La caravana de migrantes que se dirige a Estados Unidos atravesando América Central ingresó a México el 20 de octubre y se ha estado moviendo hacia el norte a medida que miles de migrantes se han sumado al grupo. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos Donald Trump cumplió con su amenaza de cortar la ayuda a los países centroamericanos por no frenar la caravana, lo que provocó que se quemaran banderas estadounidenses en las calles de Honduras.
Las autoridades mexicanas solicitaron a los migrantes que esperaran en la frontera entre Guatemala y México y que fueran avanzando en orden, pero el grupo derribó una valla e irrumpió en la frontera.
Para el 22 de octubre, ya habían llegado a Tapachula, a unos 3100 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Este lunes, el grupo ya había crecido a unas 7000 personas, en una caravana que abarca más de tres kilómetros, según informó Los Angeles Times. Eso representa 2000 personas más que el día anterior.
El domingo, otro grupo de mil personas ingresó a Guatemala desde Honduras, apresurándose hacia el norte para alcanzar a la gran caravana, y unos mil o más estaban aún en la frontera México-Guatemala tratando de ingresar al país azteca.
Los migrantes han recibido ayuda en su travesía; han recibido donaciones de agua, alimentos y ropa. Los habitantes de distintas localidades les han dado aventones en camionetas y hasta camiones de carga.
En la caravana participan también personas que han sido deportadas de Estados Unidos por estar ilegalmente en el país o por cometer otros crímenes.
“Es hora de que vuelva a Estados Unidos. Es un país donde puedo vivir mi vida, no como Guatemala”, dijo Job Reyes, de 36 años, al Washington Post.
“Es así”, agregó Imner Anthony Fuentes, de 29 años. “Te atrapan y tratas de volver”.
Ramón Izaguirre, de 20 años, fue deportado hace apenas un mes.
“Toda mi vida está allí, esperando por mí”, dijo al Times. “Extraño mi Playstation. Extraño Buffalo Wild Wings. Extraño mi auto”.
Trump corta la ayuda
El presidente Donald Trump y su administración han amenazado con cortar la ayuda si la caravana no es detenida, y hoy lunes dijo que cumplirá su amenaza.
Guatemala, Honduras and El Salvador were not able to do the job of stopping people from leaving their country and coming illegally to the U.S. We will now begin cutting off, or substantially reducing, the massive foreign aid routinely given to them.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 22, 2018
“Guatemala, Honduras y El Salvador no fueron capaces de hacer el trabajo de impedir que la gente deje su país y venga ilegalmente a EE. UU. Ahora cortaremos, o reduciremos considerablemente, la enorme ayuda extranjera que habitualmente le hemos otorgado”, dijo en Twitter.
Los tres países recibieron más de USD 500 millones en conjunto en forma de financiamiento de parte de Estados Unidos en el año fiscal 2017.
Trump agregó que las leyes de inmigración en Estados Unidos deben cambiar y culpó a los demócratas por no votar para cambiarlas.
“Lamentablemente, pareciera que la policía y el Ejército de México son incapaces de detener la Caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Entremezclados hay criminales y personas desconocidas de Medio Oriente. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que esto es una Emergencia Nacional. ¡Hay que cambiar las leyes!”, dijo.
“¡Recuerden las [elecciones] de mitad de periodo! Es tan injusto para los que vienen legalmente”, agregó Trump.
AMLO, que asumirá como presidente de México el 1 de diciembre, dijo que Estados Unidos debería dar la bienvenida a todos los migrantes. Y el domingo dijo que Estados Unidos, México y Canadá deberían invertir en el sur de México y en América Central.
“Quien deja su pueblo no lo deja por placer sino por necesidad”, dijo.
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