Un destacado profesor de salud dijo que los números de casos de COVID-19 no deben considerarse una métrica importante para los legisladores entorno a la propagación de la variante ómicron, ya que datos recientes indican que causa síntomas menos graves y menos hospitalizaciones.
«Durante dos años, las infecciones siempre han precedido a las hospitalizaciones, que a su vez han precedido a las muertes, de modo que se podían observar las infecciones y saber lo que se avecinaba», dijo Ashish K. Jha, decano de la Universidad de Brown y exprofesor de Harvard, a ABC «This Week» el domingo. “Ómicron cambia eso. Es el cambio que estábamos esperando en muchos sentidos».
La tasa de vacunación contra COVID-19 en Estados Unidos, es «muy diferente de lo que hemos visto en el pasado», dijo. «Así que ya no creo que las infecciones, en general, deban ser la métrica principal».
En cambio, los funcionarios estadounidenses «ahora realmente deben centrarse en las hospitalizaciones y las muertes», comentó Jha.
En su entrevista, Jha, como muchos otros profesores y funcionarios de la salud pública—no hizo ninguna mención a los estudios relativos a la inmunidad natural que proporciona la infección previa por COVID-19.
Desde que la Organización Mundial de la Salud nombró por primera vez la variante ómicron el mes pasado, se han reportado pocas muertes en todo el mundo a pesar de su rápida propagación. Las autoridades de Houston, Texas, dijeron que la primera muerte relacionada con ómicron pudo haber ocurrido la semana pasada.
Mientras tanto, el Instituto Robert Koch de Alemania confirmó la primer muerte relacionada con ómicron en el país hace varios días, semanas después de que se detectaran por primera vez los casos de ómicron. La persona que murió tenía entre 60 y 79 años, dijeron las autoridades.
A pesar de la perspectiva optimista de Jha, el asesor de COVID-19 de la Casa Blanca, Anthony Fauci, afirmó durante una entrevista independiente con ABC News el domingo que «no queremos caer en la complacencia» porque «cuando tienes un volumen tan alto de nuevas infecciones, podría anular un disminución real de la gravedad».
«Si usted tiene muchas, muchas, muchas más personas con un menor nivel de gravedad, eso podría neutralizar el efecto positivo de tener menos gravedad cuando tienes a tantas personas», dijo sin proporcionar estudios ni datos. «Y estamos particularmente preocupados por aquellos que están en esa clase no vacunada (…) esos son los más vulnerables cuando tienes un virus que es extraordinariamente eficaz para infectar a las personas».
La semana pasada, el presidente Joe Biden anunció que implementaría unos 500 millones de kits de prueba rápida de COVID-19 para uso doméstico a partir del próximo mes. La administración también establecerá más sitios de pruebas federales en Estados Unidos, iniciando por la ciudad de Nueva York.
Según una encuesta de la Kaiser Family Foundation que se llevó a cabo la semana pasada, solo alrededor del 12 % de los estadounidenses no vacunados dijeron que la variante ómicron los animaría a vacunarse.
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