Los demócratas no pueden impedir que el Senado confirme un sucesor de Ginsburg, solo los republicanos

Por MARK TAPSCOTT
22 de septiembre de 2020 6:25 PM Actualizado: 23 de septiembre de 2020 4:49 PM

Análisis de noticias

Expertos de las dos facciones del Senado de Estados Unidos declararon a The Epoch Times, que los demócratas no tienen virtualmente ninguna posibilidad de detener el hecho que los republicanos confirmen un sexto juez conservador en la corte más alta de la nación antes de la elección presidencial del 3 de noviembre.

Hay tácticas parlamentarias de retraso que demorarán las cosas temporalmente, tales como las llamadas de quórum y la exigencia de registro de votos, pero la mayoría de las ventajas están con los 53 republicanos que controlan el Senado siempre y cuando se mantengan unidos.

Además, el líder de la Mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), es considerado un maestro de los procedimientos del Senado, un hecho que a menudo ha frustrado a los 45 demócratas de la sala y a los dos independientes que por lo general votan con ellos.

«El hecho es que para casi todo lo que los demócratas pueden soñar, McConnell tiene una respuesta», declaró el lunes el estratega demócrata Jim Manley al Epoch Times.

Manley, un exdirector de comunicaciones del anterior líder de la mayoría del Senado, Harry Reid (D-Nev.), dijo que inicialmente pensó que mantener a suficientes demócratas fuera de la sala del Senado para evitar un quórum podría funcionar.

La Constitución requiere que 51 senadores estén presentes para tener el quórum necesario para llevar a cabo asuntos oficiales, pero como cuestión práctica se supone que el quórum es rutinariamente presente. Cualquier senador puede exigir una solicitud de quórum, lo que interrumpe los asuntos oficiales hasta que los 51 senadores necesarios estén en la sala.

«Lo escribí en Twitter anoche, basado en el consejo de una persona en la que confío, pero otra persona en la que confío aún más, está ahora interviniendo, diciendo que no es viable», dijo Manley.

Manley, quien también asesoró al senador Ted Kennedy (D-Mass.) y al entonces líder de la Mayoría del Senado, George Mitchell (D-Maine), sobre las relaciones con los medios de prensa, es una voz influyente entre los estrategas demócratas, especialmente en temas importantes como las nominaciones a la Corte Suprema.

Brian Darling, fundador de Liberty Government Affairs y exconsejero principal del senador Rand Paul (R-Ky.), declaró a The Epoch Times que los demócratas podían usar el enfoque de la negación de quórum, pero solo como una táctica dilatoria. Darling también se encargó de las relaciones con el Senado del grupo de expertos de la Heritage Foundation durante varios años.

Cuando se le preguntó qué podía hacer McConnell en respuesta, señaló el artículo del Washington Post, «Midnight Manhunt in the Senate» de 1988, que describe cómo el entonces líder de la mayoría del Senado, Robert Byrd (D-W.Va.), envió al sargento de armas y a la policía del Capitolio para arrestar al senador Robert Packwood (R-Ore.), quien fue llevado en persona a la sala del Senado para alcanzar el quórum.

«En ese caso, eran senadores escondidos en sus oficinas. Yo creo que esto sería más parecido a lo que pasó en Wisconsin en 2011, donde los senadores simplemente se van, no se les puede encontrar», dijo Darling, refiriéndose a los senadores demócratas del estado que huyeron a Illinois para evitar la aprobación de una medida apoyada por el gobernador Scott Walker.

Aún así, añadió, los demócratas no pueden ganar, pero los republicanos podrían perder.

«Será una guerra de voluntades y los republicanos pueden ganar si mantienen el caucus unido tanto como puedan», dijo. «Solo necesitan 50 votos de los senadores y luego un voto de desempate del vicepresidente Mike Pence».

El vicepresidente encabeza el Senado y solo puede votar cuando hay un empate.

Manley estuvo de acuerdo, diciendo «si hubiera una bala de plata disponible para los demócratas para bloquear algo así, se habría utilizado durante la nominación de Kavanaugh».

Aún así, David Williams, presidente de la Alianza de Protección de los Contribuyentes (TPA), predice que los demócratas se quejarán hasta que el último voto sea contado.

«Espere violencia y caos durante las audiencias del Comité Judicial del Senado mientras los demócratas hacen lo que pueden para ganar puntos políticos. Las audiencias serán menos acerca de la sustancia y más acerca de la grandilocuencia y la postura política», declaró Williams a The Epoch Times.

Del mismo modo, el estratega del Partido Republicano y exyudante de dos republicanos del Senado, Matt Mackowiak, dijo que espera que los demócratas «prueben el libro de jugadas de Kavanaugh y emitan amenazas, todo mientras se quejan y hacen una rabieta». No funcionará. Perdieron credibilidad durante el espectáculo de Kavanaugh».

Los votos se alinean

A su vez, Jimmy Williams, un estratega demócrata de Carolina del Sur y exconsejero económico del entonces senador mayoritario, Richard Durbin (D-IL), declaró a The Epoch Times que «los demócratas del Senado no pueden detener la nominación (…) Lo único que pueden hacer los demócratas es esperar que cuatro republicanos le digan a McConnell que votarán no».

Las esperanzas demócratas se están desvaneciendo, sin embargo, a pesar del optimismo del fin de semana alimentado por los anuncios de la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) y la senadora Susan Collins (R-Maine), quienes creen que el Senado debe retrasar la consideración de un sucesor de Ginsburg hasta después de las elecciones de noviembre.

«Para ser justos con el pueblo estadounidense, que reelegirá al presidente o elegirá uno nuevo, la decisión de un nombramiento de por vida en la Corte Suprema debe ser tomada por el presidente que sea elegido el 3 de noviembre», dijo Collins el sábado a través de un comunicado.

El domingo, Murkowski anunció que «durante semanas, he declarado que no apoyaría ocupar una posible vacante en la Corte Suprema tan cerca de la elección. Lamentablemente, lo que era entonces una hipótesis es ahora nuestra realidad, pero mi posición no ha cambiado».

Con esos dos senadores republicanos uniéndose a los demócratas, solo se necesitarían otros dos republicanos, entre ellos Mitt Romney de Utah y Cory Gardner de Colorado como posibles candidatos.

Pero el lunes Gardner declaró que apoyaría el avance en el Senado, y el martes Romney dijo que también apoyaría el retener el voto para un reemplazo de Ginsburg.

Salvo que haya algún imprevisto, los números ahora favorecen fuertemente a McConnell, con el voto clave antes de la elección y con 51 republicanos votando por la cláusula para pasar a un debate y decisión final sobre el nominado.

Eso deja a los demócratas con la más mínima esperanza de que Gardner y Romney puedan cambiar de opinión cuando se deba emitir el voto final, lo que llevaría a una derrota de 51-49 para el nominado.

Los demócratas de Colorado, sin embargo, no es probable que recompensen a Gardner por cambiar de bando en un proyecto de reelección en el cual él ha seguido al exgobernador John Hickenlooper durante gran parte de la carrera.

A su vez, el presidente de Americans for Tax Reform (ATR), Grover Norquist, también duda de que Romney cambie de bando.

«Detener una buena justicia sería un acto imperdonable. Él nunca podría explicarlo como otra cosa que no sea resentimiento», declaró Norquist a The Epoch Times.

Contacte con Mark Tapscott en [email protected]


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