Asesores científicos del gobierno británico creen que la variante COVID-19 detectada por primera vez en el Reino Unido podría ser más mortal que las anteriores.
La variante, conocida como B.1.1.7, «está asociada a un mayor riesgo de hospitalización y muerte en comparación con la infección» con la cepa original del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, dijeron los científicos en el estudio, publicado el viernes (pdf).
Aunque señala que el «riesgo absoluto de muerte por infección sigue siendo bajo» con la nueva variante, el estudio confirma conclusiones anteriores que se basaban en datos limitados.
El estudio también señaló que «en los pacientes internos no se identificaron pruebas de una mayor gravedad de la enfermedad» ni está «vinculada a un mayor riesgo de mortalidad en el hospital».
La variante británica, de la que se determinó anteriormente que era entre un 30 y un 70 por ciento más transmisible que otras cepas, se ha extendido rápidamente por Estados Unidos.
La doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dijo el domingo en el programa «Face the Nation» de la CBS que la variante británica podría ser la «cepa dominante» en Estados Unidos a finales de marzo.
«Sabemos ahora que, o estimamos ahora que alrededor del 4 por ciento de las enfermedades en este país están relacionadas con la B.1.1.7», dijo. «Y tenemos previsiones de que puede ser la cepa dominante a finales de marzo».
Walensky dijo que se han confirmado infecciones con la variante británica en 39 estados.
Los CDC dijeron el 14 de febrero que se han confirmado 1173 casos de B.1.1.7 en Estados Unidos.
Otras dos variantes, una identificada por primera vez en Sudáfrica (B.1.351) y la otra en Brasil (P.1) también han provocado infecciones en varios estados, dijeron los CDC.
Se han confirmado un total de 17 casos de la cepa sudafricana en California, Illinois, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Texas y Virginia.
Solo se han confirmado tres casos de la variante brasileña en Minnesota y Oklahoma.
A la luz de las nuevas variantes que se están propagando en Estados Unidos, los CDC dijeron que «el cumplimiento riguroso y creciente de las estrategias de mitigación de la salud pública, como la vacunación, el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, la higiene de manos, el aislamiento y la cuarentena, es esencial para limitar la propagación del virus que causa la COVID-19».
Algunos estados, como Iowa y Montana, han levantado algunas restricciones, incluidos los requisitos de llevar mascarilla, lo que, según Walensky, es un error.
«Creo que aún no estamos fuera de peligro. Tenemos que conseguir que nuestros hijos vuelvan a la escuela. Necesitamos que nuestras comunidades vuelvan a funcionar con cierta normalidad antes de que podamos empezar a pensar en dejar de lado nuestras estrategias de mitigación», dijo a la CBS.
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