WASHINGTON. El virus COVID-19 se originó en un laboratorio chino y se filtró involuntariamente, según concluye un nuevo informe del Senado estadounidense.
El virus, SARS-CoV-2, se filtró desde el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), que realiza pruebas de coronavirus de murciélagos, dos veces en 2019, dicen los investigadores que realizaron el informe.
“La preponderancia de la información respalda la probabilidad de un incidente no intencional vinculado a la investigación, el cual probablemente resultó de fallas en la contención de bioseguridad durante la investigación relacionada con la vacuna contra el SARS-CoV-2”, afirma el informe de 301 páginas, publicado el 17 de abril.
El senador Roger Marshall (R-Ky.), miembro del Comité de Salud del Senado, publicó el informe, que fue producido por un equipo que incluía al Dr. Robert Kadlec, un antiguo funcionario de salud del gobierno que desempeñó un papel clave en el desarrollo de vacunas anti-COVID y entre el personal del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de EE.UU., donde Marshall preside el Subcomité de Salud Primaria y Seguridad de Jubilación. El informe final actualiza un informe provisional publicado en el otoño de 2022.
Los investigadores comenzaron con dos hipótesis, les dijo Marshall a los periodistas en una sesión informativa. Una fue que el virus comenzó en animales antes de extenderse a los humanos, lo que se conoce como origen natural. La otra fue una fuga del laboratorio de Wuhan, ubicado en la misma ciudad donde se detectaron los primeros casos de COVID-19 a finales de 2019.
“Agotaron cada pieza de evidencia que pudieron encontrar, cada testigo con el que pudieron hablar, para llegar a conclusiones”, dijo Marshall.
El equipo de consultores de Kadlec pasó aproximadamente 18 meses investigando los orígenes del COVID-19 y concluyó que la evidencia disponible respalda una fuga de laboratorio.
Más específicamente, es probable que haya una fuga de aerosol que causó una infección en el personal del laboratorio o que el virus se haya liberado al ambiente exterior debido a fallas en la biocontención. Una teoría gira en torno a los agentes de limpieza que causan la corrosión de las costuras soldadas en el laboratorio, una posibilidad mencionada en varios documentos de 2019 sobre la mejora del laboratorio.
“Las patentes abordan fallos de biocontención con armarios de transferencia de animales, autoclaves de bioseguridad, puertas herméticas con fugas y desinfectantes corrosivos excesivos que afectan al equipo de laboratorio de acero inoxidable y a las estructuras de biocontención», señala el informe.
Tanto organismos nacionales como extranjeros han expresado durante años su preocupación por la bioseguridad en el WIV. Un cable del Departamento de Estado de EE.UU. de 2018, por ejemplo, (pdf) informó que el laboratorio de nivel cuatro de bioseguridad recién abierto en la instalación tenía una «grave escasez» de técnicos capacitados para operar el laboratorio de manera segura.
Los investigadores del laboratorio, antes de la pandemia, informaron que habían experimentado con ratones, murciélagos y civetas de palma para encontrar coronavirus que fueran más capaces de infectar a los humanos, y a veces experimentaron en condiciones inferiores al nivel cuatro de bioseguridad. Un resumen más reciente mostraba que los científicos realizaron experimentos que aumentaron la función de un coronavirus de murciélago. La negativa del WIV a revelar todos los resultados de sus experimentos hizo que las autoridades estadounidenses pusieran fin a una subvención tras el inicio de la pandemia.
Los problemas de bioseguridad en los laboratorios relacionados con la investigación pueden desarrollarse de diversas maneras, mientras que la mayoría de las infecciones adquiridas en los laboratorios debido a fallos nunca se determinan de forma concluyente, según han afirmado anteriormente los investigadores.
Se ofrecieron informes, comunicaciones y avisos chinos como apoyo a la teoría de la fuga del laboratorio, incluido un intento en noviembre de 2019 de adquirir un incinerador de aire en el laboratorio. Eso sugirió «cierta preocupación sobre el riesgo de un escape de aerosol infeccioso», dicen los investigadores en el nuevo informe. También señalaron que el personal del WIV se sometió a un curso de capacitación en bioseguridad de recuperación ese mismo mes.
Las características del SARS-CoV-2 sugieren que el virus fue creado por el hombre, incluida la presencia de un sitio de escisión de furina en el mismo lugar que se propuso en una propuesta de subvención de EcoHealth Alliance, concluye el informe. EcoHealth canalizó dinero de los contribuyentes estadounidenses a científicos en Wuhan.
Dos fugas
Es posible que haya ocurrido más de una fuga de laboratorio, según el informe.
