SACRAMENTO —Los legisladores demócratas de California anunciaron esta semana su intención de ampliar el acceso al aborto en todo el estado clasificándolo como un «derecho fundamental» mediante una enmienda en la constitución estatal.
Según el texto del proyecto de ley, la enmienda «prohibiría al Estado negar o interferir en la libertad reproductiva de un individuo a la hora de tomar sus decisiones más personales, lo que incluye su derecho fundamental a elegir abortar y su derecho fundamental a elegir o rechazar anticonceptivos».
La presidenta pro tempore del Senado, Toni G. Atkins (D-San Diego), presentó la enmienda —la enmienda constitucional 10 del Senado— en colaboración con Planned Parenthood Affiliates of California y National Abortion Rights Action League California el 8 de junio, justo un día después de las primarias.
«Es nuestro deber como legisladores luchar por el pueblo de California y por su derecho a tomar decisiones sobre su propio cuerpo y a acceder a una atención médica crítica. Esta enmienda constitucional es la armadura adicional que necesitamos para esa batalla», dijo Atkins en un comunicado.
El presidente de la Asamblea Anthony Rendon (D-Lakewood) es coautor del proyecto de ley junto con 30 senadores y 52 asambleístas, todos demócratas.
«Añadir una protección constitucional para el aborto es precisamente la claridad y la seguridad que los pacientes y los proveedores necesitan en este momento de crisis», dijo Sue Dunlap, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood Los Ángeles, en un comunicado.
La enmienda, que está pendiente de aprobación en el Comité Judicial del Senado, requerirá una mayoría de dos tercios de los votos tanto en el Senado como en la Asamblea antes del 30 de junio para entrar en la votación de las elecciones generales del 8 de noviembre.
El proyecto de ley no requerirá la firma del gobernador para ir ante los votantes del estado y será escuchado la próxima semana.
La enmienda se produce tras la filtración de un borrador de opinión de la Corte Suprema de EE. UU., que sugiere que una mayoría podría anular la decisión de Roe contra Wade de 1973, cuya decisión final se espera para la próxima semana.
Un estudio del Instituto Guttmacher mostró que es probable que California experimente un aumento del 3000% de mujeres que vienen de otros estados para abortar.
En la actualidad, hay unas 46,000 mujeres cuyo proveedor de abortos más cercano estaría en California, y el estudio estimó que la cifra podría aumentar hasta 1.4 millones a medida que algunos estados restringen más los servicios de aborto. Los abortos en California representan el 17% de todos los abortos de la nación, mientras que el estado cuenta con el 12% de la población del país.
La Arquidiócesis Católica Romana de San Francisco y la Conferencia Episcopal Católica de California se opusieron rápidamente a la enmienda, diciendo que California ya tiene algunas de las leyes de aborto más permisivas del país y que la enmienda llevaría a la legalización de los abortos en avanzado estado de gestación.
«Esta enmienda constitucional, tal y como está redactada, legalizará y protegerá el aborto hasta el momento justo antes del parto. Es angustioso que tantos legisladores de California firmen una legislación que permite quitar una vida humana momentos antes del nacimiento», dijo la coalición de obispos en un comunicado.
La Conferencia Católica de California dijo que estará «activamente comprometida» en la oposición a la enmienda y «pidiendo a los 12 millones de católicos del estado que trabajen para concienciar y oponerse vigorosamente en nuestras diócesis, parroquias y comunidades».
El American Council, una coalición de pastores y comunidades eclesiásticas del país, también se opuso a la enmienda.
«[La Enmienda Constitucional del Senado 10] es la medida más importante y trascendental que se votará en la historia de California», dijo la coalición en un comunicado. «Si se aprueba la Enmienda Constitucional del Senado 10, California se convertirá en el destino santuario del aborto de la nación».
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