El presidente francés, Emmanuel Macron, ha suscitado la condena de sus adversarios políticos después de que esta semana hiciera una polémica declaración en la que afirmaba que está decidido a amargar la vida a los ciudadanos franceses que se niegan a vacunarse contra el virus del PCCh.
«No estoy a favor de cabrear a los franceses (…) Ahora bien, a los no vacunados, quiero cabrearlos de verdad. Y así, vamos a seguir haciéndolo, hasta el final. Esta es la estrategia», dijo Macron durante una entrevista con Le Parisien el martes.
Macron continuó diciendo que «no enviará [a las personas no vacunadas] a la cárcel», pero que les complicará la vida y animará a las personas no vacunadas contra la COVID-19 a vacunarse «limitando al máximo su acceso a las actividades de la vida social».
«Así que tenemos que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podrán ir a un restaurante. Ya no podrán ir a tomar un café, ya no podrán ir al teatro. Ya no podrán ir al cine».
Un debate parlamentario que proponía una nueva serie de normas sobre el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) para las personas no vacunadas se suspendió el miércoles cuando varios legisladores de la oposición acusaron a Macron de utilizar un lenguaje divisivo, instando al presidente a explicarse.
«Un presidente no puede decir esas cosas», dijo Christian Jacob, presidente del partido conservador Los Republicanos, en el Parlamento, mientras se discutía un proyecto de ley que obliga a mostrar una prueba de vacunación para entrar en muchos espacios públicos cerrados.
Las declaraciones de Macron han suscitado numerosas reacciones, tanto a favor como en contra. La noticia se produce también en un momento delicado, con unas elecciones presidenciales en abril a las que se espera que se presente, aunque todavía no ha anunciado oficialmente si se presentará.
El primer ministro Jean Castex dijo en el Senado el miércoles que apoyaba al presidente.
«Las declaraciones del presidente son perfectamente coherentes con lo que hemos estado haciendo» para hacer frente a la crisis de la pandemia del virus del PCCh e instar a los ciudadanos franceses a que se vacunen, dijo, según informó la agencia de noticias AFP.
Varios funcionarios del gobierno francés se han comprometido a promulgar a mediados de enero, tal y como estaba previsto, una ley para bloquear el acceso de las personas no vacunadas a los locales de hostelería, a pesar de que la legislación se topó con un obstáculo de procedimiento en el parlamento durante la noche.
Hasta ahora, Francia ha aplicado un pase sanitario contra el virus del PCCh, lo que significa que para entrar en restaurantes, cafés o cines, o subir a los trenes, la gente tiene que mostrar una prueba reciente de COVID-19 negativa, o una prueba de vacunación.
La legislación eliminará la opción de mostrar un test negativo, prohibiendo de hecho el acceso a los locales de hostelería o a los trenes a las personas no vacunadas.
Con información de Reuters.
De NTD News
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