La ministra australiana de Asuntos Exteriores, Marise Payne, y el secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, se reunieron el sábado y reafirmaron los planes combinados de sus naciones para promover la paz y la prosperidad en el Indo-Pacífico, en medio de la preocupación por las ambiciones militares y económicas de China en la región.
Los dos diplomáticos también «discutieron la profundización de la alianza entre EE. UU. y Australia, la importancia de comprometerse con una acción climática ambiciosa en la próxima década y la necesidad de que los aliados y socios afines continúen defendiendo, fortaleciendo y renovando la democracia en todo el mundo», dijo en una declaración el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Además, «expresaron su preocupación por la actual agresión de Rusia contra Ucrania y reiteraron su apoyo a una resolución pacífica de las cuestiones a través del Estrecho sin recurrir a las amenazas o a la coerción, y destacaron las importantes contribuciones de Taiwán al desarrollo de la salud mundial», dijo Price.
Añadió que Blinken y Payne también «coincidieron en la importancia de contar con un embajador confirmado por el Senado» en Canberra —la capital de Australia— «tan pronto como sea posible a la luz del alcance y la escala de los desafíos compartidos que enfrentamos».
El encuentro se produjo al margen de la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores y de Desarrollo del Grupo de los Siete (G7) en Liverpool (Inglaterra), lo que supone la segunda vez que los ministros se reúnen este año. El foro del G7 incluye a los homólogos de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido.
La ministra australiana Payne participó en la reunión como invitada. Los ministros de la Unión Europea, Corea del Sur e India también participarán en algunas sesiones como invitados del G7, junto con representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
«Por primera vez, asistirán varios países de la ASEAN, lo cual refleja la creciente atención del mundo al Indo-Pacífico y la importancia de la centralidad de la ASEAN», anunció Payne antes de la reunión.
Tanto Payne como Blinken habían expresado también que Estados Unidos y Australia han hecho progresos en su alianza este año, citando su Cumbre de Líderes Quad así como el pacto de seguridad AUKUS, una nueva alianza trilateral entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Varios expertos han dicho a The Epoch Times que el pacto AUKUS puede desempeñar un papel clave a la hora de contrarrestar la agresión del Partido Comunista Chino (PCCh) y promover un «Indo-Pacífico libre y abierto«.
La última reunión de Blinken y Payne se produce tras un encuentro que tuvo lugar en septiembre en Washington durante las conversaciones anuales entre los ministros de Australia y Estados Unidos (AUSMIN). Una declaración conjunta publicada por los dos países en ese momento indicaba el compromiso de las naciones de cooperar en materia de innovación tecnológica, desarrollar cadenas de suministro seguras y apoyar los derechos humanos y el multilateralismo, incluida la decisión de Australia de adoptar sanciones de derechos humanos al estilo Magnitsky.
Por otra parte, el sábado, Australia, Japón y Estados Unidos señalaron que financiarán conjuntamente un cable submarino para mejorar la conectividad a internet de tres naciones del Pacífico: los Estados Federados de Micronesia (EFM), Kiribati y Nauru.
«El cable submarino propuesto proporcionará comunicaciones más rápidas, de mayor calidad y más fiables y seguras a aproximadamente 100,000 personas en tres países», se lee en una declaración conjunta de los 6 países a varios medios.
«Esto apoyará un mayor crecimiento económico, impulsará las oportunidades de desarrollo y ayudará a mejorar el nivel de vida mientras la región se recupera de los graves impactos de la COVID-19».
Con información de Reuters y Daniel Teng.
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