Doscientos setenta y nueve atletas y exatletas en Estados Unidos han muerto de paros cardíacos después de recibir las vacunas contra el COVID-19, según datos de un estudio reciente revisado por expertos.
Escrito por el biólogo estructural Panagis Polykretis, y el internista acreditado y cardiólogo, el Dr. Peter McCullough, los datos citados del estudio encontraron que entre 2021 y 2022, se han documentado al menos 1616 paros cardíacos en todo el mundo en atletas vacunados, de los cuales 1114 fueron fatales.
Los datos globales también mostraron que entre 2021 y 2022, los exatletas y atletas estadounidenses representaron 279 de las muertes.
Los deportistas tienen menos posibilidades de sufrir un paro cardíaco y una muerte cardíaca repentina en comparación con los no deportistas. Un estudio estadounidense de 2016 calculó que las personas que no son deportistas, en comparación con los deportistas, tienen una probabilidad 29 veces mayor de sufrir una muerte cardíaca súbita.
Una de las razones es porque “los atletas son descartados por las causas comunes de muerte súbita en el campo de juego”, dijo McCullough a The Epoch Times.
Los jugadores son examinados para detectar cardiomiopatía hipertrófica, que representa casi el 50 por ciento de las muertes cardíacas súbitas en atletas, así como otras anomalías cardíacas menos comunes.
La evaluación intensiva es lo que hace que los deportes de nivel competitivo sean más seguros que las actividades deportivas cotidianas, argumentó McCullough.
Las muertes cardíacas súbitas en los atletas aumentaron después de la vacunación
McCullough señaló un estudio europeo que rastreó las muertes cardíacas súbitas en atletas europeos durante 35 años, desde 1966 hasta 2004. El estudio informó 1101 muertes cardíacas repentinas durante el intervalo, que Polykretis estimó que serían alrededor de 29 muertes por año.
This recent paper from Dr. Polykretis and myself gets the sharp rise in athlete deaths into PUBMED. Since vaccination, «1598 athletes suffered cardiac arrest, 1101 of which with deadly outcome. Over a prior 38-years (1966-2004), 1101 athletes < age of 35 died (~29/yr). https://t.co/lGWFctLx2L pic.twitter.com/SCieZTsoNZ
— Peter A. McCullough, MD, MPH™ (@P_McCulloughMD) January 3, 2023
En Estados Unidos, se estima que de 100 a 150 atletas mueren cada año por muerte súbita.
Sin embargo, los datos citados en el estudio mostraron que solo en 2022, se informaron más de 190 muertes por paros cardíacos en atletas retirados y activos.
Esto no incluye las muertes de atletas con estados de vacunación desconocidos y aquellos cuyos nombres no aparecieron en los medios de comunicación.
McCullough dijo que, al observar los datos, «no hay duda» de que las muertes cardíacas repentinas han aumentado después de las vacunas.
Sin embargo, dado que la mayoría de las muertes cardíacas súbitas en la prensa son de deportistas profesionales, McCullough agregó que recopilar datos de atletas en universidades, escuelas preparatorias y otras ligas internacionales brindaría una imagen más completa.
Señaló estudios que han mostrado aumentos elevados de miocarditis después de las vacunas contra el COVID-19.
Antes de la pandemia, un estudio de 2017 en Finlandia encontró que las tasas de miocarditis eran de 19.5 por millón en niños de 15 años o menos. Otro estudio japonés de 2012 sobre admisiones pediátricas informó tasas aún más bajas de 2.6 casos por millón en niños de 1 mes a 17 años.
En los datos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en junio de 2021 (pdf), los investigadores esperaban que las tasas de miocarditis en varones vacunados de 12 a 17 años fueran de 63 casos por millón. Al año siguiente, los investigadores de los CDC notaron que las cifras de miocarditis en hombres jóvenes excedían las tasas de referencia (pdf).
Un estudio realizado por investigadores de Kaiser Permanente (pdf), publicado en agosto de 2022, estimó que la miocarditis sería de 186 casos de un millón, después de una segunda dosis de vacuna en niños de 12 a 17 años. En los varones, este número se elevó a 377 casos por millón.
Sin embargo, en estudios prospectivos, un estudio tailandés encontró que el 2.3 por ciento de los niños que recibieron dos vacunas de dosis de ARNm tenían una lesión cardíaca. Otro estudio evaluó a 777 trabajadores de la salud que recibieron refuerzos y el 2.8 por ciento informó una lesión cardíaca.
Esto significa que si se extrapolan los resultados, alrededor de 25,000 personas por millón podrían sufrir lesiones cardíacas después de dos o tres dosis de vacunas contra el COVID-19, según McCullough.
“Estoy muy preocupado”, dijo McCullough, “Este es un problema de salud pública. Creo que corresponde a las personas revelar su estado de vacunación».
“Vemos reportes de figuras públicas o atletas uno tras otro, muriendo repentinamente, sin explicación. Corresponde a las familias, el personal médico, los médicos y los reporteros revelar el estado de vacunación. Son vacunas en investigación y están vinculadas a la muerte en estudios revisados por pares”.
Un estudio de autopsias alemán evaluó a 25 personas que murieron inesperadamente dentro de los 20 días posteriores a la vacunación. Cuatro de los individuos fueron encontrados con miocarditis sin ninguna otra señal de enfermedad que pudiera haber causado la muerte inesperada.
Los autores concluyeron que sus estudios de autopsia indicaron que las muertes se debieron a insuficiencia cardíaca y que la miocarditis podría ser «una complicación potencialmente letal después de la vacunación anti-SARS-CoV-2 de ARNm».
También se debe tener en cuenta que se han informado eventos de miocarditis en pacientes con COVID-19 no vacunados en 2020, y los estudios han demostrado que el virus puede causar daño cardíaco. Pero es discutible si las lesiones cardíacas que experimentan los pacientes son causadas por miocarditis u otras razones.
Un estudio publicado en abril de 2022 encontró que los aumentos de miocarditis y pericarditis son estadísticamente insignificantes entre las personas no vacunadas después de la infección por COVID. Los investigadores evaluaron alrededor de 197,000 pacientes no vacunados y hubo 9 y 11 casos de miocarditis y pericarditis, respectivamente.
Un estudio francés que rastreó los paros cardíacos en atletas antes de la pandemia de 2005 a 2018 también encontró que la tasa de paros cardíacos en los deportes se ha mantenido constante, mientras que la capacidad de supervivencia de estos eventos ha aumentado gracias a la ayuda de las personas presentes.
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