El Partido Comunista Chino y la Organización Mundial de la Salud son «culpables» de la propagación del virus del PCCh, y la pandemia mundial probablemente podría haberse prevenido si hubieran actuado de otra manera, según una auditoría de los republicanos del Congreso.
El PCCh se dedicó a encubrir activamente la información que rodeaba la propagación del virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, y la OMS permitió el encubrimiento elogiando al PCCh y «ha repetido como un loro» sus puntos de vista, según un informe (pdf) publicado el lunes por los miembros republicanos del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
«Está fuera de duda que el PCCh participó activamente en un encubrimiento diseñado para ofuscar datos, ocultar información relevante de salud pública y silenciar a los médicos y periodistas que intentaron advertir al mundo», indica el informe de 96 páginas.
«Las investigaciones demuestran que el PCCh podría haber reducido el número de casos en China hasta en un 95 por ciento si hubiera cumplido sus obligaciones en virtud del derecho internacional y hubiera respondido al brote de manera coherente con las mejores prácticas», prosigue el informe, citando un estudio de Medrxiv, un portal en internet vinculado a la Universidad de Yale que comparte artículos científicos no revisados por pares que todavía no han sido publicados. «Es muy probable que la pandemia en curso se pudiera haber prevenido».
Michael McCaul (R-Texas), el principal republicano del comité, dijo en un comunicado: «Está muy claro que si el PCCh hubiera sido transparente, y si el jefe de la OMS se hubiera preocupado más por la salud mundial que por apaciguar al PCCh, se podrían haber salvado vidas y se podría haber mitigado la devastación económica generalizada».
«Revelar la verdad es solo el primer paso; debemos hacer responsables tanto al PCCh como al director general de la OMS, Tedros, del sufrimiento que han permitido que el mundo sufra», añadió.
El informe ofrece cuatro recomendaciones, entre las que se incluyen solicitar un cambio de liderazgo en la OMS, la readmisión de Taiwán en la OMS como observador y reformas concretas del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
También pide que Estados Unidos entable un diálogo con Taiwán y con aquellos Estados miembros de la OMS que tengan ideas afines para investigar a nivel internacional los intentos de encubrimiento del virus por parte del PCCh, así como el incumplimiento por parte de la OMS de sus obligaciones en virtud del RSI.
Encubrimiento del PCCh
En el informe se decía que el 27 de diciembre de 2019 el PCCh ya disponía de suficiente información para determinar que estaba «legalmente obligado» a informar a la OMS de que el brote del virus del PCCh en Wuhan podía constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), pero decidió no hacerlo, en violación del derecho internacional.
Si hubiera sido transparente y hubiera seguido las normas sanitarias internacionales, el PCCh podría haber evitado aproximadamente dos tercios de los casos en China antes de finales de febrero, y podría haber ayudado al resto del mundo a responder mejor al brote, según el informe.
En lugar de ello, hubo «múltiples y preocupantes ejemplos de cómo el PCCh acosó y detuvo a médicos chinos que intentaron advertir a otros sobre las realidades del brote», señaló el informe.
El PCCh también nacionalizó el control de su cadena de suministro médico y ordenó que toda la producción y distribución de suministros médicos —incluidas las líneas de producción de otras naciones en China— fuera para uso doméstico con el fin de almacenar equipos de protección personal (EPI) en China, según el informe.
«Esto permitió al [PCCh] aumentar la producción de mascarillas de 20 millones a más de 100 millones por día, a expensas de prohibir a las empresas extranjeras exportar sus productos (varios fabricantes han declarado que la RPC [República Popular China] no les permitió exportar los EPI producidos en sus instalaciones)», según el informe.
«Es muy probable que la nacionalización por parte de China de la capacidad de fabricación de las empresas extranjeras, incluidas 3M y General Motors, haya tenido un impacto directo en la capacidad de Estados Unidos y otros países para adquirir EPI en el mercado mundial», dice el informe.
Los autores también observaron que el PCCh sigue negándose a compartir muestras de laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan que ayudarían a determinar si el instituto de investigación desempeñó un papel en los orígenes de la pandemia.
El mal manejo de la OMS
Los legisladores republicanos declararon que la OMS de las Naciones Unidas «ha sido cómplice de la difusión y normalización de la propaganda y desinformación del PCCh».
«El director general de la OMS, Tedros, ha respondido al encubrimiento del PCCh elogiando al PCCh por su ‘transparencia’, a pesar de los documentos internos que muestran la frustración de la OMS por la negativa del PCCh a compartir datos e información crítica sobre el virus», dice el informe. «La OMS ha repetido como un loro los puntos del discurso del PCCh mientras ignoraba la información conflictiva de las fuentes acreditadas».
La OMS tampoco investigó las preguntas y advertencias de Taiwán y Hong Kong sobre la posible transmisión del virus del PCCh entre humanos durante los primeros días de la pandemia, declaró el informe.
Taiwán dijo que el 31 de diciembre ya había escrito a la OMS y a China pidiendo información sobre el brote en Wuhan, incluyendo si había transmisión de persona a persona. Más tarde, el 4 de enero, el Dr. Ho Pak-leung del Centro de Infecciones de la Universidad de Hong Kong (UHK) —miembro del Centro Colaborador de la OMS para la Epidemiología y el Control de Enfermedades Infecciosas— advirtió que era probable que ya se estuviera produciendo una transmisión de persona a persona.
Según el artículo 9 del RSI, la OMS «tiene el mandato de investigar informes y advertencias no oficiales como las del Dr. Ho», según el informe. «Si la OMS lo hubiera hecho, el mundo habría sido advertido sobre la alta probabilidad de transmisión de humano a humano dieciséis días antes de que el PCCh confirmara lo que el Dr. Ho ya sabía».
El informe decía que el director general de la OMS, Tedros, tenía información suficiente para declarar una emergencia de salud pública (ESPII) el 23 de enero, pero decidió no hacerlo, lo cual violaba los mandatos de la OMS. El informe también declaró que la decisión «parece ser de naturaleza política, no científica».
«El presidente del Comité de Emergencia explicó que la falta de una recomendación que apoyara una declaración ESPII se debía en parte a la percepción negativa de tal declaración por parte de la gente de la RPC que respondía al brote», decía el informe. «Parece evidente que se trata de una referencia al PCCh, no a los médicos o pacientes de Wuhan».
La OMS también «se quedó rezagada de forma sistemática» con respecto a la comunidad científica en su orientación técnica sobre cómo responder a la pandemia.
«Además de no recomendar el uso generalizado de mascarillas durante más de 130 días, su orientación sobre la transmisión por aerosoles ha sido ampliamente criticada por los expertos en salud», señalaron los autores.
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