Los datos de infecciones en Wuhan al principio de la pandemia indican que hubo diferentes patrones epidemiológicos allí, dijeron investigadores chinos. Las primeras cepas de COVID-19 tenían diferencias, incluido un número diferente de mutaciones, «lo que sugiere que dos linajes del mismo virus pueden haber surgido simultáneamente y progresado por caminos distintos o separados secuencialmente por algún periodo de tiempo», dice el informe.
Según informes desclasificados de inteligencia del gobierno estadounidense y noticias chinas, los primeros casos en visitantes extranjeros a China se registraron en noviembre de 2019. Los modelos han indicado que el brote comenzó en octubre o noviembre de 2019. Los funcionarios chinos tomaron medidas incluso antes en 2019, como la celebración de un simulacro que se dice que simula el descubrimiento de un pasajero de avión con coronavirus, el 18 de septiembre de 2019, y poco después de comenzar a almacenar pruebas.
Kadlec y los demás investigadores estadounidenses afirman que una filtración pudo producirse antes de septiembre de 2019, lo que impulsó las acciones. Luego, una segunda filtración tuvo lugar a finales de 2019, postulan, justo antes de que los investigadores chinos probablemente comenzaran a desarrollar una vacuna anti-COVID que se probó a partir de febrero de 2020.
Marshall reconoció que podría haber solo una fuga, pero dijo que otra evidencia respalda la teoría de las dos fugas, incluida la forma en que los datos genómicos del WIV se desconectaron en el otoño de 2019, casi al mismo tiempo que atletas extranjeros que fueron a Wuhan, para los Juegos Olímpicos militares, se enfermaron con síntomas causados por el COVID-19.
El senador lamentó la dificultad que encontró el equipo para obtener evidencia de las agencias gubernamentales de Estados Unidos, como el Departamento de Estado.
“Otra probable fuga de laboratorio parece ser la explicación más sensata en esta revisión retrospectiva”, dijo. “Hay puntos de datos clave que se están reteniendo que podrían ayudarnos a probar eso, pero no podemos obtener esos datos”.
Mientras tanto, los funcionarios chinos han continuado con su patrón de censura de datos clave.
“Muchas de las lagunas probatorias en la comprensión mundial de la aparición del SRAS son el resultado de la censura de la República Popular China y de la destrucción y ocultación deliberadas de pruebas», afirman los investigadores en el informe, utilizando el acrónimo del nombre oficial del régimen, República Popular China.
¿Se liberó deliberadamente?
El informe dice que la evidencia disponible apunta a una fuga de laboratorio en lugar de un incidente intencional.
Si bien el laboratorio de Wuhan tenía contacto regular con altos funcionarios del Partido Comunista Chino, no hay señales de que el virus se haya liberado intencionalmente, sostiene Marshall.
“Creo que hay algunas personas que están asumiendo lo peor, y simplemente no hay evidencia que respalde que fue intencional”, dijo Marshall. “Toda la evidencia dice que no fue intencional”.
“¿Hubo un encubrimiento? Sí”, agregó.
Marshall dijo que asume que las pruebas de virus infecciosos realizadas en el laboratorio se realizaron para que China pudiera crear sus propias vacunas contra los virus.
Origen Natural
Ninguna de las pruebas disponibles respalda la teoría del origen natural, concluye el informe. Eso incluye ninguna evidencia de animales infectados con SARS-CoV-2 antes de los primeros casos humanos.
La teoría del origen natural sigue siendo popular entre algunos virólogos, incluidos muchos que se reunieron a principios de la pandemia para producir los artículos que describían la teoría de la fuga del laboratorio como algo «improbable» y como una «teoría de la conspiración«.
Una versión anterior de uno de los artículos señaló que la investigación relacionada con coronavirus de murciélago había estado ocurriendo en laboratorios de nivel dos de bioseguridad durante años y «por lo tanto, debemos considerar la posibilidad de una liberación deliberada o inadvertida del SARS-CoV-2».
Algunos de los científicos informaron en un estudio preliminar que los datos chinos recientemente publicados mostraron que algunos animales estaban presentes en un mercado húmedo de Wuhan en 2019, incluidas especies que desde entonces dieron positivo en otros lugares para COVID-19. Los científicos dijeron que los hallazgos respaldaban la teoría del origen natural, que normalmente postula el mercado como el punto de partida de una propagación.
Los científicos chinos, que informaron sobre los mismos datos, señalaron que no se había detectado ningún virus en los hisopos de los animales del mercado. Dijeron que los hallazgos apoyaban el llamado evento de superdifusión en el mercado, con altos niveles de propagación entre humanos, pero que los orígenes de COVID-19 “aún no se han determinado”.
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