Un joven manifestante en Hong Kong recibió un disparo de bala y se encuentra en estado crítico, según informes de medios de comunicación locales.
Las imágenes del incidente del 1 de octubre aparentemente muestran que le dispararon a quemarropa con una pistola durante los enfrentamientos con varios policías antidisturbios en Tsuen Wan.
Otras imágenes lo muestran sangrando por el pecho, y siendo atendido por médicos que le dieron una máscara de oxígeno en la escena.
También fue filmado consciente durante un corto período antes de ser llevado al hospital, diciendo: «Me duele mucho el pecho».
Según el Oriental Daily, se encuentra en estado crítico.
El manifestante es un estudiante de secundaria, reportó RTHK.
El incidente ocurrió durante las protestas en toda la ciudad que coincidieron con el 70º aniversario del régimen del Partido Comunista Chino (PCCh). Es la primera vez que un manifestante recibe un disparo en directo durante casi cuatro meses de protestas contra la invasión comunista china a la ciudad.
Anteriormente, la policía ha disparado ráfagas de fuego durante los enfrentamientos, pero no se ha informado de que nadie haya resultado herido.
Quince personas resultaron heridas el martes después de un día de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, con una persona en estado crítico, dijo la Autoridad Hospitalaria de Hong Kong.
A principios del día, miles de manifestantes pro-democracia vestidos de negro desafiaron la prohibición de la policía y marcharon en el centro de Hong Kong, instando al Partido Comunista a «devolver el poder al pueblo» en su aniversario de fundación.
Miles de personas más se congregaron en mítines en múltiples lugares del territorio chino semiautónomo, que se encontraba bajo una fuerte represión de seguridad. Al menos 11 estaciones de metro fueron cerradas, y decenas de policías hicieron guardia frente a las oficinas del gobierno.
«Hoy vamos a decirle al Partido Comunista que el pueblo de Hong Kong no tiene nada que celebrar», dijo el activista Lee Cheuk-yan. «Estamos de luto porque en 70 años de gobierno del Partido Comunista, los derechos democráticos de la gente en Hong Kong y China están siendo negados. Seguiremos luchando».
Más tarde ese mismo día, la policía disparó gas lacrimógeno en varios lugares de la ciudad para dispersar a los manifestantes. En el Almirantazgo, se lanzaron cócteles molotov contra la policía, lo que hizo que ésta disparara cañones de agua con agua teñida de azul contra los manifestantes y gases lacrimógenos.
Desde junio, los protestantes han salido a las calles en manifestaciones en su mayoría pacíficas para oponerse a un proyecto de ley de extradición ahora retirado que habría permitido que la gente fuera trasladada al continente para ser juzgada en tribunales controlados por el Partido Comunista. A medida que se desarrollaron las protestas, sus preocupaciones se ampliaron para incluir llamamientos a la democracia.
Aunque la líder de Hong Kong, Carrie Lam, anunció la retirada del proyecto de ley en septiembre, las preocupaciones de los manifestantes no se han disipado. Siguieron saliendo en masa para exigir el sufragio universal y una investigación independiente de las acusaciones de brutalidad policial.
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