La posibilidad de una guerra en el Estrecho de Taiwán no debe ser ignorada

Por Wang He
14 de marzo de 2021 2:39 PM Actualizado: 14 de marzo de 2021 2:39 PM

Opinión

La experta militar sobre china, Oriana Skylar Mastro, le dijo a la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China, en una videoconferencia el 18 de febrero, que los líderes militares chinos le han dicho personalmente que Beijing forzará la reunificación con Taiwán en uno o dos años.

Mastro afirmó que «la incapacidad de Estados Unidos para construir coaliciones sólidas, que contrarresten la agresión regional china» y «la disuasión a través del Estrecho” son, posiblemente, las manifestaciones más débiles de EE.UU. en esta zona desde la Guerra de Corea.

Esto provocó una acalorada discusión. ¿El Partido Comunista Chino (PCCh) va o puede obligar a Taiwán a reunirse con la China continental? Hay diferentes opiniones de varios ángulos y diferentes análisis. Creo que no debe pasarse por alto la posibilidad de una guerra en el Estrecho de Taiwán. Me gustaría discutir dos razones.

La situación de seguridad de Taiwán

Comparemos los ejércitos de Taiwán e Israel para comprender el dilema de seguridad de Taiwán.

Veamos primero la situación básica en Taiwán. Taiwán tiene una población de 23 millones, una tierra de 36,000 kilómetros cuadrados, un PIB de USD 635,500 millones en 2020 y un PIB per cápita de USD 26,910.

El ejército taiwanés cuenta con 190,000 efectivos. El gasto militar anual no ha superado el 2 por ciento del PIB durante muchos años. El presupuesto militar para 2021, que marcó un récord, es de sólo 366,800 millones de dólares neozelandeses (unos 13,100 millones de dólares, mientras que el gasto militar del PCCh es unas 15 veces mayor que el de Taiwán), lo que supone el 2 por ciento del PIB en 2020. Incluso con el presupuesto especial de 29,000 millones de dólares neozelandeses y los fondos especiales no operativos de 57,600 millones de dólares neozelandeses para la compra de nuevos cazas (un total de 16,230 millones de dólares), el presupuesto militar solo representaba el 2,5 por ciento del PIB en 2020.

En las elecciones de 2016, Tsai Ing-wen prometió públicamente que el presupuesto militar anual alcanzaría el 3 por ciento del PIB. Sin embargo, el presupuesto de defensa de cuatro años (2017-2020) compilado durante su primer mandato en el cargo todavía representaba menos del 2 por ciento del PIB.

Israel es un país desarrollado con una población de, aproximadamente, 8 millones de habitantes, un área de control real de 25,000 kilómetros cuadrados y un PIB de USD 403,300 millones en 2020.

Sin embargo, Israel está mucho más militarizado que Taiwán. El ejército israelí consta de alrededor de 180,000 efectivos (equivalente al 4,66 por ciento de la fuerza laboral nacional, que es la proporción más importante del mundo).

Las tropas israelíes avanzan contra los infiltrados palestinos durante un ejercicio de entrenamiento, en el asentamiento de Pe’at Sadeh, en la Franja de Gaza, el 16 de agosto de 2005. (Uriel Sinai/Getty Images)

El gasto militar es el gasto fiscal más grande de Israel y representa más del 5 por ciento de su PIB y, en algunos años, superó el 6 por ciento. Según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, el gasto militar de Israel en 2019 fue de 20,500 millones de dólares y representó el 5,3 por ciento del PIB, lo que convirtió a Israel en el decimoquinto país con mayor gasto militar en el mundo ese año. El presupuesto de defensa de 2020 ha aumentado a aproximadamente USD 22,000 millones.

La militarización de Taiwán es mucho menor que la de Israel, y el entorno de seguridad de Taiwán es mucho peor que el de Israel.

Primero, aunque algunos países árabes amenazaron con borrar a Israel de la tierra y son generalmente «más grandes» y «más ricos» que Israel, la división interna del mundo árabe ha dificultado la lucha contra Israel en términos de capacidad de combate y fuerza militar. La situación en Taiwán es todo lo contrario. La fuerza militar del PCCh ha constituido una ventaja aplastante sobre Taiwán, una situación seriamente desequilibrada a lo largo del estrecho.

En segundo lugar, la fuerte voluntad de Israel para luchar en las guerras, su maduro sistema de defensa y su rica experiencia bélica son prominentes en el mundo, e incluso puede decirse que no tienen parangón. La investigación y el desarrollo de armas y equipos, el entrenamiento militar y las operaciones de combate reales son las tres armas mágicas para que Israel mantenga una fuerte capacidad de combate y fuerza militar.

En términos relativos, Taiwán es inferior en este sentido. Por ejemplo, Israel ha participado en ocho guerras importantes e innumerables conflictos de varios tipos desde su fundación en 1948, mientras que el ejército taiwanés tiene una larga historia de paz y carece de experiencia real en combate.

Se requiere el servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos de Israel mayores de 18 años. Taiwán también ha implementado una política de servicio militar obligatorio durante mucho tiempo, pero desde 2018, ha cambiado a reclutamiento y alistamiento simultáneos. Los ciudadanos varones nacidos después del 1 de enero de 1994 deben aceptar cuatro meses de entrenamiento militar en Taiwán. El poder de combate de las fuerzas armadas de Taiwán, especialmente las capacidades de combate de sus reservas, ha sido un tema controvertido.

