El gobierno de México ha desplegado varios agentes migratorios en Ciudad Hidalgo, una población fronteriza de Chiapas, como parte de los esfuerzos de México para restringir los cruces no esenciales a través de la frontera entre México y Guatemala, reportó el Associated Press.
Desde el domingo, decenas de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicados a lo largo del río Suchiate solicitaban a las personas sus documentos e impedían la entrada a quienes no la tenían, reportó el medio.
Además de los cerca de 50 agentes del INM, también se encontraban aproximadamente 10 agentes de la Guardia Nacional, reportó La Jornada. Según el medio, los funcionarios les advirtieron a quienes cuentan con la documentación para entrar a México, que desde el lunes ya no podrían ingresar.
De acuerdo con el AP, aunque en Ciudad Hidalgo había un fuerte operativo, en otras ubicaciones del estado–como las carreteras en torno a la ciudad de Tapachula–la presencia del ejército y la Guardia Nacional era escasa.
Este aumento en el control fronterizo se da luego que México anunció la semana pasada que a partir del 19 de marzo se impondrían restricciones al tránsito terrestre en las fronteras con Estados Unidos y Guatemala, medida tomada para prevenir la propagación de COVID-19. Sin embargo, es la primera vez desde el inicio de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que México anuncia estas restricciones para la frontera sur.
Esta última medida del gobierno mexicano se da en medio de una ola de inmigrantes ilegales que se dirigen a Estados Unidos procedentes del Triángulo Norte y de México. Según cifras registradas por la CBP hasta febrero, 100,441 inmigrantes fueron detenidos en la frontera.
La Guardia Nacional mexicana reportó que el 18 de marzo identificó a 329 personas procedentes de Guatemala y Honduras, que viajaban en la caja de tres camiones. Entre los individuos, se encontraban 114 menores no acompañados, 5 miembros de una familia y 210 adultos.
Por otra parte, el INM anunció que esta medida también desplegaría operativos en su frontera sur para «salvaguardar los derechos e integridad de menores de edad migrantes de diferentes naciones centroamericanas usados por redes criminales como salvoconducto de tránsito para llegar al norte del país».
De acuerdo con la agencia, entre el 1 de enero y 18 de marzo, se han identificado 4180 menores y adolescentes acompañados y no acompañados que viajaban de manera ilegal en México y «son presas de traficantes de personas que lucran con la migración irregular».
«El Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación, ha identificado, con base en las entrevistas hechas a los adultos que acompañan a estos menores de edad, que los supuestos ‘guías’ les sugieren viajar con ellos para facilitar la entrada a México y Estados Unidos».
El secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Alejandro Mayorkas, dijo en una reciente actualización de la situación en la frontera que están deportando rápidamente a los adultos y a las unidades familiares, mientras que están poniendo bajo custodia a los niños no acompañados.
Los republicanos han atribuido este incremento a las políticas implementadas por Biden, mientras que los demócratas aseguran que las crisis en la frontera se debe a la anterior administración.
“Para mí está claro que la administración Biden ha perdido el control de la frontera. Bajo su liderazgo actual, no tiene la voluntad ni la capacidad para solucionar el problema”, dijo senador Lindsey Graham (R-S.C.) en un comunicado el jueves. “Es momento de que el secretario de DHS, Mayorkas, cambie de rumbo o cambie de trabajo”.
Con información de Zachary Stieber.
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