Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. están investigando más de 100 casos de una misteriosa forma de hepatitis en niños, diciendo que cinco han muerto hasta ahora.
El Dr. Jay Butler, subdirector de enfermedades infecciosas de los CDC, dijo durante una sesión informativa que la agencia está investigando 109 casos de hepatitis aguda, o inflamación del hígado, en 24 estados de EE. UU. y Puerto Rico. La causa del brote aún no está clara, subrayó, y añadió que alrededor de la mitad de los niños tenían infecciones por adenovirus, aunque Butler dijo que los CDC aún no saben si el adenovirus es la causa real.
Aproximadamente el 90% de los niños requirieron hospitalización, dijo Butler. Cinco han muerto hasta ahora, y otros han necesitado trasplantes de hígado, añadió en la sesión informativa.
El mes pasado, los CDC emitieron una alerta a nivel nacional después de que se descubrieran nueve casos de hepatitis aguda entre los niños de Georgia. Desde entonces, varios organismos estatales han notificado casos y varias muertes.
Hace varios días, los CDC emitieron un informe en el que decían que no habían encontrado pruebas de que las vacunas contra el COVID-19 hubieran causado el brote de hepatitis entre los niños. Ninguno de los niños de Alabama que primero presentaron al enfermedad recibió la vacuna, dijo la agencia.
Mientras tanto, otros países han informado de brotes similares de hepatitis entre los niños. El viernes, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido informó que (pdf) el recuento de casos en el país había ascendido a 163, que se remontan a principios de enero, y añadió que 11 niños han recibido trasplantes de hígado hasta ahora.
«El adenovirus sigue siendo el patógeno potencial más frecuentemente detectado. Entre los 163 casos del Reino Unido, 126 han sido sometidos a pruebas de adenovirus, de los cuales 91 tenían adenovirus detectado», dijo la agencia. «Entre los casos, el adenovirus se ha detectado principalmente en la sangre».
Las autoridades británicas también descartaron la vacuna contra el COVID-19 como posible causa.
«Hay menos de cinco casos de pacientes mayores registrados que hayan recibido la vacuna COVID-19 antes de la aparición de la hepatitis», dijo el informe, añadiendo que la mayoría de los niños afectados son demasiado jóvenes para recibir la vacuna. «No hay pruebas de una relación entre la vacunación con COVID-19 y el síndrome hepático agudo».
A principios de esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo a los medios de comunicación que había al menos 228 casos probables de hepatitis en todo el mundo en al menos 20 países. Esa declaración se produjo antes del último anuncio de los CDC del viernes.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede estar causada por una infección vírica, el alcohol, los medicamentos de venta con receta, el paracetamol, las dosis elevadas de ciertos suplementos herbales, las toxinas y diversas afecciones médicas. Los virus de la hepatitis, que se propagan a través de los fluidos corporales, también pueden causar inflamación del hígado. Los virus de la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C también son conocidos por afectar al hígado.
Los síntomas incluyen dolor abdominal —en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas— orina de color oscuro, heces de color claro e ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y los ojos.
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