El condado, que incluye la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, prohíbe comer en restaurantes durante al menos tres semanas, anunciaron funcionarios el domingo.
Los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles dijeron que la dura medida se debe al aumento de nuevos casos de COVID-19.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La nueva orden, que entrará en vigencia el 25 de noviembre, el día antes del Día de Acción de Gracias, prohibirá las comidas en áreas cerradas y al aire libre.
Los restaurantes, cervecerías, bodegas y bares aún podrán ofrecer servicios de comida para llevar, drive-thru y entrega a domicilio, y las bodegas y bares pueden continuar con sus operaciones minoristas.
«Al adaptar las celebraciones de la fiesta de Acción de Gracias, recordamos a las muchas familias que echarán de menos a sus seres queridos que han fallecido a causa de COVID-19. Enviamos deseos de salud y paz», dijo Barbara Ferrer, directora de salud pública del condado, en un comunicado.
“El alto número persistente de casos requiere medidas de seguridad adicionales que limiten la mezcla de entornos donde las personas no usen máscaras. Esperamos que las personas sigan apoyando a los restaurantes, cervecerías y bodegas pidiendo comida para llevar o entregas a domicilio”.
Si el número de casos de COVID-19 y hospitalizaciones en el condado continúa aumentando se emitirán más restricciones, incluida una orden de cierre parcial, dijeron las autoridades.
El promedio en cinco días de casos nuevos hasta el domingo fue de 4097, mientras que 1401 pacientes de COVID-19 están en hospitales. El condado de Los Ángeles no muestra la capacidad hospitalaria disponible, una métrica clave para ver qué tan cerca están los hospitales de estar abrumados. El departamento de salud del condado no respondió a una solicitud de comentarios.
Los Ángeles ha promulgado algunas de las medidas más estrictas en la nación este año en un intento por controlar la propagación del COVID-19, incluso cuando un número creciente de expertos argumenta en contra de los cierres como método de control. California promulgó recientemente un toque de queda casi en todo el estado.
Los propietarios de restaurantes dijeron que no estaban satisfechos con la nueva orden del condado.
“Es realmente devastador. Nuestra industria se ha visto profundamente afectada por la pandemia”, dijo a KABC-TV Karen Ross, propietaria del restaurante Tallyrand en Burbank. «Nuestro equipo, así como los cientos de miles de personas que se encuentran en la industria de los restaurantes, se están en la incertidumbre tras la noticia de que vamos a cerrar nuevamente».
La ciudad de Nueva York, la ciudad más grande de Estados Unidos, cerró todas sus escuelas la semana pasada.
El alcalde Bill de Blasio, un demócrata, advirtió el viernes que probablemente se promulgarán más restricciones para la semana después del Día de Acción de Gracias, ya que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un demócrata, dijo que las medidas dependerán de las tasas de diagnósticos positivos en la ciudad.
«Depende totalmente de lo que haga la gente. No voy a adivinar y no tengo una bola de cristal, excepto para decir que tengan mucho, mucho cuidado», dijo Cuomo a los periodistas el domingo.
“Vamos a volver con estándares más estrictos. Lo mismo cuando piensas en los restaurantes, cuando piensas en los gimnasios, ahora gracias a Dios no han sido un nexo mayor del problema, pero el ritmo va, desafortunadamente bien podrían serlo”, dijo de Blasio en WNYC.
“Y son los lugares donde las personas entran en contacto cercano sin sus máscaras o donde respiran con más intensidad, el tipo de cosas que propagan COVID. No podemos esperar hasta que sea demasiado tarde. Tenemos que empezar a poner restricciones”.
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