Una mamá de ocho hijos compartió cómo mantiene el ritmo de su feliz familia. Desde ser la directora ejecutiva de su empresa de moda, criar a sus hijos y ser entrenadora de baloncesto, aseguró que sus días fluyen con su lema familiar de servicio, trabajo duro, obediencia y bondad.
Amanda Barker, oriunda de Wyoming, de 44 años, vive en Provo, Utah, con su esposo Tyler, de 48 años, y sus ocho hijos: Charlee, de 20 años; Cash, de 18; Call, de 16; Codee, de 14; Cruz, de 12; Cooper, de 11; Clancee, de 9; y Covington, de 7.
«Mi día suele empezar antes que los niños se despierten», dijo Amanda a The Epoch Times. «Me gusta levantarme temprano y hacer un buen ejercicio, meditar y meterme en la ducha antes que los niños se levanten de la cama (…) la mañana la dedico a prepararme y luego a ayudar a los niños a hacer sus tareas y a prepararse para la escuela».
El colegio empieza a las 7:30 a.m. para el hijo mayor de Amanda, y a las 8:00 a.m. para los más pequeños. Tyler, que trabaja en el sector farmacéutico para animales, se encarga del desayuno y de compartir el auto cuando está en la ciudad, lo que le permite a Amanda «peinar» y ordenar la casa.
Después, esta mamá se toma un tiempo para estudiar las escrituras y escribir en su diario antes de salir a trabajar a las 9:00 a.m. Por la tarde, Amanda, que también es la entrenadora principal de baloncesto femenino en la escuela secundaria de Provo, va a un entrenamiento de baloncesto de tres horas.
«El horario es una locura (…) las tardes están llenas de muchas, muchas actividades de mis hijos, que incluyen baloncesto, gimnasia, actividades de la iglesia, deberes, amigos y tiempo en familia», continuó. «Nos gusta reunirnos por la noche y estudiar las escrituras, y rezar en familia, antes de mandarlos a la cama y prepararnos para otro día».
El agitado hogar de la familia Barker se rige por un lema en común: servicio, trabajo duro, obediencia y bondad.
«Le pido al Señor que nos bendiga cada mañana en nuestras oraciones familiares para que podamos ser cada una de estas cosas durante todo el día», explicó Amanda. «El trabajo, la bondad y Dios pueden hacer que uno supere casi cualquier cosa que la vida le depara».
Amanda siempre quiso tener una familia numerosa, pero nunca esperó ser mamá de ocho hijos. Sin embargo, dice que cada uno de sus hijos ha sido la «mayor bendición».
Ponerle a todos sus hijos la primera inicial «C» fue una tradición cimentada por Amanda y Tyler.
Ante la pregunta de si era difícil encontrar nombres que empezaran por la letra C, Amanda dijo que «no». Explicó que siempre sabía cómo quería llamar al bebé, aunque nunca sabía si encajaría con el género adecuado; de alguna manera, siempre funcionaba.
Sin embargo, compartir la primera inicial no significa que trate a todos sus hijos de la misma manera, dijo Amanda. Aunque una técnica de crianza puede funcionar con un niño, eso no significa que vaya a funcionar con otro.
«Es muy importante ver a cada uno de mis hijos como individuos, con puntos fuertes y débiles individuales», dijo Amanda. «Aprender lo que les motiva a tomar buenas decisiones y cuál es su lenguaje de amor individual, a veces puede ser un desafío, pero me encanta un buen desafío».
Además de rezar a Dios para que le ayude a criar a cada uno de sus hijos, Amanda también se esfuerza por entablar conversaciones formulando preguntas.
Algo que funciona en el hogar de los Barker es un juego de autos: «¿Prefieres?». La mamá anima a sus hijos a dar respuestas tanto tontas como serias, y luego siempre hablan de por qué hicieron determinada elección, para conocerse mejor.
Aparte del cuidado personal, las escrituras, el entrenamiento y la crianza de ocho hijos, Amanda aún encuentra tiempo para dirigir su propia empresa: Halftee Layering Fashions.
La inspiración para Halftee, una marca de ropa modesta para mujeres, nació mientras Amanda amamantaba a su quinto hijo, Cruz.
«Quería ponerme una camisa en particular, pero me desanimé cuando recordé que requería una camisa de capas debajo. El volumen y el calor extra en cualquier momento, como mujer, es molesto, pero cuando se está embarazada o amamantando es mucho más», dijo Amanda.
«Recuerdo perfectamente que mi esposo entró y le dije: ‘Tyler, voy a montar una empresa de camisetas modestas, camisas que añadan una manga y un escote pero que se corten justo por debajo de la línea del pecho’. Me miró, completamente confundido».
En ese momento, Amanda fue a su armario y personalizó todas sus camisetas de capas existentes con la ayuda de su mamá, recortándolas por debajo de la línea del busto y cosiendo una banda para mantenerlas en su sitio. Luego las envió como prototipos para los patrones y la producción.
Doce años más tarde, Amanda vende las camisas Halftee en cadenas de venta para el hogar de varios países.
«Todas las mujeres tienen problemas cotidianos para vestirse o ir de compras», dijo Amanda. «Halftee puede resolverlos casi todos, de forma eficaz y cómoda».
Amanda segura que siempre quiso ser empresaria, dice que pasó el reto de crear una empresa y cree que es una tarea muy dura, pero que ha tenido la suerte de contar con gente increíble para trabajar, un esposo que la apoya y una casa llena de niños encantadores.
Amanda conoció a Tyler mientras jugaba al baloncesto en la Universidad Brigham Young. Este mes de junio cumplen 23 años de casados, y consideran que su «hermosa y numerosa familia» es su mayor logro y el «caos mágico» de sus hijos, que están muy unidos, y un privilegio.
A medida que sus hijos crecen, Amanda y Tyler han reservado conscientemente tiempo sin amigos ni otras distracciones para mantener la unidad familiar fuerte. A la familia le encanta nadar, navegar, viajar, montar en cuatrimotos, ver películas y pasar tiempo en su hacienda de Idaho, donde el trabajo de jardinería enseña a los niños habilidades vitales para trabajar en equipo.
Una vez al año, los Barker también hacen un viaje de una semana y tienen la regla de «no hacer amigos los domingos» durante todo el año.
Amanda explicó: «Todos los domingos nos sentamos a cenar en familia. Hablamos de la semana y de sus actividades (…) después, nos quedamos todos y lavamos los platos juntos. Aunque todos se quejan, siempre, este tiempo también da lugar a momentos maravillosos llenos de risas y de unión familiar».
Los dos hijos mayores de la pareja, Charlee y Cash, actualmente están prestando servicio en las misiones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Siendo madre de ocho hijos, Amanda aconseja a quienes tienen una familia numerosa que amen sin límites y mantengan la fe en primer lugar.
«Estén presentes y traten de dedicar tiempo a cada uno [de los hijos] a diario», dijo. «Repartan muchos abrazos y apóyense mutuamente y a cada uno de ellos».
«Siempre tengan a Dios cerca; Él conoce a cada uno de ellos mucho mejor que incluso nosotros».
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