Las autoridades de EE.UU. han acusado a cuatro miembros del ejército chino de piratear la agencia de informes crediticios Equifax, de robar información personal sensible de unos 145 millones de estadounidenses y de robar secretos comerciales de Equifax, dijo el 10 de enero el Departamento de Justicia (DOJ).
El ataque a Equifax, revelado en 2017, fue uno de los mayores hackeos registrados, y expuso los delicados registros financieros, números de seguridad social y datos de licencias de conducir de los estadounidenses.
Un gran jurado federal en Atlanta devolvió la semana pasada una acusación de nueve cargos que acusaba a cuatro miembros del Ejército Popular de Liberación (EPL) de participar en una operación masiva de piratería informática que implicaba la explotación de una vulnerabilidad en el portal en Internet de Equifax.
Wu Zhiyong, Wang Qian, Xu Ke y Liu Lei eran miembros del Instituto de Investigación 54 del PLA, una parte del ejército chino, dijo el DOJ.
Los hackers pasaron semanas en el sistema, subiendo software malicioso y robando credenciales de acceso para llevar a cabo su robo, dijo el fiscal general de EE.UU. William Barr en una conferencia de prensa el lunes.
«Esta fue una intrusión deliberada y radical en la información privada del pueblo americano», dijo en un comunicado de prensa.
Este robo, dijo Barr, fue uno de los muchos casos de operaciones de piratería informática respaldadas por el Estado chino para robar información personal sensible de los estadounidenses. Entre ellas se incluye el pirateo de la Oficina de Gestión de Personal de EE.UU. en 2014, que resultó en el robo de 23 millones de registros de empleados federales; el pirateo de los hoteles Marriott en 2014, que expuso la información personal de hasta 500 millones de clientes; y la infracción de la aseguradora estadounidense Anthem en 2015, que afectó a un sistema informático que contenía datos de casi 80 millones de personas.
Los piratas informáticos patrocinados por el Estado también han atacado a empresas extranjeras para robar secretos comerciales, señaló Barr.
Por ejemplo, en diciembre de 2019, el Departamento de Justicia acusó a dos ciudadanos chinos que trabajaban para el principal organismo de inteligencia del régimen, el Ministerio de Seguridad del Estado, por una amplia campaña de piratería informática dirigida a organismos del gobierno estadounidense y a empresas privadas de Estados Unidos y de al menos una docena de países.
«Estos datos tienen valor económico, y estos robos pueden alimentar el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial en China, así como la creación de paquetes de objetivos de inteligencia», dijo Barr en la conferencia de prensa.
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