Una mujer de 19 años con un tumor cerebral maligno que logró mantenerse viva el tiempo suficiente para dar a luz, murió el 21 de abril; anunció su familia en un posteo de Facebook.
«Esta mañana, poco antes de las 4 a.m., Dana nos dejó para estar con el Señor», dijo la familia de Dana Scatton en la página de Facebook, Orar por Dana.
«Ella nos inspiró a todos a ser mejores de lo que somos y a mantenernos enfocados en Dios en todo momento. Se enfrentó al miedo más grande de todos, la muerte, y le devolvió la sonrisa de una manera que solo Dios puede inculcar. Ella luchó más duro que los guerreros más recios conocidos por el hombre y lo hizo con gracia y valor», escribió la familia.
Scatton, de Pensilvania, tenía 17 años cuando le diagnosticaron un tumor cerebral después de que le costara tragar o hablar e incluso caminar.
«Estaba muy fatigada», dijo ella, según The Advertiser.
«Pero las cosas no dejaban de empeorar. Me estaba olvidando de tragar y mi lenguaje se puso raro. Entonces mis piernas comenzaron a no responder a las cosas; cuando caminaba, mis piernas se arrastraban. Fue entonces cuando realmente me preocupé», dijo.
Scatton fue diagnosticada con DIPG (glioma pontino intrínseco difuso) en 2017, un tipo de enfermedad que no tiene cura y casi ninguna tasa de supervivencia, informó Advertiser. Los tumores DIPG comienzan en el tronco encefálico justo por encima de la nuca. Ella tenía siete meses y medio de embarazo en ese momento.
El Dr. Jean Belasco, oncólogo pediatra del Hospital Infantil de Filadelfia, dijo a Scatton que no había esperanza de supervivencia.
Su condición solo empeoró y al día siguiente después de Navidad, los médicos decidieron darle radiación antes de dar a luz al bebé.
«Siento que Dios acaba de dirigir a los médicos para que me ayuden a decidir lo que debo hacer», dijo Scatton. «No estaba segura de si quería comenzar la radiación antes de tener al bebé porque no quería que le hiciera daño. Pero no podía decidir qué hacer, era demasiado difícil».
Los médicos aseguraron a Scatton que la radiación no dañaría al bebé, y el 4 de enero después de varias rondas de radiación, el día previo dio a luz a su hija Aries Marie por cesárea.
La bebé nació con buena salud, pesando 2,08 kilos.
«Estaba llorando y una vez que la pusieron en el pecho de Dana, se detuvo», dijo Josiah Gundry, hermano de Scatton. El bebé está muy bien…. Le conté a mi jefe sobre el nacimiento, y me dijo: ‘Un milagro… falta uno más'».
«Cuando Dana iba a someterse a la cesárea, todos estábamos ansiosos y estresados», dijo. «Y ella estaba tranquila. Nos dijo: «Escucha, todo va a salir bien». Le dije: «No sé cómo estás haciendo esto». Y ella me respondió: ‘Solo trato de confiar en Dios'».
La muerte de Scatton
Su funeral se llevó a cabo durante la noche del viernes y fue transmitido en vivo a los 49.000 fanáticos de la comunidad Pray for Dana en Facebook.
«Gracias a todos los que se unieron a nosotros esta noche en persona y en línea para celebrar a Dana. Nos sentimos muy bendecidos de que Dana haya sido amada y apoyada por tantos de todas partes del mundo», dijo su familia en un post reciente.
La familia agradeció a todos por las tarjetas, cartas y oraciones que escribieron, «Gracias por el apoyo que le han dado a Dana durante los últimos 16 meses. Gracias por no rendirse nunca con ella y su lucha».
En su entrevista con Advertiser, Scatton había dicho que la muerte la hizo darse cuenta de que este mundo es temporal.
«Fue una llamada de atención», dijo.
«Que te arrojen la muerte a la cara… es tan real. Realmente te muestra lo que es verdadero. Este mundo no importa, es temporal, ¿sabes? Cuando me enteré, inmediatamente dejé ir al mundo. Es como si eso ya no importara. Tenemos que mirar a la vida eterna. Todos pensamos que tenemos tanto tiempo… honestamente, me siento agradecida de tener este tiempo para despertar y darme cuenta de lo que es correcto. Y quiero que todo el mundo lo vea. Aunque otros no recibieron la noticia que yo sí, quiero que se despierten. Me siento bendecida de tener este tiempo para hacer las cosas bien, otros no entienden que la muerte ocurre en un parpadeo».
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