En 1984, Apple lanzó su ahora icónico anuncio de la Super Bowl, dirigido por el peso pesado de Hollywood Ridley Scott, en el que una joven atleta destruye con un mazo una enorme pantalla de vídeo desde la que el «Gran Hermano» dicta órdenes a una población acobardada, sentada en filas y vestida con atuendos grises de prisión.
Era un anuncio del ordenador Macintosh, y un desafío advenedizo al dominio abrumador de la empresa de software informático de Bill Gates, Microsoft. Hoy, sin embargo, algunos dicen que se ha producido una inversión de papeles.
«Apple se ha convertido en el Gran Hermano», declaró a The Epoch Times Jeremy Tedesco, abogado de la Alliance Defending Freedom (ADF). «Se están poniendo en el lugar del Gran Hermano».
La ADF representa a accionistas que pidieron a Apple que les informara sobre si la empresa está utilizando su posición dominante en las comunicaciones mundiales para silenciar la libertad de expresión e impulsar una agenda política. Esta semana, la Comisión del Mercado de Valores (SEC) falló en contra de la dirección de Apple y dio luz verde a una propuesta de accionistas de la Asociación Americana de la Familia (AFA) que exigía que Apple aclarara sus políticas para eliminar aplicaciones de su plataforma, en medio de acusaciones de que sus acciones han sido arbitrarias y políticamente sesgadas.
En enero de 2021, Apple saltó a los titulares cuando se unió a Google para eliminar de su plataforma Parler, una aplicación de redes sociales que permitía contenidos que Apple calificaba de «peligrosos». Parler nunca se recuperó del todo y acabó cerrando en abril de 2023.
En noviembre de 2022, Elon Musk, que compró el sitio de medios sociales Twitter, ahora llamado X, dijo en un post que Apple había dejado de anunciarse en el sitio y «también amenazó con retirar Twitter de su App Store, pero no nos dice por qué.»
Musk, que ha recibido duras críticas por abrir el sitio a una serie de usuarios -incluido el presidente Donald Trump, que había sido vetado anteriormente-, también publicó una encuesta en la que preguntaba si Apple debería «publicar todas las acciones de censura que ha tomado y que afectan a sus clientes.»
La propuesta de la AFA hace una petición similar.
Términos de servicio ‘vagos y subjetivos’
«Esta propuesta trata sobre unos términos de servicio vagos que Apple puede utilizar, y ha estado utilizando, para cerrar contenidos políticos y religiosos con los que no están de acuerdo, o con los que algunos activistas externos, ya sean gubernamentales o terceros, no están de acuerdo», dijo Tedesco. «Ciertamente, la situación de Parler probablemente entra en la categoría de este tipo de políticas, pero es mucho más amplia que Parler.
«La aplicación Manhattan Declaration fue retirada hace dos años porque Apple dijo que ofendía a ciertos miembros de su comunidad», dijo Tedesco. «Hay pruebas claras de que Apple está esencialmente haciendo la puja de la China comunista y retirando aplicaciones cristianas y otras aplicaciones religiosas, o aplicaciones que son de naturaleza política, en su tienda de aplicaciones con sede en China.»
La Declaración de Manhattan, autodenominada «llamada de la conciencia cristiana», es un tratado de 2009 de cristianos ortodoxos, católicos y evangélicos sobre cuestiones como el aborto, la libertad religiosa, los derechos civiles y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La propuesta de la AFA pide a la dirección de Apple que informe a los accionistas de «cómo protege la libertad de expresión y la libertad religiosa de sus usuarios frente a las injerencias gubernamentales, a la luz de su compromiso declarado con los derechos humanos internacionales». Las políticas de Apple, acusa la ADF en un escrito de apoyo, son subjetivas y vagas, y permiten al personal cerrar cualquier contenido que no les guste.
La propuesta cita las Directrices de Revisión de la App Store de Apple, que establecen que Apple «rechazará aplicaciones por cualquier contenido o comportamiento que consideremos fuera de lugar [como] contenido ofensivo, insensible, molesto, destinado a disgustar, de mal gusto o simplemente espeluznante».
Pero según el escrito de apoyo, «aunque proteger a los grupos vulnerables es loable, este tipo de términos son intrínsecamente vagos y subjetivos y, por tanto, fáciles de utilizar para discriminar puntos de vista.»
Las normas estaban de nuestro lado
Jerry Bowyer, asesor de la AFA en esta propuesta, declaró a The Epoch Times que el objetivo es «que la empresa modifique sus políticas y su cultura, de modo que pueda recuperar la confianza de los accionistas y clientes que no son de centro-izquierda, que tienen la sensación de que la empresa toma partido en cuestiones culturales candentes».
La SEC permitió que esta propuesta se sometiera a votación de los accionistas, a pesar de las objeciones de la dirección de Apple. Muchos conservadores han acusado a la SEC de parcialidad contra sus propuestas a los accionistas, mientras que permite las de los grupos progresistas, pero Bowyer dijo que no le sorprendía que la SEC permitiera que la propuesta de la AFA se sometiera a votación porque «las normas estaban de nuestro lado».
«Cada vez más, la Comisión del Mercado de Valores ha hecho más difícil que las empresas bloqueen propuestas, y creo que la administración Biden lo hizo porque querían más participación de los accionistas de la izquierda», dijo. Creo que no contaban con que la gente de izquierdas ya conocía las reglas y sabía cómo jugar con el sistema, pero los recién llegados a este mundo son los conservadores».
«Así que, al facilitar el activismo de los accionistas, tuvo la consecuencia no deseada de abrirnos las puertas», dijo Bowyer.
Apple, como muchas otras empresas, recibe a menudo propuestas de accionistas de grupos activistas sobre temas como la reducción del uso de combustibles fósiles y la equidad racial. En marzo de 2022, los accionistas propusieron y aprobaron exigir a Apple que realizara una auditoría de equidad racial en sus políticas de contratación y salarios.
Esta propuesta fue aprobada a pesar de las objeciones de la dirección de Apple.
Muchas personas argumentan que Apple, como empresa privada, es libre de permitir el contenido que quiera en su plataforma, pero Bowyer no está de acuerdo.
«No son una empresa privada, son una empresa que cotiza en bolsa», dijo. «Si Tim Cook quiere sacarla del mercado, pedir un gran préstamo y comprar las acciones de Apple y convertirla en la empresa informática de Tim, puede hacerlo en cualquier momento».
«Pero Steve Jobs la hizo pública, lo que significa que los accionistas la poseen, lo que significa que los accionistas tienen la última palabra», dijo. «Todo lo que estamos haciendo es ayudar a los propietarios, a la mayoría silenciosa de propietarios que quieren que las empresas se ciñan a su negocio».
The Epoch Times se puso en contacto con Apple para comentar esta propuesta de los accionistas, pero la empresa no respondió al cierre de esta edición.
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