Estados Unidos enviará dos buques de guerra al Mar Negro la próxima semana, dijo el viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, lo que llevó a Rusia, que ha reforzado sus fuerzas militares cerca de Ucrania, a plantear su preocupación por la presencia de potencias de la OTAN que no tienen una línea costera en la región de creciente actividad naval.
«Hace 15 días se nos comunicó por vía diplomática que dos buques de guerra estadounidenses pasarían al Mar Negro, de acuerdo con la Convención de Montreux. Los buques permanecerán en el Mar Negro hasta el 4 de mayo», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, en referencia al pacto internacional que da a Turquía el control sobre los estrechos del Bósforo y los Dardanelos y regula el movimiento de los buques de guerra de la Armada.
El Pentágono declinó discutir los comentarios de Turquía, pero dijo que el ejército envía rutinariamente barcos a la región.
«No es nada nuevo», dijo en Washington el portavoz del Pentágono, John Kirby, refiriéndose a los buques de la marina estadounidense en el Mar Negro.
El comandante de la armada Matthew Comer, portavoz de la Sexta Flota de EE. UU., dijo a Military.com que la armada estadounidense mantiene una presencia regular en el Mar Negro, aunque se negó a decir si algún barco se dirige allí ahora.
«Como política, no discutimos las operaciones futuras o los horarios de los barcos», dijo Comer al medio.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexander Grushko, fue citado por la agencia de noticias rusa Interfax diciendo el viernes que Moscú estaba preocupado por el aumento de la actividad en el Mar Negro por los gobiernos que no colindan con sus aguas.
«La responsabilidad de mantener la seguridad en el Mar Negro corresponde a los propios Estados del Mar Negro, que han creado todas las herramientas necesarias para ello, incluida la Cooperación Económica del Mar Negro», dijo Grushko a Interfax.
Washington dice que Rusia ha acumulado más tropas en la frontera oriental de Ucrania que en cualquier otro momento desde 2014, cuando se anexionó Crimea de Ucrania y apoyó a los separatistas prorrusos en la región oriental de Donbass de Ucrania.
A Kirby se le preguntó en una rueda de prensa celebrada el 6 de abril si Ucrania había pedido alguna ayuda específica al ejército estadounidense a la vista de la acumulación de tropas rusas.
«No estoy al tanto de ninguna solicitud específica de capacidades con respecto a esto», dijo Kirby a los periodistas, pero agregó que «apoyamos a Ucrania con elementos no letales y letales para permitirles defenderse mejor».
«Seguimos defendiendo, como dije ayer, la integridad territorial y la soberanía de Ucrania», dijo Kirby, «y seguimos pidiendo a Rusia que no realice provocaciones y que no aumente las tensiones».
Desde que Rusia se anexionó Crimea de Ucrania en 2014, se han producido escaramuzas periódicas entre las tropas ucranianas y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, y se calcula que los combates han causado la muerte de unas 14,000 personas. A finales de marzo, Ucrania dijo que cuatro de sus soldados habían muerto por bombardeos de las fuerzas rusas en Donbass.
A medida que las tensiones han aumentado en las últimas semanas, Rusia ha comenzado a acumular tropas cerca de su frontera con Ucrania, y Moscú anunció el 6 de abril que sus militares estaban comenzando una inspección rutinaria de «preparación para el combate» de sus fuerzas.
El jueves, Dmitry Kozak, jefe adjunto del Estado Mayor del presidente ruso Vladimir Putin, dijo que si Ucrania inicia hostilidades a gran escala en Donbass, Rusia «se verá obligada» a intervenir. Kozak también hizo referencia a una visita del presidente de Ucrania a la línea del frente oriental del país, diciendo que la medida es «jugar con fuego.»
Zelensky visitó el jueves las posiciones a lo largo de la línea del frente, donde el alto el fuego «ha sido violado sistemáticamente en los últimos días», con el objetivo de «mantener el espíritu de lucha», según un comunicado de la presidencia ucraniana. Las autoridades ucranianas dijeron que otro soldado murió a primera hora del jueves después de que los separatistas abrieran fuego contra las posiciones ucranianas con morteros y artillería, lo que eleva a 25 el número de sus soldados muertos desde principios de año.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el 2 de abril que cualquier despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania provocaría más tensiones entre Kiev y Moscú.
«Pedimos a Rusia que se abstenga de llevar a cabo acciones de escalada de la tensión», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en declaraciones a los periodistas, aunque se negó a decir si Washington cree que Rusia está preparando una invasión.
«Hemos pedido a Rusia una explicación sobre estas provocaciones», dijo Price. «Pero lo más importante es que lo que hemos manifestado con nuestros socios ucranianos es un mensaje de tranquilidad».
Los comentarios de Price se produjeron después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuviera el viernes su primera llamada con Zelensky, en la que el presidente afirmó el apoyo de Washington a «la soberanía y la integridad territorial de Ucrania frente a la continua agresión de Rusia».
Zelensky presionó el martes para que Ucrania sea admitida en la OTAN, lo que provocó una inmediata reprimenda de Moscú, que dijo que el acercamiento de Kiev a la alianza militar occidental podría avivar aún más las llamas del conflicto.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, abordó las tensiones entre Rusia y Ucrania en una sesión informativa celebrada el viernes en Moscú, afirmando que «lamentablemente, la situación allí sigue siendo complicada y es propensa a una escalada».
«También hemos prestado atención a la declaración del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que visitó ayer Donbass, de que la admisión del país en la OTAN supuestamente pondría fin al conflicto en la región», dijo Zakharova.
«El hipotético ingreso en la alianza, en contra de las expectativas de Kiev, no traería la paz a Ucrania, sino que provocaría una escalada de gran magnitud en su sureste y podría llevar a consecuencias irreversibles para la independencia ucraniana», añadió.
Aunque Estados Unidos ha reafirmado su compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, no ha respaldado públicamente la petición de Kiev de acelerar el proceso de adhesión a la OTAN.
«Llevamos mucho tiempo discutiendo esa aspiración con Ucrania», dijo el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, al preguntársele por el más reciente intento de Ucrania de unirse a la alianza militar occidental.
«Somos firmes partidarios de ellos», añadió. «Pero esa es una decisión que debe tomar la OTAN».
Con información de Reuters.
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