Un hijo del narco Joaquín «El Chapo» Guzmán, que había sido secuestrado junto a otros cinco hombres hace una semana, fue liberado por sus captores, un cártel rival. El hecho evitó una inminente guerra sin cuartel entre cárteles mexicanos, señalan expertos. El cártel de Sinaloa, de la familia Guzmán, está enfrentado con el ascendiente cártel de Jalisco Nueva Generación. El secuestro fue una demostración de poderío de este segundo grupo. El lugar del hecho, Puerto Vallarta, es parte de su territorio.
«Familiares de Joaquín Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa, señalaron que Alfredo Guzmán Salazar levantado (secuestrado) por un grupo armado la madrugada del 15 de agosto pasado en Puerto Vallarta, Jalisco, habría sido ya liberado con al menos uno de los otros cinco desaparecidos», reveló el semanario político Proceso. También «El blog del narco» confirmó la noticia, así como otros portales mexicanos que brindan cobertura sobre la actividad de las bandas de narcotraficantes.
No había sin embargo confirmación oficial. Una fuente consultada por Proceso señaló que desde el jueves pasado familiares de algunos los raptados recibieron llamadas telefónicas en las que les pedían una fuerte cantidad de dinero a cambio de revelar el paradero de los seis hombres «levantados». Según el semanario, en el grupo de los seis desaparecidos además de un hijo del «Chapo» «se encontraban su sobrino, José Manuel Díaz Burgos, así como Josías Nahuali Rabago Borbolla, prometido de una sobrina del líder del cártel de Sinaloa, quien esa noche celebraba su despedida de soltera en el restaurante «La Leche», de Puerto Vallarta, en la costa de Jalisco.
De acuerdo a Proceso, el sábado «se tenía certeza de que había sido liberado ya el hijo de El Chapo y de otra persona más de la cual se desconoce su identidad. Y que también se había dicho que habían sido liberados los otros cuatro desaparecidos», señaló la revista.
Figura destacada. Guzmán Salazar, alias «Alfredillo», es uno de los cuatro hijos de «Chapo» con su primera esposa, Alejandrina Salazar. «Además de ser un hijo muy cercano al capo, de acuerdo al gobierno de Estados Unidos es también un importante operador del cártel de Sinaloa en ese país, México, Centro y Sudamérica, según el expediente criminal abierto en su contra en una corte federal de Chicago, Illinois».
Según analistas mexicanos y estadounidenses, «Alfredillo» está a cargo de la logística del transporte de la cocaína desde Sudamérica a México y desde aquí al enorme mercado de Estados Unidos. El joven es conocido por su capacidad para organizar envíos de enorme magnitud. Ha empleado incluso aviones de transporte Boeing 747 para hacer llegar la droga a Estados Unidos, así como camiones, barcos y submarinos.
«Alfredo Guzmán Salazar fue liberado luego de cinco días de cautiverio», informó a su vez el portal Ríodoce, que citó a dos «fuentes diferentes». El semanario con sede en Culiacán, en el estado de Sinaloa, añadió: «No se precisó en que lugar, ni tampoco dónde hizo contacto ya con sus familiares, pero las fuentes aseguran que todos ellos están ilesos».
Y el muy leído «El blog del narco», que tuvo algunas exclusivas del caso, también informaba de la liberación del joven y sus amigos. Para este medio, la liberación de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, se habría producido la noche del viernes. El blog cita a un familiar que reside en Sinaloa, quien pidió no ser identificado: «estuvieron negociando todo este tiempo, pero ya están libres y están bien». Agregó que algunos de los liberados ya estaban en Sinaloa y gozaban de buena salud.
Sin confirmación. Pero ayer ni la Procuraduría General de la República mexicana (PGR, fiscalía federal), que asumió la investigación del secuestro, ni la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) ni el gobierno de Jalisco habían confirmado la liberación de los seis.
El secuestro ocurrió la madrugada del lunes 15, cuando Guzmán Salazar se encontraba en el restaurante «La Leche» de Puerto Vallarta cenando junto a cinco hombres, todos miembros del cártel de Sinaloa, y varias mujeres. Un grupo de siete hombres armados, del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), ingresó al local y se llevó a la fuerza a Guzmán Salazar y a sus amigos, aunque no agredió a las mujeres que los acompañaban. El secuestro quedó registrado en las cámaras de seguridad del restaurante, y allí se pudo constatar la identidad de «Alfredillo» Guzmán.
El rapto del hijo del «Chapo» representa sin dudas una escalada en la lucha entre los dos cárteles, que se disputan los territorios y los canales para el tráfico de droga. El «Chapo» Guzmán se encuentra preso en una cárcel de la fronteriza Ciudad Juárez desde enero último, cuando cayó detenido luego de estar seis meses prófugo. Había escapado de otra cárcel a través de un túnel que iba desde la ducha de su celda hasta una casa vacía cercana a la prisión.
Padre informado
«El Chapo» está al tanto del secuestro, y se le ofreció hacer una denuncia, señaló el comisionado Nacional de Seguridad Renato Sales. Se le ofreció la presencia del Ministerio Público para que denuncie o haga una manifestación. Emma Coronel Aispuro, la actual pareja del «Chapo», fue quien informó al capo de la desaparición de su hijo.
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