Miles de jóvenes inmigrantes ilegales con tuberculosis fueron liberados de la custodia del gobierno estadounidense a lo largo de un año, según han revelado las autoridades en un nuevo informe.
Los inmigrantes ilegales, todos ellos menores de 18 años, fueron puestos en libertad a manos de familiares u otros adultos responsables a pesar de tener una infección latente de tuberculosis, dijo el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en una reciente revelación.
Las fechas de cada liberación no estaban claras. Entre el 1 de junio de 2022 y el 31 de mayo de 2023, los funcionarios del HHS notificaron a los funcionarios estatales la existencia de jóvenes con tuberculosis a través de un sistema basado en Internet gestionado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), según declaró Aurora Miranda-Maese, funcionaria del HHS, en el informe.
Los CDC, que forman parte del HHS, no quisieron hacer comentarios. El HHS no respondió a las solicitudes de comentarios.
El Washington Times reportó primero sobre el informe, que tiene 35 páginas y abarca otros aspectos de la gestión de los jóvenes inmigrantes ilegales que el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. transfiere al HHS tras cruzar la frontera.
La Sra. Miranda-Maese dijo que cada menor debe someterse a un examen médico en el plazo de dos días hábiles tras entrar bajo custodia del HHS. El reconocimiento ayuda a los funcionarios a evaluar la salud de los menores, les permite administrar vacunas y detectar enfermedades transmisibles como la tuberculosis.
Una persona con infección latente de tuberculosis, o una infección sin síntomas, requiere de tres a nueve meses de tratamiento para evitar la posible progresión a enfermedad activa, según los funcionarios del HHS. Sin tratamiento, entre el 5% y el 10% de las personas infectadas desarrollarán tuberculosis activa, o enfermedad tuberculosa, según los CDC.
Los CDC afirman que las personas con esta enfermedad son infecciosas, pueden transmitirla a otras y pueden morir si no reciben tratamiento. Si la tuberculosis se activa, es «una amenaza tanto para la salud del individuo como para la del público», según la Sra. Miranda-Maese.
Los menores no suelen recibir tratamiento mientras están bajo custodia del HHS porque la mayoría son puestos en libertad antes de que transcurra un mes, dijo, lo que abre la posibilidad de problemas como el desarrollo de una tuberculosis resistente a los fármacos si se inicia el tratamiento y se interrumpe antes de completarlo.
Para ello, el HHS desarrolló en 2018 un sistema que notifica a los funcionarios estatales los menores inmigrantes ilegales que han sido enviados a vivir a sus estados.
Los funcionarios de 44 estados recibieron más de 2450 alertas de menores inmigrantes ilegales con tuberculosis en el año que finalizó el 31 de mayo de 2023, según el HHS.
En ese mismo periodo, el HHS dio de alta a 126,069 menores.
Estados
Algunos estados han confirmado que se les ha informado de menores con tuberculosis activa, además de casos latentes.
«El departamento, junto con los departamentos de salud locales, coordina la atención y el seguimiento adecuado de cualquier persona con tuberculosis activa notificada a través de este mecanismo», dijo a The Epoch Times por correo electrónico una portavoz del Departamento de Salud del estado de Nueva York.
Y algunos menores, cuando se alerta a los estados de los casos, ya se han trasladado a otro lugar.
«Algunos individuos se trasladan antes de las entrevistas de los casos», dijo una portavoz del Departamento de Salud y Recursos Humanos de Virginia Occidental a The Epoch Times por correo electrónico.
Incluso si no lo han hecho, los menores pueden decidir no someterse al tratamiento que se les ofrece, según la portavoz del Departamento de Salud Pública de Indiana.
Los críticos dijeron que el presidente Joe Biden era el culpable de la situación.
«Las políticas fronterizas rotas de Biden siguen acogiendo a millones de infractores de la ley en nuestro país, incluidos incontables miles con enfermedades infecciosas, como la tuberculosis», dijo el representante Paul Gosar (R-Ariz.) a The Epoch Times por correo electrónico. «En lugar de proteger a los estadounidenses, el régimen de Biden está trayendo literalmente enfermedades y muerte a nuestras puertas».
Ira Mehlman, portavoz de la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense, dijo que la liberación de niños con tuberculosis y otras enfermedades transmisibles «es otro ejemplo de cómo la administración da prioridad a la rápida liberación de inmigrantes por encima de cualquier otra consideración, como la salud pública, la seguridad pública y la seguridad nacional».
Colocación con patrocinadores
El HHS se ocupa de los menores no acompañados o niños que llegan a la frontera sin un adulto responsable.
El número de menores no acompañados se ha disparado en los últimos años, lo que ha llevado a la agencia a aumentar el número de camas que tiene para ellos.
Para tratar de evitar el hacinamiento, el HHS ha intentado trasladar rápidamente a los niños a patrocinadores, o adultos que son miembros de la familia o que están interesados en acoger a los niños.
Ha habido problemas con el sistema, como el envío de niños a desconocidos que no han sido debidamente investigados, según declaró un denunciante a principios de este año. Algunas de estas personas han sido identificadas como traficantes que obligan a los niños a trabajar en granjas sin remuneración.
«Muy a menudo, los niños acaban trabajando horas en trabajos peligrosos para pagar sus deudas a los cárteles que los trajeron aquí. Peor aún, otros son objeto de trata y puestos a trabajar en el comercio sexual», dijo el Sr. Mehlman.
Recomienda que el Congreso promulgue leyes que disuadan a los menores no acompañados de venir a Estados Unidos y que el HHS investigue adecuadamente a los patrocinadores y aísle a los niños con enfermedades contagiosas.
Un problema constante
Durante años, los inmigrantes ilegales han cruzado la frontera con enfermedades como la tuberculosis, lo que ha suscitado preocupación.
«Muchos de estos extranjeros que llegan son portadores de enfermedades contagiosas, como la varicela, la sarna, la tuberculosis y los piojos», declaró Aaron Hull, jefe del sector de El Paso (Texas) de la Patrulla Fronteriza, en una entrevista concedida en 2019 a Fox News.
Según la ley federal, los inmigrantes no pueden ser admitidos en Estados Unidos a menos que presenten documentación de vacunación contra «enfermedades prevenibles mediante vacunación», como el tétanos, la poliomielitis y el sarampión. La tuberculosis no está incluida.
Muchos de los inmigrantes no han recibido ninguna vacuna, según declaró al Congreso en 2019 Kevin McAleenan, entonces comisionado de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos.
«Es posible que muchos de los individuos con los que nos encontramos nunca hayan visto a un médico, recibido vacunas o vivido en condiciones higiénicas», dijo. «El hacinamiento en trenes y autobuses puede acelerar la propagación de enfermedades transmisibles».
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