En condiciones de guerra, Israel puede movilizar eficazmente a decenas de miles de reservas en 24 horas y entrar inmediatamente en combate real, lo que se ha convertido en un modelo del que pueden aprender numerosas naciones, incluida Taiwán.

En tercer lugar, Estados Unidos ha brindado a Israel un apoyo firme y fuerte y ambos países son aliados estratégicos de facto. En 2019, Estados Unidos proporcionó USD 3800 millones en ayuda militar extranjera a Israel. Además, Estados Unidos proporcionó un flujo constante de tecnología y armas avanzadas para respaldar la superioridad militar de Israel sobre los países árabes.

En cuanto a Taiwán, no hay partidarios firmes y fuertes. La administración Biden no ha adoptado una postura firme sobre su política en favor de Taiwán.

PCCh: impredecible e irracional

Desde un punto de vista racional, muchos creen que el PCCh no se atreverá a atacar a Taiwán en el corto o mediano plazo. Por supuesto, están respaldados por razones concretas.

Por ejemplo, hubo un artículo de opinión, publicado por el diario chino Epoch Times, que analizaba datos sobre el poder militar del PCCh. Concluía que la ambición de los altos cargos del PCCh, pero la falta de estrategia militar, ha llevado a un desequilibrio del ejército que se centra más en la ofensiva que en la defensa. No obstante, el ejército del PCCh tiene un equipamiento rezagado, su Fuerza Aérea sigue siendo inferior, y la Marina se encuentra en una situación de desarrollo precario y aún carece de competitividad. El ejército no puede defenderse eficazmente ni atacar con suficiente fuerza, su intención y capacidad están muy desajustadas, y la estrategia es caótica.

Una formación de la armada china, incluido el portaaviones Liaoning (centro), durante los simulacros militares en el Mar de China Meridional, el 2 de enero de 2017. (STR/AFP a través de Getty Images)

Dada la diferencia de poderío militar entre China y Estados Unidos, este último tiene la posibilidad de repeler al ejército chino y defender a Taiwán. En esta situación, el PCCh no debería adelantarse y atacar a Taiwán hasta el día en que «el tamaño del mercado y la competitividad económica general de China superen a la de Estados Unidos, haciendo que este país no pueda aplicar sanciones económicas globales contra China cuando se produzca un conflicto militar grave con este país», dijo Hu Xijin, redactor jefe del tabloide estatal Global Times.

Algunos expertos creen que Xi Jinping será reelegido para un tercer mandato. Beijing debe mantener un desarrollo económico constante durante uno o dos años más. Por lo tanto, el plan del PCCh de atacar a Taiwán en un futuro próximo es poco probable.

Sin embargo, la historia muestra que muchas decisiones importantes tomadas por el PCCh son a menudo irracionales, como el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural, la Masacre del 4 de junio y la persecución de la práctica espiritual Falun Gong. Si el PCCh fuera racional, no se atrevería a tomar Taiwán por la fuerza; pero cuando se tiene en cuenta el impulso irracional de toma de decisiones del PCCh, no es improbable una guerra en el Estrecho de Taiwán.

El 4 de junio de 2020, el exsecretario de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, declaró en un artículo de The Times que el PCCh podría estar a punto de invadir Taiwán y abandonar los planes de una reunificación «pacífica» con la isla autónoma. Las razones incluyen: los líderes del PCCh presenciaron que el movimiento a favor de la democracia en Hong Kong ha cobrado impulso y les preocupa que pueda extenderse en Taiwán; Taiwán no aceptará el marco de «un país, dos sistemas», ya que el PCCh lo está desmantelando en Hong Kong; el PCCh utilizará la fuerza militar para poner a Taiwán bajo su control si es necesario. El último punto es el más preocupante.

De hecho, la afirmación del PCCh de que la unificación de Taiwán es su «interés central» no obedece a consideraciones de interés nacional. El PCCh tiene una agenda oculta: asegurar su dominio y legitimidad. El PCCh subvirtió violentamente la República de China (ROC, un estado soberano con sede en la China continental entre 1912 y 1949) durante la guerra civil y la ROC se retiró tras ser derrotada por el PCCh en 1949 y huyó a Taiwán. La existencia de un Taiwán independiente ha sido un recordatorio de la ocupación ilegal de China por parte del PCCh. Para asegurar su dictadura en China, el PCCh promovió su propaganda de lavado de cerebro: el pueblo debe unirse al PCCh para luchar contra el enemigo común, la separatista Taiwán. En este marco, el PCCh debe reclamar Taiwán como su territorio.

Si un evento importante impacta al PCCh, puede hacer que este haga un movimiento loco para lanzar una guerra con Taiwán. Por lo tanto, no es improbable que se produzca una guerra en el Estrecho de Taiwán a corto o mediano plazo y la comunidad internacional debería estar en alerta máxima.

Wang He tiene una maestría en derecho e historia y ha estudiado el movimiento comunista internacional. Fue profesor universitario y ejecutivo de una gran empresa privada en China. Wang ahora vive en América del Norte y ha publicado comentarios sobre la actualidad y la política de China desde 2017.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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