preocupados» de que Estados Unidos se esté convirtiendo en un estado policial, incluido el 46 por ciento que están «muy preocupados».
Casi 1.000 votantes probables fueron encuestados por Rasmussen y Pulse Opinion Research el 14 de septiembre y del 17 al 18 de septiembre. La encuesta tenía un error de muestreo de +/- 3 por ciento con un nivel de confianza del 95 por ciento.
«A más republicanos (62 por ciento) que demócratas (34 por ciento) o votantes no afiliados (43 por ciento) les preocupa mucho que Estados Unidos se esté convirtiendo en un estado policial», escribió Rasmussen Reports en un comunicado de prensa.
«Del mismo modo, más republicanos (45 por ciento) que demócratas (17 por ciento) o votantes no afiliados (22 por ciento) están muy de acuerdo en que el FBI es un peligro para la libertad y la seguridad de los estadounidenses respetuosos de la ley».
Aunque los encuestadores de Rasmussen mencionan la redada del FBI de agosto de 2022 en la finca Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump como un posible factor que impulsa los resultados, un exagente especial del FBI dijo que se trata de una cuestión más amplia.
«En los últimos años, los estadounidenses han sido testigos de cómo el FBI perseguía a activistas provida y a padres que hablaban en reuniones de consejos escolares, al tiempo que ignoraba disturbios violentos a lo largo de 2020, fomentaba la censura en Internet y obstruía los esfuerzos de supervisión del Congreso», declaró a The Epoch Times Stephen Friend, denunciante del FBI y ex agente especial.
La mitad de los votantes de la encuesta de Rasmussen dijeron estar de acuerdo con la afirmación: «El FBI es un peligro para la libertad y la seguridad de los estadounidenses respetuosos de la ley», incluido un 28 por ciento que está «totalmente de acuerdo».
El 45 por ciento dijo estar en desacuerdo con la afirmación, incluyendo un 26 por ciento que estaba «muy en desacuerdo.»
«La reputación del FBI siempre ha sido su activo más importante», dijo Friend, ahora Miembro Principal del Centro para la Renovación de América.
«El hecho de que una agencia que gozaba de una aprobación casi universal hace relativamente poco tiempo haya perdido el apoyo de la mitad del país es un testimonio tanto de la resistencia de su percepción pública como de lo mucho que ha caído».
«El FBI continuará en su trayectoria actual hasta que más estadounidenses se den cuenta de que ya no es una fuerza objetiva para el bien», dijo el Sr. Friend.
El Sr. Friend fue suspendido sin sueldo del FBI el 19 de septiembre de 2022, después de que expresó serias preocupaciones constitucionales sobre una redada planeada por el equipo SWAT del FBI para arrestar a un acusado de un delito menor el 6 de enero en Florida.
Friend se había trasladado de Iowa a Florida para trabajar en casos relacionados con el tráfico de menores. Fue retirado de esos casos para trabajar en la persecución generalizada de los manifestantes que estaban en el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021.
Terrorismo doméstico
La etiqueta de «terrorismo doméstico» se estaba utilizando junto con otras tácticas en el FBI para hacer parecer que los sospechosos del 6 de enero suponían la amenaza más grave para el país.
«Han decidido abrir cientos de casos y repartirlos por todo el país», dijo Friend en una entrevista para un documental sobre el 6 de enero que publicará Epoch Times.
Eso da la impresión de que el terrorismo doméstico es una amenaza a escala nacional cuando, en realidad, las cifras que el FBI está promocionando proceden de un incidente en un solo día».
«Eso es un problema para el país», dijo. «Se supone que el FBI representa la ley y el orden, pero en lugar de eso, estamos subiendo la temperatura».
El armamentismo del FBI llevó a Friend a sugerir cambios drásticos para frenar a la agencia.
«Sin llegar a la abolición del FBI, una posible solución es que el Congreso desfinancie el puesto 1811 de investigador criminal: el de agente especial», dijo Friend.
De este modo, el FBI se vería obligado a colaborar con las fuerzas de seguridad locales, obtener su aprobación para llevar a cabo las investigaciones oportunas y asignar a más agentes de policía estatales y locales competencias federales en materia de detenciones».
«Esto crea un baluarte en el que el sheriff de un condado puede dirigir los recursos del FBI a combatir la actividad delictiva legítima en su zona, en lugar de servir de espectador mientras la sede central del FBI utiliza continuamente su sistema de cuotas para el número y los tipos de casos a los que deben afectar los agentes especiales», declaró Friend.
«Esto no es ‘desfinanciar a la policía’. Por el contrario, es potenciar a las fuerzas del orden locales».
Los acusados del 6 de enero han planteado cuestiones como el uso extremo de la fuerza por parte de agentes del FBI fuertemente armados, la negativa de la agencia a presentar órdenes judiciales, el maltrato físico a los detenidos y el apuntamiento de sospechosos y sus hijos con rifles M4 guiados por láser.
Algunos acusados del 6 de enero en Texas también plantearon cuestiones de soberanía estatal después de que los equipos tácticos del FBI se abalanzaran sobre casas y apartamentos y trasladaran a los sospechosos a centros de detención federales sin la participación de las autoridades locales.
El 15 de enero de 2021, el acusado Troy A. Smocks, de 61 años y residente en Dallas, fue asaltado por una treintena de agentes del FBI y de Seguridad Nacional fuertemente armados, entre los que se encontraba un vehículo táctico blindado MRAP ( Resistente a las Minas y Protegido contra Emboscadas).
Smocks dijo que se vio obligado a permanecer de pie en medio de su calle residencial vestido solamente con calzoncillos a pesar de los 34 grados de temperatura.
En una petición federal de hábeas corpus presentada en noviembre de 2022, Smocks argumentó que la redada del FBI, su detención y su expulsión del estado violaban la soberanía estatal de Texas.
La orden de detención federal debería haber pasado por las autoridades locales, como el Departamento de Policía de Dallas, y Smocks debería haber comparecido ante una corte de Texas antes de ser entregado a los U.S. Marshals.
«Creo que estos casos merecen un examen y un debate en profundidad», afirma Friend.
«Las fuerzas del orden federales se inmiscuyen regularmente en las investigaciones criminales locales para atribuirse méritos y publicidad positiva.
«Las cuentas del FBI en las redes sociales están plagadas de declaraciones de prensa elogiosas sobre la implicación de la agencia en asuntos criminales locales que son un despilfarro del dinero de los contribuyentes estadounidenses y posiblemente violan la soberanía estatal.»
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