Luego que Estados Unidos no invitara a los regímenes de Venezuela, Cuba, y Nicaragua a la Cumbre de las Américas–y que por ello algunos países de la región decidieran no asistir al evento–han generado diferentes reacciones de legisladores y expertos.
La asistencia de ciertas naciones en la IX Cumbre de las Américas que se está llevando a cabo en Los Ángeles, California, sigue generando controversia, especialmente tras la inasistencia de mandatarios como López Obrador de México, quien dijo que no iría porque «no se invita a todos los países de América Latina».
Sin embargo, algunos legisladores de ambos partidos políticos tuvieron opiniones divididas sobre las inasistencias de algunas naciones.
Por un lado, el senador de Florida, Marco Rubio, celebró la inasistencia de López Obrador a la Cumbre.
“Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela no estará en EE.UU. esta semana”, tuiteó Rubio este martes.
El demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que el evento era “una oportunidad para las democracias, no para los matones autoritarios”.
“Desde el comienzo de su Administración, el presidente Biden dejó en claro que se concentraría en restaurar la credibilidad y el liderazgo de Estados Unidos en la campaña mundial para fortalecer los gobiernos democráticos y contrarrestar las fuerzas autoritarias”, agregó. “Me complace ver que el Presidente continuará cumpliendo esa promesa”.
Mientras tanto, algunos expertos y analistas dijeron que el evento podría convertirse en una vergüenza para el presidente Joe Biden, y que podría quedar sin ningún progreso significativo si solo asiste una fracción de los países latinoamericanos.
«Si vas a organizar una cumbre, tienes que tener las cosas en orden. No solamente con días, sino con semanas y meses de antelación. Y la Casa Blanca no parece haber sido capaz de reunir ese nivel de atención necesario», dijo el exdirector de la Oficina de Asuntos Interamericanos del Consejo de Seguridad Nacional, Richard Feinberg, a NTD.
Para Gerardo Munck, profesor de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas, esta Cumbre de las Américas es una oportunidad perdida para Estados Unidos.
«Una opción habría sido invitar a todos estos líderes y mantener realmente un debate sobre los problemas de la democracia», señaló.
Otros analistas señalaron que es fundamental que Estados Unidos demuestre que se toma en serio la inversión en la región, especialmente frente a la amenaza que representa las incursiones del régimen chino en Latinoamérica.
«América Latina necesita ahora mismo un apoyo internacional urgente y desesperado», dijo Benjamin Gedan, exdirector de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para América del Sur.
«[La región] tiene un enorme potencial para ayudar a fortificar las cadenas de suministro, para proporcionar cobre y litio y otros minerales críticos para las tecnologías verdes, para un comercio amigable, para incluir la inversión estadounidense en lugar de estados totalitarios lejanos en estados democráticos locales».
Esta es la primera vez que la Cumbre se celebrará en Estados Unidos desde 1994, cuando el expresidente Bill Clinton convocó a la primera reunión celebrada en Miami, Florida.
Con información de NTD News.
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